Sencillamente da tristeza y pena ver que la autoridad electoral en Tlaxcala carece de credibilidad y liderazgo, porque hasta ahora sus repetidos lamentos de que enfrenta una escasez de recursos públicos para organizar los comicios para elegir gobernador, diputados, alcaldes y presidentes de comunidad, olímpicamente han sido ignorados no sólo por el poder Ejecutivo, sino por el Legislativo.

 

 

Aunque se habla que la falta de presupuesto al Instituto Tlaxcalteca de Elecciones (ITE) que controla la gris y debilitada consejera presidenta Elizabeth Piedras Martínez tendrá un “impacto moderado” en las elecciones del próximo 6 de junio, en los hechos no se ha precisado qué actividades o compras están en riesgo.

 

De manera genérica el ITE y su comparsa el Instituto Nacional Electoral (INE), refieren que el limitado presupuesto complica la compra de materiales y documentación electoral, la infraestructura del PREP, el pago de dietas y la operatividad de esos órganos.

 

Para 2021, el Instituto Tlaxcalteca de Elecciones solicitó un presupuesto de 249 millones de pesos, pero el Congreso del Estado sólo autorizó 185.7 millones de pesos en diciembre pasado.

 

Por esa razón, la gris consejera Elizabeth Piedras solicitó desde hace casi dos meses una reunión con la responsable de la Secretaría de Planeación y Finanzas del gobierno del estado, Alejandra Nande Islas, para plantear la necesidad de una ampliación presupuestal por 40.5 millones de pesos, sin embargo ha sido ignorada no sólo por esa funcionaria, sino también por los diputados locales que saben de la petición, pero que prefieren no hablar del tema porque no es una prioridad para ellos.

 

La representante de los convenencieros consejeros electorales ha declarado que el ITE requiere de más recursos para contratar capacitadores y supervisores electorales, rentar inmuebles y adquirir mobiliario para los consejos municipales y distritales, equipo de cómputo y tecnología, y para la reimpresión de boletas electorales.

 

En una nota que recientemente publicó el periódico Reforma, Piedras Martínez aseguró que «no contamos con el recurso para contratar el personal eventual que se encarga de ciertas actividades fundamentales del proceso electoral, sobre todo personal que atiende el registro de candidaturas, auxiliar que se encarga de manejar el PREP y al personal que tendrá la responsabilidad de recepcionar los paquetes electorales al término de la jornada electoral”.

 

«Se está solicitando esta ampliación presupuestal para poder tener listo el arrendamiento de los inmuebles que serán sedes de nuestros consejos, un total de 75 consejos: 15 consejos distritales y 60 consejos municipales», declaró.

 

De ser ciertas las afirmaciones de la embustera consejera presidenta del ITE, entonces la falta de recursos no tendrá un “impacto moderado”, sino que los comicios en Tlaxcala podrían estar en riesgo porque no hay certeza de que ciertos procedimientos se vayan a ejecutar bien o se estén llevando a cabo correctamente en este momento.

 

Hace dos días inició el proceso para registrar candidatos a la gubernatura y a las diputaciones locales, el cual deberá cerrarse el próximo 25 de marzo. Después vendrá el de los aspirantes a alcaldes y presidentes de comunidad que se realizará del 5 al 21 de abril.

 

Estamos a unos días de que inicien las campañas para la gubernatura de Tlaxcala y de que se instalen los consejos distritales y municipales del ITE, pero por lo que se puede observar no hay fondos para cubrir las rentas de esos inmuebles y menos para adquirir el mobiliario y equipo de cómputo que se requiere para su correcta operación.

 

La secretaria de Planeación y Finanzas, Alejandra Nande, debería estar preocupada si es que realmente el ITE enfrenta ese panorama de limitación presupuestal, porque su omisión para sentarse y revisar la planeación financiera de la autoridad electoral le puede derivar en un grave problema, sobre todo si en las elecciones que se esperan competitivas surgen complicaciones y conflictos atribuidos al mal trabajo que pudieran realizar el organismo por no haber tenido los fondos suficientes para llevar a cabo ciertas actividades.

 

El problema no es menor. Alguien del gobierno del estado debería salir a precisar si el ITE está exagerando porque si cuenta con el presupuesto suficiente para organizar las elecciones locales o si realmente es necesaria una ampliación presupuestal para ese organismo que tiene la obligación de garantizar el adecuado desarrollo de los comicios.

 

Lo absurdo es que el tema parece no importarle a nadie, incluidos los partidos políticos que en teoría deberían ser los más interesados en procurar la correcta organización de los comicios.

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