El proceso interno del PAN para elegir candidatos a diputados locales, alcaldes y presidentes de comunidad se ha convertido en una bomba de tiempo que, si finalmente estalla, no sólo provocará una nueva fractura en ese partido político, sino que los aspirantes que resulten designados para contender en los comicios del próximo 6 de junio podrían enfrentar impugnaciones que, en caso de prosperar, meterá a ese instituto en una dinámica de desgaste.

 

Aunque la dirigencia estatal encabezada por el desprestigiado ex alcalde de Tlaltelulco y hoy secretario general en funciones de presidente, Miguel Ángel Polvo Rea, publicó la convocatoria que estableció los plazos y requisitos a cumplir para llevar a cabo los registros de los aspirantes panistas a los mencionados cargos de elección popular, la realidad es que el proceso no es imparcial ni legal porque existen dados cargados, obstáculos y acciones para favorecer a ciertos militantes ligados a los intereses del grupo de José Gilberto Temoltzin Martínez, quien ya se apropió de la primera posición de las candidaturas a las diputaciones plurinominales.

 

Si en otros procesos electorales también hubo anomalías cometidas por los panistas que controlaban el partido como fue el caso de Adriana Dávila Fernández y Carlos Carreón Mejía, en está ocasión y para mala suerte de la militancia se registra el mismo patrón de conducta, lo cual es lamentable porque el partido lejos de nominar a los aspirantes más competitivos y posicionados, prefiere alentar la participación de los amigos y los compromisos.

 

Lo anterior ha provocado una desbandada de militantes panistas que han buscado otros partidos políticos para contender en las elecciones locales, por lo que en unos días más se conocerá qué tan grave es la fractura al interior de Acción Nacional.

 

Hay otros panistas que desde ahora documentan las supuestas irregularidades e inconsistencias legales detectadas en el proceso interno a fin de estar en posibilidades de impugnar en las instancias del partido las designaciones de candidatos y, en caso de no tener una respuesta favorable, recurrir a los tribunales electorales para evitar que se consuman esos abusos y excesos de poder.

 

Un registro que será impugnado y litigado será el de la diputada federal con licencia Claudia Pérez Rodríguez, quien hace unos años abandonó al PAN en Tlaxcala para apoyar a Morena y su Cuarta Transformación.

 

Para nadie es desconocido que la legisladora encontró dificultades para seguir su carrera política en el partido que fundó el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, por lo que decidió regresar al PAN con ayuda del convenenciero poblano Rafael Alejandro Micalco Méndez y con el aval de José Gilberto Temoltzin.

 

El PAN y sus dirigentes consideran que Claudia Pérez es la mejor carta que tienen para pelear la alcaldía capitalina, razón por la cual han desechado otras opciones como la que representa la ex síndica Katy Verónica Valenzuela Díaz.

 

La unidad interna en el Partido Acción Nacional hasta antes de su proceso interno se veía fortalecida y sin riesgos, cualidad que incluso fue reconocida al interior de la coalición “Unidos por Tlaxcala” que integró el PRI, PAN, PRD, PAC y el PS, sin embargo hoy el panorama es diferente y de seguir las disputas por las candidaturas la división en ese partido tendrá efectos negativos.

 

Pronto se conocerán los nombres oficiales de los candidatos panistas y veremos cuántas imposiciones y compromisos existen.

 

La ruptura en el PAN es inminente.

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