El intento que ayer hicieron y aprobaron los diputados locales para hacer una realidad la comparecencia de los funcionarios que integran la administración estatal  fue bueno, pero ahora habrá que ver que ese ejercicio se realice sin complicaciones o trabas.

 

 

 

 

Antes de esa reforma constitucional, la probable presencia de funcionarios ante legisladores para explicar alguna acción o aclarar dudas de un programa o plan era necesario que el mandatario estatal lo autorizara, situación que casi nunca sucedía porque era obvio que la comparecencia serviría más a los intereses de los diputados que a los del gobierno.

En la administración de Marco Antonio Mena Rodríguez hubo intentos de hacer comparecer a funcionarios del gabinete pero ninguno se concretó, lo cual también se registró en la gestión del hacendado Mariano González Zarur.

Ayer, los diputados aprobaron una reforma que por fin eliminó la facultad que tenía el gobernador en turno para autorizar que los miembros de su gabinete acudan ante el Congreso del Estado para llevar a cabo una rendición de cuentas.

A partir de ahora bastará con que el pleno del Poder Legislativo apruebe con una mayoría simple la comparecencia de un funcionario para que en un plazo no mayor a 10 días se realice este ejercicio de forma obligatoria.

La futura rendición de cuentas de funcionarios en Tlaxcala dependerá de cómo se integre la próxima Legislatura local. Habrá que ver si alguna de las dos coaliciones que se conformó para los actuales comicios logra las posiciones necesarias para controlar el Congreso del Estado o si la representación de los 25 diputados se da tan variada y de forma plural que implicará complicadas negociaciones entre dos o tres grupos.

La próxima gobernadora o gobernador del estado deberán considerar esta variable a la hora de designar a los funcionarios que integrarán la futura administración, porque seguramente habrá uno que otro que será llamado a comparecer y para salir bien librado tendrá que dominar los temas de su área y tener la habilidad de debatir.

A los actuales diputados hay que reconocerles la voluntad que tuvieron para concretar ese cambio legal que era necesario en Tlaxcala.

Por cierto, le comento que la salida de diputados de la actual legislatura para participar en los comicios del próximo 6 de junio sigue. Ayer se conoció que la ex morenista y hoy representante de Redes Sociales Progresistas, Patricia Jaramillo García, participará en la contienda por la diputación federal del segundo distrito, lo cual es una tontería porque sus posibilidades de ganar son minúsculas.

Otra legisladora que dejó su cómodo lugar para buscar la reelección es la verde ecologista Maribel León Cruz, quien después de llegar al Congreso del Estado por la vía plurinominal ahora quiere hacerlo a través del voto de los electores del noveno distrito local y con el respaldo de la coalición “Juntos Haremos Historia en Tlaxcala” conformada por Morena, PT, PVEM, Nueva Alianza y el PEST.

Aunque tiene la ventaja de ser la candidata de esa coalición, su triunfo no está garantizado porque en ese distrito el PAN peleará con todo al contar con el respaldo de la coalición “Unidos por Tlaxcala” que está conformada por ellos y también por el PRI, PRD, PAC y el PS.

Hasta ahora van siete diputados que dejan su lugar en el Congreso del Estado y en los siguientes días se espera que se sumen otros más a la aventura de buscar un cargo más.

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