La rotación de algunos funcionarios en el gabinete del gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez ha empezado a dar resultados para la administración. La escasa movilidad y acercamientos con los tlaxcaltecas a través de la Secretaría de Salud se superaron, al igual que el problema de la escasez de placas para automovilistas que se prolongó por varios meses.

La salida de Alberto Jonguitud Falcón de la Secretaría de Salud y la llegada de René Lima Morales ha permitido un cambio en la operación de esa dependencia, pues desde hace unas semanas y a través del programa denominado “Ruta por tu Salud” se decidió acercar los servicios médicos a los tlaxcaltecas, situación que ha permitido cambiar poco a poco la percepción que se tenía en el sentido de que ese sector estaba abandonado o no le interesaba a las autoridades estatales.

Otra dependencia donde también se percibe un estilo diferente de trabajo, es en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes del Estado, donde el nuevo titular José Luis Ramírez Conde se abocó para solucionar el problema heredado y que tenía que ver con la escasez de placas nuevas para los automóviles, ya que desde mayo de este año prácticamente se agotaron las láminas y las pocas que quedaron se limitaban a los ciudadanos, lo que alentó la corrupción en esa dependencia.

Hoy las placas nuevas están disponibles y en unos días más se espera que quede regularizado el abasto y los trámites a fin de disipar el malestar de los tlaxcaltecas.

Pero así como hubo funcionarios que emprendieron acciones concretas para atender la problemática que tenían sus dependencias, también hay otros que están dedicados a echar rostro y presumir los avances que ha tenido su sector, pero que en realidad no se han metido a atender los contratiempos que existen.

Un buen ejemplo de lo anterior es el caso del olvidado hotel propiedad del gobierno del estado y que se localiza en Atlihuetzia, el cual en teoría sería manejado por la cadena Holiday Inn.

La responsable de la Secretaría de Turismo, Anabel Alvarado Varela, lejos de andar cacareando el crecimiento sostenido de esa actividad, debería dedicarle tiempo a verificar por qué razón dicho hotel no ha abierto sus puertas, luego que a finales del gobierno de Mariano González Zarur fue cerrado y arrebatado al grupo Hoteles Misión.

El anterior titular de la Secretaría de Turismo del Estado de Tlaxcala, Roberto Núñez Baleón, reveló en el 2017 que se buscaría una nueva cadena hotelera para que se hiciera cargo del inmueble y éste pudiera reabrir sus puertas en el menor tiempo posible.

Meses después se supo que la cadena Holiday Inn se haría cargo del hotel tras concretar una inversión de 120 millones de pesos para su remodelación, sin embargo ya paso el 2018 donde se dieron dos probables fechas para su reinauguración sin que ninguna se concretara.

El 2019 también está por terminar y nadie sabe para cuándo estará operando ese hotel.

La funcionaria estatal debería mostrar mayor interés por el tema porque no resulta lógico que exista un hotel parado por la negligencia de alguien.

Un funcionario que deberá mostrar en el 2020 sus dotes de buen político y negociador para evitar que los campesinos realicen marchas y protestas, es Arnulfo Arévalo Lara, quien asumió el control de la Secretaria de Fomento Agropecuario.

Para el siguiente año su dependencia dejará de disponer de 38 millones de pesos que recibía de la federación a través del programa el Programa de Concurrencia, lo que sin duda generará la molestia de los productores que por años tuvieron acceso a esos fondos que utilizaban para la renovación de maquinaria, tractores, arados de rastras, remolques y otros equipos.

Si bien Arnulfo Arévalo concluirá el presente año sin sobresaltos y con resultados positivos por lo encaminado que le dejaron la dependencia, para los siguientes meses podría enfrentar problemas ante la falta de recursos para operar, pues los hombres del campo tlaxcalteca empezarán a reclamar la cancelación de los apoyos.

Veremos si ex el diputado tiene las tablas para mantener sereno el sector o si éste se le sale de control y se convulsiona como en los primeros años del gobierno panista de Héctor Ortiz Ortiz.