Sin medir y calcular las implicaciones de su actuar, los diputados locales pronto saldrán raspados y desgastados de más cuando empiecen a desahogar algunos de los 48 juicios políticos que tiene pendientes, pues es muy probable que utilice diferentes varas para medir y proceder porque de entrada no se sabe cuál es el criterio que emplearon para determinar qué caso si es prioritario y cual no.

Si bien los casos de juicio políticos son analizados y tratados en el Poder Legislativo, hasta ahora sólo el que se armó contra los comisionados del Instituto de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales (IAIP) Marlene Alonso Meneses, Francisco José Morones Servín y José David Cabrera Canales ha procedido.

El asunto que se resolvió a mediados de julio de este año terminó con la destitución de los mencionados comisionados una vez que el pleno del Congreso local se erigió en jurado de sentencia respecto a tres juicios políticos promovidos desde el 2018.

Sólo 17 de los 25 diputados se instalaron en sesión extraordinaria para resolver esos juicios, pues a la sesión no se presentaron la perredista Laura Yamili Flores Lozano, las morenista María del Rayo Netzáhuatl Ilhuitcatzi y Patricia Jaramillo, así como la petista Irma Yordana Garay Loredo y los miembros de la bancada de Morena Víctor Manuel Báez López, Rolando Pérez Saavedra y José María Méndez Salgado, a quienes se sumó el delicado coordinador del PRD Miguel Ángel Covarrubias Cervantes.

Lo curioso del caso es que ahora entre esa lista de legisladores tlaxcaltecas hay unos que están presionando para que se agilicen algunos juicios políticos como el actual coordinador de los diputados de Morena José María Méndez Salgado y otros para que ciertos asuntos sean ignorados y no se les dé el trámite correspondiente.

De acuerdo con las declaraciones de ese legislador que preside la Comisión Instructora de Juicio Político del Congreso del Estado, hay 48 casos que están pendientes, mismos que son herencia de la pasada legislatura, por lo que se espera que un día de estos sean tratados y desahogados a fin de atender y dar respuesta a las denuncias de los ciudadanos inconformes.

El legislador conocido como “El Chema” afirmó que de esos expedientes 10 son prioritarios y que requieren una urgente resolución, pero no explicó cuáles son las razones y elementos que tienen para ser catalogados como apremiantes.

Su postura pareciera que tiene un interés personal y político porque en la lista de los 10 casos prioritarios incluyó los más recientes asuntos que llegaron al Poder Legislativo y que se refieren a los presidentes municipales de Huamantla y Axocomanitla, Jorge Sánchez Jasso y Martha Palafox Hernández, respectivamente, quienes para su mala suerte han logrado los consensos que se requieren para que los diputados opten por removerlos.

Más allá de que existan los elementos y las justificaciones legales, contables y financieras para destituir a esos dos ediles, lo cierto es que el proceder de los legisladores será muy cuestionado porque desde ahora ya se presume que en esos casos hay intereses poco claros y que están actuando por consigna, porque es obvio que dan entrada a esos expedientes y olvidan otros más que se presentaron con anterioridad y un principio básico de la ley “es que el primero en tiempo es primero en derecho”.

Habrá que ver si la vara utilizada para medir a esos dos alcaldes es la misma que emplearán los diputados tlaxcaltecas para otros presidentes municipales como el de Apizaco, Julio Cesar Hernández Mejía o el cachondo de Zitlaltepec de nombre Alejandro Juárez Cajica.

El tema de los juicios políticos es un arma de dos filos que los diputados deben aplicar correctamente si es que no quieren dar los elementos para que el estado se convulsione. Si un alcalde es destituido más por cuestiones políticas que legales, no dude que en las siguientes semanas se presenten más solicitudes de ese tipo y se registren movilizaciones para exigir el cambio de autoridades municipales.

Los diputados están por abrir una puerta que quizá después se arrepientan de haberlo hecho.

Al tiempo.