Todo hace suponer que el ex gobernador de Tlaxcala será el responsable de la estructura electoral rumbo a los comicios del 2018. Por lo pronto empujará con todo las aspiraciones de su amigo José Antonio Meade, quien la semana pasada confirmó que buscará contender en las elecciones presidenciales del 2018.

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Algo sabe el secretario de Hacienda y Crédito Público, José Antonio Meade Kuribreña, porque en su gira por Tlaxcala dejó muy claro que recorrerá el país porque tiene un proyecto político rumbo al 2018, por lo que no dudo ni un segundo en solicitar el respaldo del gobernador Marco Mena.

La mañana del 11 de abril, Meade Kuribreña se dibujó como serio aspirante dentro del PRI para buscar la candidatura a la presidencia de México, de ahí que optó por mostrarse amable y cercano no sólo con las autoridades que compartió el pan y la sal, sino con los tlaxcaltecas que horas más tarde asistieron a la firma de Convenio entre Financiera Nacional de Desarrollo y el Gobierno del Estado de Tlaxcala.

Tal fue su protagonismo y actitud que ese mismo día diputados locales del PRD y PT criticaron la gira del funcionario federal, porque sus eventos fueron utilizados con la clara intención de placear al titular de Hacienda.

En la mañana del 11 de abril, el funcionario pidió a los alcaldes reunidos en la Casa de Gobierno de Tlaxcala que le plantearan sus proyectos y problemas relacionados con la Secretaría de Hacienda a fin de establecer si éstos podrían ser apoyados y solucionados.

Los ediles priistas y de oposición que mostraron una visión muy corta, lejos de solicitar recursos para realizar obras o acciones en este año y durante el 2018, se limitaron a pedir que les fueran condonados los adeudos fiscales que heredaron sus administraciones con el SAT, pues según ellos afectan seriamente las finanzas de sus ayuntamientos y les impide realizar obras públicas.

José Antonio Meade sacó la experiencia y discretamente guardó la cartera que estaba abierta. Luego ofreció que el caso de los adeudos con el SAT sería revisado y que en un par de semanas los presidentes municipales tendrían una respuesta a su solicitud.

Yo estoy aquí porque me importa Tlaxcala, pero sobre todo por mi amistad con Mariano González Zarur a quien reconozco como un excelente gobernador y porque cuenta con una estructura electoral que a muchos de ustedes les permitió ganar en los pasados comicios locales, expresó Meade Kuribreña.

Marco Mena no se inmutó por esas palabras, aunque algunos testigos observaron que su rostro se enrojeció.

Me queda claro que Mariano González está convertido en un operador político del secretario de Haciendan y que mañosamente decidió aprovechar el gobierno de Marco Mena y de los alcaldes para apuntalar el proyecto de su amigo.

Aquí en Tlaxcala al menos hay ya dos estructuras visibles de igual número de aspirantes a la candidatura del PRI a la presidencia de México. La mayoría de las delegaciones federales opera a favor del secretario de Gobierno, Miguel Ángel Osorio Chong, mientras que las autoridades estatales y varios presidentes municipales harán lo propio por José Antonio Meade.

Lo que es la vida, muchos daban por muerto políticamente hablando al exgobernador Mariano González y ahora resulta que está coordinando la precampaña de Meade Kuribreña, quien al parecer es el candidato del presidente Enrique Peña Nieto para los comicios del 2018.

Pero es obvio que ese apoyo no será gratis, porque sin duda uno de los candidatos del PRI al Senado por Tlaxcala tendrá el apellido González. Al tiempo.