Mañosamente colocó una raya roja y la palabra Tlaxcala. Los colores originales, blanco y verde, se mimetizaron con los del PRI, pero el INE acusa un inquietante autismo
Un diseñador de esos muy acá, tomó la greca publicada en el libro “Diseño e Iconografía Tlaxcala”, pintó de rojo una de las rayitas y le dijo a su amo: “genial, esta parece eme, esta ge, tienen un verde como de hoja seca, junto al fondo blanco y la raya roja, tenemos los colores del partido combinados con las iniciales de Mariano González”.
Seguramente le dieron obra… oigan, pues es que fue un creativo.
Nada más faltaba los rollos mareadores de Marco Mena y la calidad de tonto de Marcos Rodríguez del Castillo.
El primero asegura: “son artes decorativas de Tlaxcala y formaron parte de culturas durante la época prehispánica, no hacen alusión a logros de un gobierno en particular y mucho menos a una persona en especial”.
El segundo entra en un inquietante estado de autismo.
Es un caso interesante, pues manejado como lo plantea el responsable del fracaso de la presentación de Plácido Domingo en el Estadio Tlahuicole, hasta le quedamos a deber a esta administración… ni mañosa, ni aprovechada, sino todo lo contrario.
Un explicativo boletín –como tríptico para el Itea- explica, basado en la ciencia los porqués la oposición se confunde alegando que las manchigrecas inducen al voto: “La historia nos dice que las grecas y en particular las que aparecen en planteles educativos de la entidad, son legado de nuestros antepasados que habitaron Tlaxcala”.
En otras palabras: se friegan aquellos con la idea que esas manchigrecas serán borradas de las fachadas de las escuelas donde se instalarán casillas.
Además, el señor Mena nos hace sentir ignorantes, pero en su propio lenguaje lo justifica y, no crean, ahí por algún recoveco nos otorga el perdón por ser tan brutos: “las investigaciones de expertos en la materia documentan que (las grecas) aparecen en pinturas, cerámicas, documentos, joyas y objetos de uso ritual, generados en el pasado”.
No, pues pidamos manchigrecas para nuestras casas, negocios y hasta coches. Así, con las explicaciones del simpático Mena nos volveremos un pueblo culto.
Pero no perdamos de vista el comportamiento del Instituto Nacional de Elecciones (INE) y su presidente del consejo local, Marcos Rodríguez del Castillo.
- Permitir pintas con los mismos colores del PRI en muros junto a los cuales colocarán urnas, acomodarán a los funcionarios de casilla y quedarán frente a las filas de electores, por supuesto que es inductivo del voto.
- Si el INE persiste en su mutismo respecto a este tema, o en el peor de los casos, lo justifica, quedarán claros arreglos extralegales entre un sistema tramposo y chapucero y un funcionario visiblemente parcial, y cínico a la hora de restar públicamente importancia al asunto de las grecas tricolores.
- Vivimos una crisis pre electoral. Rodríguez del Castillo, se asume un servidor público de convenenciero autismo, ¿qué no será capaz de pasar por alto al momento de la elección y cuando esta haya sido declarada el peor cochinero de la historia?
La obligada demanda
Los editores de “Diseño e Iconografía Tlaxcala”, donde aparecen los códices que Mariano tomó, tienen la obligación de demandar al gobierno de Mariano González Zarur, a su partido, y a todo personaje que utilice imágenes de un códice practicándole una grotesca alteración. Su color original es verde con fondo blanco. Nunca se observa una raya roja.
Nuestras fuentes nos dicen que esa demanda está por presentarse.
Darle un uso ambiguo, “decorativo e histórico”, según Marco Mena, pero con los colores del PRI, conservará su esencia histórica nada más en el cerebro de Marcos Rodríguez del Castillo, visiblemente comprometido con una causa política.
Lo malo es que es la autoridad electoral.
Lo peor para él es que cada vez más personas, ayudadas por el ingenuo mamarracho de apellido Mena Rodríguez, se dan cuenta de la alteración de las imágenes del tan polémico códice, cuyos autores jamás imaginaron que caería en manos de mañosos y aprovechados.
Viola funcionaria veda electoral
Obligada por la Ley a un comportamiento discreto, la secretaria de Turismo y Desarrollo Económico, Adriana Moreno Durán, no ha tenido empacho en difundir la creación de setecientas nuevas fuentes de empleo, tras importantes inversiones de la iniciativa privada.
Se ha pasado el sexenio organizando viajes de placer para su jefe, pero en estas fechas de veda electoral, le da por levantar la mano y gritar a todos los que la escuchen, “miren, estamos creando nuevos empleos”, casi como un contrapeso para el asunto aquél de la nómina rasurada de los burócratas del estado, para llevar ese dinero a un partido político.
Insisto en el molesto autismo de Marcos Rodríguez del Castillo.
Deshacer contrataciones
Fue tan manoseada y perversa la creación de nuevas plazas en el Congreso que diputados como los del PAN se dicen listos para revertir el proceso que los beneficia con puestos de trabajo.
El coordinador tricolor, Florentino Domínguez Ordóñez, acepta que el asunto de las chambas, da al Legislativo la imagen corrupta y voraz contra la cual debieran estar los asambleístas.
La autora intelectual de esas contrataciones, la perredista Eréndira Jiménez, tiene la obligación de pronunciarse respecto a este tema. Seguramente dará marcha atrás a la penosa crisis de las plazas laborales… seguramente.
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