Ante la pérdida de identidad de los partidos políticos tas la efímera amistad para aprobar el programa de desmantelamiento, no les queda sino ofenderse sin medir los daños colaterales
Qué duro golpe a la democracia mexicana fue el Pacto por México. A instancias del presidente Peña fingió un idilio temporal entre partidos y, aprobadas las famosas reformas estructurales sobrevino un estrepitoso divorcio, cuyas consecuencias hoy vivimos con una elección atestada de ofensas y descalificaciones.
Estados como el nuestro viven su propio calvario, con autoridades y su monólogo de, “la democracia plena” y con la complicidad de la autoridad electoral para coronar lo que puede convertirse en el peor cochinero electoral el siete de junio.
Hoy no hay candidato libre de un proselitismo con dardos venenosos hacia sus contrincantes.
Así que el éxito no depende de ir a la urna y votar libremente, sino de la habilidad de la llamada estructura de cada partido.
Un pueblo empobrecido ve la oportunidad de atemperar momentáneamente su crisis accediendo a vender su voto. A ese extremo llegamos.
No es el candidato con las mejores intenciones el que tenga un triunfo en la mano, sino aquél capaz de estimular hábilmente al elector, movilizarlo a la urna y vigilar que sus contrincantes no le hagan lo mismo.
Un estado donde el Instituto Nacional Electoral (INE) se hace de la vista gorda con las pintas inductivas del PRI y sus manchigrecas en setenta escuelas donde se instalarán casillas, confirma que en ese cochinero de junio a la autoridad electoral corresponde una parte importante de responsabilidad.
Desánimo colectivo
A la llegada de Peña hubo quien abrigó la esperanza para que casos extremos como Mariano enderezaran el rumbo.
Al ser el sexenio del dejar hacer y dejar pasar, híbridos como el que nos gobierna fortalecieron su autoritarismo y se hicieron célebres integrantes de la porra que desmantela al país.
Ni modo que el colectivo mantenga expectativas positivas ante semejante tragedia.
Los que saben de crisis como esta y los que han comenzado a palparla tienen la certeza que vienen tiempos difíciles.
Ver al Presidente de la ofensiva casa blanca ataviado con gran gala en Buckingham con el único objetivo de hacer un desventajoso negocio prendario con el petróleo de los mexicanos, ha sido uno de los golpes más fuertes.
Ver a Mariano como presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) pronunciando elogiosos discursos al federalismo y su injerencia en los estados es otro golpe a la conciencia colectiva, habituada en el primer tercio de este gobierno a las maldiciones contra delegados federales.
Recuento de daños
Parece que una de las peores partes en esta catástrofe la padece el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y su insistente rastrerismo vía el incomparable Carlos Navarrete. Están pagando el precio de la incorporación al Pacto y la pérdida permanente de identidad.
Se dieron cuenta de su caída libre cuando la propia Izquierda comenzó a abrirles boquetes en la Ciudad de México. Ni qué decir del cataclismo guerrerense y la caída de Ángel Aguirre.
Así le pagaron al PRD por la sumisión al Pacto.
¿Su reacción? Ofender mediante spots televisivos al sistema que meses antes lo tuvo comiendo de su mano.
¿Qué originó? Esta decepción colectiva. Esta creencia de que lo malo ante la pérdida del equilibrio ideológico entre partidos –al menos de manera teórica- aniquiló las posibilidades de una coexistencia en el marco del respeto a las ideas.
¿Y la derecha?
Pagando las consecuencias de haber trepado al carro para saquear al país. Y no le queda sino el efímero gusto de ofender con spots al… brillante líder del PRI y su reloj de dos millones de pesos. A Peña y su cuantiosa comitiva presentes en Buckingham, estropeando los tapetes con sus uñotas.
Porque de otra cosa no han sido capaces al despojarse voluntariamente de la calidad moral para reprobar a un sistema que nos ha llevado a los terrenos que ni él mismo imaginó.
De tecnificaciones a asistencias
¿Creer a candidatos que omiten los temas propios de quienes se proponen conformar la legislatura para remachar la obra de Peña? Porque es lo único que buscan.
Escucharlos hablar de la tecnificación del campo y los programas para ayudar a los viejecitos, cuando ambos tricolores tuvieron papeles relevantes en una administración incapaz de aclarar el ¿autorrobo?, de miles de toneladas de fertilizante, y que alentó el maltrato a las personas de la tercera edad, lo único que logra es agrandar el hoyo negro de incertidumbre, respecto a la verdadera esencia de la elección del siete de junio.
El que se ríe se lleva
Así que el desplegado albiazul donde los legisladores de ese partido usan a los medios para quejarse de acusaciones infundadas de parte del presidente del PRI, Marco Mena, lejos de contribuir a la esperada enmienda ante el pueblo, atiza la lumbre entre supuestos enemigos ideológicos con acciones comunes tan extrañas como meter a sus parientes a la nómina del Congreso.
Deberían acudir al ministerio público o de perdis fincarle responsabilidades en un proceso ante las instancias que no les permitan este juego hipócrita.
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