Inexplicablemente, el evento más importante que debería dar realce y prestigio a Tlaxcala, no deja de estar en las manos del mismo grupo que data de los setenta.

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Una sola declaración del hoy presidente del Patronato de Feria, Ariel Lima Pineda, bastó para borrar de un plumazo las irregularidades detectadas por el Órgano de Fiscalización Superior (OFS) y que llevaron al entonces responsable, Joaquín Cisneros Fernández, a expresar su enojo al sentir su probidad vulnerada.

Ariel, que por razones inexplicables no deja el patronato ha quedado en el lugar de Cisneros. No puede impedir que su llegada se dé en medio del cuestionamiento: ¿Y Adriana Moreno y su perspectiva para el estado?, ¿Palomeó ella a Lima?

Creo que se trató de una imposición más del manchi régimen, donde la apuesta a reciclar cadáveres políticos de los setenta y los ochenta, tiene sumida a la entidad en un atraso que lastima.

Lejos de ser el escaparate de la cultura y la tradición, la feria se convierte en el negocio del mismo grupo que por años afectó al municipio de Tlaxcala, a la Comisión de Agua Potable, al PRI… como ustedes pueden ver, el nombre del nuevo titular del patronato lleva implícita la firma del desencanto en un evento que algún día dejará a los dinosaurios para proyectar a Tlaxcala hacia algo muy distinto a los Lima, a los Velasco, a los Herrera Murga.

Guarecidos en día inhábil

Preocupada porque las cuentas públicas reprobadas en el OFS acabarían con más de medio Ejecutivo, la mayoría de diputados locales decidió reunirse el domingo anterior, para aprobar en su búnker esos estados financieros tan desastrozos.

Y así, fue sepultada la práctica de beneficiar a una sola constructora a través del Itife -200 millones, al parecer a la empresa de un joven simpático y bien parecido-, otros 200 millones en el caos ocasionado por Jesús Fragoso al frente de la Secretaría de Salud, y otras cantidades de escándalo en la USET (350 mdp) en el Cobat, Cecyte, en fin, hemos quedado inscritos en la lista negra de la historia.

Aquellos que muy orgullosos portaban la camiseta del pueblo, quedaron petrificados. Sus ideales de justicia social, democracia y demás teorías fueron superadas por el olor de los billetes de mil pesos dentro de los mullidos sobres que les llegan vía finas manos -a veces aplican el dos de bastos- o el acumulamiento de ceros a la derecha en sus respectivos estados de cuenta bancaria.

Somos el estado más pobre con los diputados más ricos.

Nuestros niveles de desempleo e inseguridad están al tope, mas los nuevos ricos se pavonean en las camionetas último modelo tan caras como del mal gusto, ya no tienen dedos para colocar más anillos, ni pescuezo para colgar más cadenas.

Esa es nuestra realidad en la relación entre poderes.