La avasallante convocatoria de AMLO en Tlaxcala, vuelve a plantear escenarios importantes para los procesos electorales que vienen.

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No es que el actual mandamás le haga fuchi al proceso sucesorio; su cortoplacismo y cortedad de miras lo hicieron a un lado, mientras sus antecesores no han desaprovechado la oportunidad para afilar las lanzas que usarán, primero en 2015, y ya cavado el sepulcro político para el hacendado, en 2016.

Ayer domingo, fue posible corroborar la convocatoria del ex mandatario Alfonso Sánchez Anaya, cuya ambigüedad en este negocio le permite venderse como el activista de Izquierda por antonomasia, sin abandonar su pertenencia a la clase divina.

He ahí el truco que a sus no pocos seguidores los seduce: «el güero no es tacaño, por eso se le extraña», a diferencia de lo opinado acerca del bigote más temperamental de Tlaxcala, cuya insuperable idea de la sangre azul, lo inhibe de compartir cosa alguna con los pobres.

Pero Alfonso no está solo en esta empresa. Comparte créditos con Ana Lilia Rivera, la otra activista -esa sí, de genuino surgimiento en la oposición y de lealtad inalterable a AMLO- cuyo nombre no debe dejar de observarse en este innegable proceso selectivo a la elección más próxima.

Creo que Maricarmen Ramírez, es otra figura, refulgente en la Izquierda de postín, a la que alguna vez perteneció Minerva Hernández, antes, mucho antes de desmoronarse ante su tragedia llamada Adriana Dávila.

Pues ayer, la Plaza de la Constitución de Tlaxcala, dio cuenta de una vasta asamblea constitutiva, supervisada por el vocal ejecutivo del Instituto Federal Electoral, Marco Rodríguez del Castillo, quien hubo de aguantar el aire de todos santos y las ironías del escritor Paco Ignacio Taibo II, a quien valió una madre raspar a ASA, «y su apendejamiento», que le hizo necear para imponer como candidata a su cónyuge en un proceso que los llevó al fracaso.

El hermano miserable

Tonchis, el de las horribles chamarras verdes que le dejaron una fortuna, no quita el dedo del renglón para medrar a la sombra de su carnal, y no conforme con aquél pingué lucro, apuntóse en un programa de la Sefoa para apoyar a campesinos pobres.

¿Y qué creé?, lo apoyaron. Le extendieron un cheque por 150 morlacos para acabar de pagar un potente tractor John Deer que le anda pegando a los 640.

En eso consiste la diferencia. A Héctor y ASA, les interesa estar vigentes para poder disputar el poder. Al otro lo que le interesa es que el día tenga más horas para aprovecharlas oiga usted, porque esta fue la primera y última oportunidad en un puesto de semejante envergadura.

¿Queso?. ha masticado más del que puede tragar. Por eso lo disperso. Más ahora que viene la feria.

¿Planes importantes?, ¡No, ahora es momento de tranzar y humillar a los toreros de la temporada, de ver quién va a hacer las trampas en el casino!

¿Desarrollo, bienestar para el estado? ¿Qué carajos es eso?