Si el Presidente viene, lo hace en un marco de rechiflas al de casa, porque no va a dejar de cobrarle aquél fracaso electoral inducido, cuando todo lo tuvo para ganar, pero le perdió la fe, ¿acaso la tuvo con Andrés Manuél?
Momento 1.- Las delegaciones federales no tienen razón de existir, sugiere el gobernador Mariano González Zarur. Bueno, estaban en manos de panistas. Para ser precisos, mayoritariamente de adrianistas y su operación de ninguna manera iba a parecerle adecuada para su causa.
Momento 2.- No desaprovecha oportunidad para asistir a actividades encabezadas por los delegados federales. Si puede los regaña. Faltaba más. Para eso están. Percibo que la esperanza de recibir grandes obras e inversiones valiosas a través de ellos será lo último que muera.
Tampoco dejó de influir en cuanto nombramiento de delegado pudo. Algunos recibieron el hueso por mérito propio, convocadas por Presidencia, o gracias a las recomendaciones, por ejemplo de Beatriz Paredes, en una especie de acto consumatorio de su autoexilio… un doloroso lamento antes de abordar el avión a tierras cariocas. Y pues ahí anda el plúmbico Enrique Padilla, como evidencia tangible de ese suplicio.
Hay que ver lo poco que pudo conseguir para amigos entrañables, como Joaquín Cisneros, quien de los faraónicos puestos y chambas desempeñadas durante el marianismo, pasó a ser titular de la delegación más modesta, por cierto dentro del mismo capítulo de reparto agrario, nada más que hoy a la inversa, desmantelando el ejido para poder regresar las tierras a los latifundistas… así acaba uno.
Nada en concreto
El cambio de percepción respecto a las delegaciones es lo de menos. Lo grave es la ausencia de alguna obra de relevancia.
Digo, groseramente se vino abajo aquél proyecto al alimón con Rafita Moreno Valle, de unir a Apizaco y a Puebla con aquél entrañable ferrocarril en los recuerdos de tantas familias. Se vio a leguas la falta de química entre Peña Nieto y el grandulón que gobierna aquí a lado. Nada más que nos llevaron entre las patas.
En cambio, grandes proyectos ferroviaros en el norte y sureste del país llenaron la agenda del nuevo presidente, quien tenía que venir aquí, para materializar el tan socorrido desplante tricolor en aquellos a quienes con hechos se demuestra la falta de afecto.
Los abucheos a Mariano en San Pablo del Monte, durante la primera gira de trabajo, acompañado por Chayo Robles (andaban en eso de la cruzada contra el hambre) fueron del tamaño de la capacidad organizativa de la gente de Gobernación.
Sepan ustedes que cada grito de desprecio obedeció a una precisa capacitación que buscaba y, consiguió, exhibir feamente en su propia tierra al sujeto desbocado que prometía las perlas antes de la elección federal de 2012, pero entregó las peores cuentas.
De Sánchez Piedras a la fecha, no habíamos estado tan amolados. Con el apizaquense comenzó el despegue del estado pobre. La industrialización de nuestro modesto trozo de patria generó empleos. Inició la construcción de caminos, el desarrollo en el sector educativo y, en la política teníamos el privilegio de contar con uno de los más reconocidos líderes a nivel internacional. Al grado que su entereza de carácter y defensa de sus convicciones lo colocó en la banca, despreciado por un sistema que seguramente le tuvo miedo.
Hoy, desmantelamos esa obra. Quebramos Ciudad Industrial Xicohténcatl. Hacemos lo mismo con Pensiones Civiles, con el Fomtlax, aporreamos a los ancianos y nos burlamos de los policías.
Mas lo peor estaba por llegar. La indiferencia del gobierno federal.
Mientras el presidente Vicente Fox, aprovechaba cualquier pretexto para venir, aunque sea a dejar bicicletas malhabidas, y a Calderón le dio por venir a ensuciar las chanclas iniciando aquí programas de reforestación, el señor don Copetes, nos ve como el rancho siniestro al que condiciona su estancia nada más para cobrársela a los operadores que le salieron copias piratas.
Hoy, recuperamos nuestro título del estado más maginado. Okey, contamos con esa infraestructura burocrática a la que tanto criticaba don Mariano. Pero dinero, obras, beneficios tangibles al nivel del estado pobre que seguimos siendo… nada de nada.
Eso sí… aprovechamos cualquier motivo para salir del país, a darnos la gran vida en los mejores lugares de Europa y Asia. En eso se nos va la administración de la abundancia presupuestal enviada por el gobierno federal, abundancia que paulatinamente se convierte en miseria.
Quebramos, le decía la infraestructura de carácter social, y desandamos ese camino que tanto nos ha costado transitar para despojarnos un poco de ese sino de fracaso… viera usted que en este sexenio salimos bien flamas para aquello de la destrucción.
Claro que duele.
Nos lo confirmaron
Hace unos días hubo movimiento en el helipuerto. Fue trasladado un importante personaje al hospital Médica Sur, ah sí, creo que el mismo que días después apareció para decir que su salud era como un roble. Como si no fuera posible corroborar su estancia en ese nosocomio, y las causas que la originaron.
Era obvio que los afectados no iban a reconocerlo, ¿pues cómo, verdad?, pero cuando se trata de causas naturales cualquiera puede comprender que hace falta la atención médica. Hay casos que pudieran evitarse con una conducta ceñida a la recuperación.
Pero al no haber volutad, al no derrotarse ante la bestia causante de ese infierno, la historia es la misma en la víctima que nos ocupa: siempre peor… y nunca mejor…
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