La derrota priísta, augurada por el mismo alcalde tricolor y el primer regidor, Erick Hernández Xicohtencatl, algo traen oculto… como que buscan su expulsión pero, no se les ha hecho.
¿Se vale que los propíos priístas del municipio de Tlaxcala descalifiquen a su partido? Algo traen entre manos. No son todos los que lo hacen. Es un grupo que se va haciendo grande en la medida en que se descorre la cortina de la imposición de un personaje perteneciente a una estirpe siniestra y corrupta que quiere retornar a ser la dueña del municipio, como alguna vez lo fue.
Pero, ¿qué es eso que tran ente manos? Sospecho que se trata de un pleito ratero que ha de buscar la fractura en el tricolor. Esto permitirá pintarlo de amarillo Lorena, y hará frente a la aplanadora marianista que, vía su fiel escudero José Luis González Sarmiento, se empeña en colocar como abanderado del PRI a Aldo Lima.
Tres momentos:
El primero. Tras ser alcalde tlaxcalteca, más gris que la suela de su zapato, Ariel Lima Pineda, de la vieja guardia priísta, se apoderaría de los negocios que se pueden hacer con el agua potable. Y créame, construyó una fortuna a partir de ese feudo, combinado con las ayudadotas de sus amigos tricolores, como Joaquín Cisneros y el propio Mariano González, dispuestos a tenderle la mano, como quien le da más poder a la bestia.
Segundo. Ariel fue desplazado de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Tlaxcala, por las huestes de Lorena Cuéllar, quien desde entonces comenzaba a ser incómoda, antipática y hasta peligrosa para el grupo apolillado del tricolor que, antes la había visto alzarse con sonoros triunfos electorales, precisamente cuando al PRI en manos de la beatricista Linda Marina Munive Temoltzin, le fue como en feria… todo lo perdió, menos el municipio capitalino, en manos de la hoy senadora perredista.
Tercero. Los juniores han tomado la batuta y resultan la versión corregida y aumentada de lo que sus papis han sido en eso de hacer negocio, sacar jugo y ganar hasta hartarse con prendas como la alcaldía tlaxcalteca o la comisión de agua. ¿Nombres?: el propio Aldo Lima… Marquitos Velasco, hijo del tristemente célebre apizaquense oficial mayor, Ubaldo Velasco Hernández (hay que cuidar sus manos plis).
Y con este escenario poco halagüeño, hasta cuando Carlitos Bailón Valencia, asoma sus antiestéticas mejillas (bueno, los cuates lo llaman cariñosamente cachetes de bombilla, jeje) surge la esperanza de que algo puede cambiar en este golpeado municipio, donde el apetito de cisneristas o lorenistas (claro que no son lo mismo), de marianistas o limistas, todos tienen algo en común: poco ofrecen para hacer próspera a la capital y al contrario, en cuanto pueden asestarle una mordida, lo hacen sin rubor alguno.
Así que el surgimiento de alternativas como la representada por el campeón de las pluris, el panista Fito Escobar Jardínez, quien hoy cuenta con el respaldo del orticismo (digamos, el otro grupo más poderoso en el municipio de Tlaxcala) las cosas se ponen color de hormiga para el tricolor, su dirigente balín González Sarmiento, y el portento de discursos motivadores, el extraño viejito tamaulipeco, Manuelito «el iluminado» Cavazos Lerma.
Falta ver si el dócil Paco Hernández, termina por ser la apuesta de Lorena o, si esta se conforma con el verdadero perredista, Víctor Briones Loranca (y lo apoya, claro, no lo traiciona), como propuesta del Sol Azteca… sí al que su ex dirigente, un tal Acametitla, lo dejó colgado de la brocha cuando se dijo a sí mismo: chaparro, es hora de sacar provecho por tanto sacrificio, tantas juergas, y tantos fracasos como presidente del amarillo, y dejar temporalmente la batuta al superratón, Cirstóbal Luna (el único perredista-marianista-orticista y madrador de panistas cuando fue diputado local, jeje)
He aquí el escenario en el cual cada vez más fulanos se disputan al municipio capitalino. Unos con lana, otros con maña, los más viejos con una antipatía a flor de piel, pero lo más simpático: el alcalde priísta, Pedro Pérez Lira y sus etílicas declaraciones, el primer regidor, Erick Hernández Xicohténcatl, y otros que son un montón, ya le encontraron la hebra a esto de la descalificación de su partido a priori, para culpar al gobernador Mariano González Zarur, de lo que ya ven como fracaso tricolor en Tlaxcala capital.
Hasta hoy, no han conseguido que los expulsen. A leguas se ve que ese es su propósito. Así se harán las víctimas y más jugo sacarán a las descalificaciones. O sea, qué malos, ¿verdad?. pero al ver que en el fondo adelantan su cara de fuchi a Ariel Lima y su prole… ups, uno no tiene más que darles la razón… así de graciosa está la crisis en el partido aquí en la capital de Tlaxcala.
Una historia del corazón
Hace unos meses, cuando las influencias de los más prencipales consiguieron el divorcio más rápido de la comarca, pos todos créibamos que lo que seguía era pura miel para unos tórtolos que primero se querían reteharto, pero luego como que se enfriaron, hasta que en lugar de quererse, comenzaron a malquererse.
Él, bien parecido, matasanos y matailusiones, vio con el tiempo y la «rompida de mecate» que andar como perro sin dueño, en materia de amores, es más entretenido que montarse en la cabalgadura de echar ráices verdá… como quien dice de sentar cabeza…
El muy tarugo (yo digo que más que tarugo es pen…) cuando le dijeron, oye cabrón pos cumple con la promesa, y este se hizo como que la virgen le hablaba, en ese momento labró su destino, un inche destino bien furris porque de la que era dueño de su corazoncito, calzonuda y poderosa le juró por esta: te voy a acabar, cabrón.
No digo que el despecho no haya mediado en este pleito tan sentido, pos el ex cónyuge su original compita no hace mucho que se matrimonió al verse más solo que una trucha en el Zahuapan. Tons, la susodicha (bueno no la hemos mentado mucho) decidió hacer efectivo el convenio por medio del cual, verdá, le habían degüelto la libertá al zonzo ese matasanos, pero como este quiso hacerse pato… ándale, dentro de poco vamos a ver como unos bien canijos van a comer adobo de pato, con todo y lo barbazul que resultó el muy gandalla.
Moraleja: si lo «desapartas» de los suyos porque tienes planes para él, no lo descuides mucho, porque lo más seguro es que se atasque en algún lodazal, como las mulas atascadas (jeje), a las cuales bien que les está el dicho ese que reza: la miel no se hizo para el hocico de los burros… o mulas, como usté quiera….
Otra de la graciosa democracia interna tricolor
Será dentro de unos días cuando aparezca la convocatoria para que, a nivel nacional se inicie el proceso de palomeo, claro, tras la escrupulosa búsqueda a nivel local de las mejores propuestas… o las imposiciones mejor operadas (que al caso vienen siendo equivalentes).
Y bajo esta lógica, en Tlaxcala, hay una dilación que a los múltiples militantes con la creencia que pueden aspirar a ser candidatos a diputados en la próxima legislatura local, habrán de ceñirse a atestiguar cómo, de repente aparezca una lista palomeada, sobre la que se podrán decir muchas cosas, menos que se trate de un asunto serio, en un marco de democracia interna.
Vienen esas listas palomeadas, y a quien no le guste que se aguante. Ese es el nuevo PRI, en manos de un dirigente tan malito como con el sino de perdedor dibujado en la frente.
Aún más, a esos palomeados, los verdaderos dirigentes del PRI en Tlaxcala (el michoacano y el jovenazo) ya habían aprovechado para plantearles que, ni apoyo para gasolina habrán de contar.
Digo con esos malos augurios, quién podrá sentirse sorprendido si es que el PRI truena como charamusca en julio.
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