Humberto Moreira voló tan alto y gastó tanto en él que su caída fue dolorosísima, al grado que el propio Enrique Peña Nieto, reclama el destino de los 36 mil millones obtenidos con engaños para endeudar a Coahuila.

Además del importante apoyo de los sectores del tricolor y del visto bueno de Enrique Peña Nieto y del senador Manlio Fabio Beltrones, al también destacado miembro tricolor del Senado, Pedro Joaquín Coldwell, lo liga a Tlaxcala una entrañable e inacabable relación, con Beatriz Paredes Rangel.

Biógrafos de la diputada federal y aspirante a Jefa de Gobierno de la Ciudad de México han llegado a mencionar al legislador quintanarroense como el amor de la vida de Beatriz. Hasta hay versiones que alientan el intachable desempeño de un hijo de ambos.

El reto de quien será electo este jueves por el Consejo Político Nacional (CPN) del Revolucionario Institucional como su nuevo presidente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) será encontrar el equilibrio en el partido, por lo menos hasta febrero, cuando el virtual candidato a la Presidencia, Enrique Peña Nieto, proponga una nueva dirigencia, encargada de organizar la elección de julio.

El senador Coldwell, de amplia trayectoria es un indiscutible factor de la unidad que urge al PRI, sometido a la primera parte de la metralla panista, artífice del justificado reclamo a Humberto Moreira, debido a la falsificación de documentos para obtener deuda por más de 36 mil millones de pesos durante el gobierno que encabezó en su natal Coahuila.

Remarcamos a la primera fase del ataque albiazul pues, sobre todo los duros del Yunque tienen reservada la madre de las batallas en contra del ex gobernador del Estado de México.

Tirar a Moreira dio un respiro al PAN ante la debilidad Josefina Vázquez Mota y, también levantó la autoestima de ese partido, preocupado por la pequeñez de Ernesto Cordero y el aislamiento en tanto condena en que Santiago Creel Miranda intenta sobrevivir políticamente.

Humberto Moreira es un espécimen tricolor tan débil ante el dinero que, tras la inexorable crisis por su administración, manirrota y engañosa en el gobierno coahuilense, no tuvo empacho para hundir a su partido en la campaña de posicionamiento de su líder nacional más ostentosa de la que se tenga recuerdo. ¿Cuándo se sabrá de su administración al frente del CEN?.

El coahuilense se procuró colocar rostro, voz y discurso en todos los espacios nacionales, sin importar el costo económico y el político que, con el tiempo hicieron más dolorosa su caída y junto con ella, la expectativa de la militancia al darse cuenta que el discurso del nuevo PRI, el que dialoga y escucha, se fue al caño con epítetos tan crueles como el expresado por el mismo Peña Nieto, al reclamar el destino del mundo de dinero aquél, del cual se dejó correr la versión de haberse utilizado en su propio posicionamiento.

La llegada de Pedro Joaquín Coldwell, reforzaría para entidades como la nuestra la idea de ir sólo con los personajes mejor posicionados, cuyo nivel se conocerá mediante reiteradas encuestas, sin más interés que disponer de lo mejor de su arsenal.

Viene por tanto la pregunta obligada. ¿Quién tiene más influencia con el nuevo líder nacional, Mariano González Zarur, ó Beatriz Paredes Rangel?

Si la ventaja asiste al gobernador, continuaría el nubarrón de temores en el Comité Directivo Estatal (CDE) pues al meter Mariano las manos a las candidaturas y los presupuestos, no queda más que pensar en la fractura, ya que paralelo al pretendido poder absoluto del mandatario en tanto líder moral de su partido también ha crecido la rebeldía de militantes a permitir la destrucción del monumental trabajo organizativo aceitando los engranes del desvencijado armatoste que pese a malos augurios, intenta arrancar para ser competitivo en el cotejo juliano.

En caso contrario, experiencia y oficio de Beatriz lograrían un doble efecto: conseguirían cohesionar a gran parte del tricolor, pero enfrentaría la fobia marianista que, ya había activado a connotados antibeatricistas como posible apuesta al senado, verbigracia Joaquín Cisneros y hasta José Antonio Álvarez Lima.

Veríamos fortaleza en personajes con amplia base social como Lorena Cuéllar Cisneros –aun siendo un desafío abierto al marinismo-.

Surge aquí el nombre de Anabell Ávalos Zempoalteca, también con una base social importante, pero con la necesaria cercanía a Mariano González y con una sólida amistad con Beatriz Paredes.

La semana anterior, antes de darse la dimisión de Moreira, la diputada Paredes Rangel pasó largo rato con Mariano en el Palacio. Ni quien dude del tema central: las candidaturas, pero hay algo más.

Beatriz ha abierto la puerta de entrada a su muy probable candidatura al Gobierno del DF. Fue algo así como, “¿para qué nos peleamos si hay lugar para todos?

Se supo entonces que Linda Marina Munive Temoltzin, por ejemplo, va a coordinar la delegación Milpa Alta y por tanto dejará de insistir en la candidatura a diputada federal por el segundo distrito. Así como la ex alcaldesa de Chiautempan, hay una larga lista de tricolores locales con la opción de trasladarse a la Capital, desempolvando sus zapatos y sobre todo eliminando telarañas como las que afectan a múltiples víctimas de la autosuficiencia marianista, pero con la desventaja de no ser protagonistas en la existencia del tricolor tlaxcalteca.

Luces rojas en Palacio

Finalmente fue descartada la noticia del supuesto despido de Hugo René Temoltzin Carreto, de la Secretaría de la Función Pública (SFP), pero nadie ha podido descartar el tremendo desgaste ante su jefe el gobernador debido a la inconsistencia de su desempeño. Tal vez uno de los últimos yerros fue haber citado al diputado Justo Lozano Tovar, a una especie de regaño y advertencia en sus oficinas pues se detectaron irregularidades en su papel de funcionario durante el gobierno anterior. El hecho pretendió ser un descontón mediático pero resultó una abierto e inútil acto de provocación a quienes nada más buscan un motivo para descargar toda su furia al gobierno.

El malestar de Plácido Domingo

Según versión de colaboradores presentes durante el armado del escenario donde cantó el tenor español, con frecuencia se le escuchaban frases en inglés y en francés. El hispano no contaba con que algunos de los ahí presentes pudieron entender su fraseo y, percatarse del tremendo enojo al notar la pésima sonorización y un sinnúmero de detalles sobre los cuales no presentó alegación y, se limitó a advertir a los presentes sobre un catarro causante de su mermada actuación.

A continuación puede usted ver dos videos de Plácido Domingo. Uno en la rotonda del Ángel de la Independencia en 2009 y el otro en el estadio Tlahuicole en 2011.

La presencia del tenor en Tlaxcala se labró en piedra maciza. Sin duda generó comentarios sobre Tlaxcala dentro y fuera del país. Aquí la acotación a los defensores incondicionales del concierto es muy breve: hay de comentarios a comentarios, pero no se cobran 5 mil 500 pesos por ver un espectáculo con sonoras fallas.

Esta es la interpretación de Granada (Agustín Lara) en el coso tlaxcalteca.

Y esta, la misma canción interpretada por Plácido Domingo en el Ángel de la Independencia en su inolvidable presentación en 2009:

Mire, no es criticar por hacerlo, pero hay una diferencia abismal en ambas presentaciones. Y conste que la estrella fue la misma.