De acuerdo con la información disponible, el ex alcalde de Zacatelco, Hildeberto Pérez Álvarez, salió de la cárcel desde principios de este mes y desde esa fecha se hizo ojo de hormiga porque nadie lo ha visto.

 

 

El pasado 4 de noviembre habría recibido su pase de libertad y el desprestigiado político abandonó el penal para dirigirse a su domicilio, sin hacer ruido o llamar la atención.

 

Lo anterior dejó entrever que hubo un pacto o acuerdo con el gobierno lorenista, quien junto con el juez que atendió su caso facilitaron todo para que el ex presidente municipal recuperara su libertad a cambio de que no diera entrevistas o se hiciera un escándalo mediático que contribuyera a maltratar aún más la deteriorada imagen de la administración que encabeza Lorena Cuéllar Cisneros.

 

El proceso penal de El Cachorro es un caso inédito, no sólo porque la carpeta de investigación se integró en días, al igual que se obtuvo la orden de aprehensión y se logró su detención, sino que el juicio y la aportación de pruebas fue tan preciso que en cinco meses se determinó que el ex alcalde era culpable de malversar 2.3 millones de pesos y que por lo tanto se merecía una sentencia de 6 meses de cárcel y reintegrar al ayuntamiento la mencionada cantidad para que todos, es decir, él, el gobierno lorenista y el juez, quedaran conformes y contentos, no así el pueblo, la oposición y otros actores políticos que intuyen o piensan que se trató de una simulación con cierto castigo.

 

Por qué se cuidó y se ocultó la liberación de Hildeberto Pérez.

 

Por qué el ex alcalde de Zacatelco no ha dado la cara.

 

Por qué si sus abogados decían que el proceso estuvo plagado de inconsistencias legales terminaron guardando silencio y aceptando la sentencia.

 

Cuándo regresó los 2.3 millones de pesos al ayuntamiento de Zacatelco.

 

Se le abrirá otro proceso penal por los presuntos desvíos detectados durante el ejercicio fiscal del 2023 y los correspondientes de enero a mayo de este año o simplemente se le perdonarán porque según la justicia ya se le dio un escarmiento ejemplar a El Cachorro.

 

Son muchas las preguntas que se han quedado sin respuesta.

 

Ese caso de supuesto combate a la corrupción en Tlaxcala lejos de ser un ejemplo, representa una burla y una burda simulación que provocará críticas y severos cuestionamientos al gobierno lorenista.

 

Ayer le comentaba que el caso de El Cachorro debería ser el parámetro para proceder contra los ex presidentes municipales que en algunos casos siguen acumulando desvíos millonarios como es el caso de San Pablo del Monte, donde Raúl Tomás Juárez Contreras El Pollo, no logró aprobar ninguna cuenta pública de su periodo como alcalde.

 

Hoy se tiene la duda sobre si las autoridades procederán o no contra los ex ediles, porque se podrá decir que son transas, pero muy dóciles y obedientes y que ninguno ha retado a la gobernadora Cuéllar o al morelense secretario de Gobierno, Luis Antonio Ramírez Hernández, como para echar a andar la maquinaria del poder y la venganza como la enfrentó Hildeberto Pérez.

 

Pronto se comprobará si hay o no voluntad para castigar la corrupción en Tlaxcala y específicamente contra los ex presidentes municipales, porque ya quedó claro que los ex funcionarios estatales que trabajaron en el gobierno del aliado ex priista y hoy morenista, Marco Antonio Mena Rodríguez, nunca serán molestados ni llamados a cuentas pese a que estaban más que documentadas sus desvíos millonarios.

 

O usted tiene algún dato o señal que diga lo contrario.

 

El inminente relevo en el PRI de Tlaxcala

 

El martes empezará el relevó formal de la renovación de la dirigencia estatal del PRI, de ahí que ese día se comprobará sí Enrique Padilla Sánchez será el encargado de revivir al ex partidazo que obviamente necesita un liderazgo diferente.

 

Ese día se llevará a cabo el registro de las fórmulas interesadas en ocupar la presidencia y la secretaría del Comité Directivo Estatal del PRI. Hasta ahora sólo se habla que Padilla Sánchez está más que dispuesto a asumir el reto, propuesta que el dirigente nacional del partido, Alejandro Morena Cárdenas, ya avaló y que sólo faltaría por concretarse.

 

El trabajo para reposicionar al ex partidazo no será fácil, de ahí que si Enrique Padilla logra tal posición deberá ponerse a tejer fino y gastar suelas si es que quiere dar pelea en las elecciones locales del 2027.

 

El PRI al parecer seguirá vivo.

 

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