Gobernada por un prestigiado ganadero (dueño de La Soledad) Tlaxcala y su gusto por el toro no debería seguir en la dinámica dictada por las cervecerías Modelo, su competidora Moctezuma y por los poderosos distribuidores de vinos y licores…

Por supuesto que las nuevas políticas oficiales respecto a la diversión vista como un negocio, deberían poner fin a la extraña tolerancia obsequiada a las cerveceras más populares, cuyos productos son el origen de borracheras colectivas con episodios espantosos.

Ante la cercanía de la Huamantlada, directivos del Patronato de aquella feria y, el director del instituto de Desarrollo Taurino, anunciaron filtros para impedir el paso a niños, ancianos  y otro tipo de personas que pueda resultar vulnerable al inminente peligro que representan dos docenas de toros bravos sueltos  en calles convertidas en una gran cantina.

En poco se parece a las fiestas de San Fermín, recreadas aquí el sexenio pasado por el singular Daniel Herrera Murga, a costa de público y de las calles del Centro Histórico de Tlaxcala.

Cierto, la Huamantlada es única, mas no por serlo suma al misticismo de aquél municipio el desagradable olor de la sangre de personas que han perdido la vida en uno de los momentos con menos lógica de su existencia.

Un estado bajo el mando de un criador de toros bravos qué clase de diversión ofrece a públicos de todo el país y también de Europa, vamos de todo el orbe, en cuyo itinerario hay una razón de más para visitar al pintoresco municipio huamantleco, pueblo mágico por cierto, rico en leyendas, en sabores y en paisajes.

Me resisto a creer que la versión  próxima de la Huamantlada sea un refrito de grotescas vivencias almacenadas en la web, incluso convertidas en producciones caseras de la barbarie… o bacanal, como ahora dio a las autoridades por llamarle.

Al paso del tiempo, esta fiesta cobró notoriedad sobre todo a la Cervecería Modelo y a su competidora, la Cervecería Moctezuma, porque sus ventas registran alzas brutales, alentadas por el consumo inconsciente de miles de visitantes y anfitriones para los cuales consumir otra bebida sería aburrido.

Conste que no estamos tomando en cuenta a los vendedores de vinos, brandis whiskys, rones, charandas y hasta el vapuleado pulque, tan regional como desplazado por la cerveza.

Así que cuando las autoridades anuncian restricciones al formidable festejo, a los primeros que deberían dirigirse es a los distribuidores, cuyos ejecutivos lo más seguro es que ni presencien el espectáculo porque a penas les alcanza el tiempo para contar millones de pesos de ganancias gracias a las generosas gargantas de quienes asisten a divertirse de unos cuantos, los menos, los sin conciencia, los que dejarán a sus familiares la amargura de haber entregado la vida ante cientos de espectadores, retando con movimientos graciosos a los toros, asesinos por naturaleza, nerviosos porque no se hallan en sus pastizales, pero eso sí, cumplidores a la hora de mostrar su bravura.

Ojalá Luis Mariano Andalco, del ala perredista-sanchezanayista incrustada en la administración de Mariano González Zarur, se ponga las pilas y ofrezca las condiciones para el desarrollo de un espectáculo que nos dé brillo a nivel internacional y no nos difunda como un pueblo de bárbaros alcoholizados para hacer los desfiguros que usted puede ver en los siguientes videos de varias ediciones de la Huamantlada.

Y en el ayuntamiento de Tlaxcala…

De extraño nombre, y más extrañas costumbres en su afianzamiento como vice presidenta municipal de Tlaxcala, pudimos escuchar el florido lenguaje de la hermana de quien despacha en la oficina principal del Palacio localizado en el Portal Grande de esta capital.

Es quien realmente ejerce el poder (al menos de ello se ufana) y la hemos escuchado maldecir la creciente ola de críticas en contra de su carnal, hoy por hoy, la pieza más defectuosa del PRI en Tlaxcala y, confirmado como un servicio al gabinete, alcaldes y demás políticos tricolores a quienes viendo a Pedrito Pérez Lira, les cayó el veinte del papel que no se debe protagonizar cuando se aspira a ser un político de carrera.

Dicen sus críticos y, más de tres regidores, que la señora hermana del alcalde es quien distribuye obra pública y exige a cualquiera le dirijan oficios, peticiones, quejas y hasta donativos al despacho anexo a la alcaldía, cuyo titular hace rato que anda de gira, ya por el estado de México, por el Congreso de Tlaxcala o en alguno de los destinos adonde últimamente llega con un ostentoso séquito de panzas aventureras y sedicentes miembros del club de bebedores mal llamado el Cabildo.

La presidenta de la Comisión de Asuntos Municipales, Alejandra Roldán Benítez, así como legisladores y legisladoras panistas, ya expresaron lo delicado del actuar del señor alcalde de Tlaxcala y los costos legales que puede ocasionar.

Si la hermana de este construyó su covacha en la oficina adjunta, alguna justificación  constitucional debe tener… desconocida, verdad, pues no hay la figura de alcaldesa anexa, vicealcaldesa o poder filial detrás del trono.