Un enviado de medio cuño, “del gobierno de la República”, bastó para alivianar la metralla marianista, pues trajo un portafolio con millones para activar los elefantes blancos construidos por Ortiz; en la agenda, la Plaza del Bicentenario, algo tiene que dejar…

La presencia del Comisionado del Seguro Popular,  Salomón Chertorivski Woldenberg, para anunciar más inversiones de hospitales en Tlaxcala a condición de trabajar, “todos juntos, pues hay toda la voluntad para hacerlo con una mayor eficacia”, es de los primeros mensajes del gobierno federal a Mariano González Zarur, quien así habrá de poner fin a la prolongada campaña post electoral, para cacarear su llegada al poder.

Chertorivski es una especie de enviado de Calderón a ver qué pasa en el pequeño estado donde un tricolor entrado en años le ganó a la buena a su amiga Adriana Dávila, quien seguramente le pintaba un panorama preelectoral muy distinto.

Ya imagino la instrucción del lord del aiga sido: “vas y mides el agua a los elotes de ese tal Mariano, le dices que no se integra y le das a entender que, todos juntos, subimos pa’rriba, ora que en caso contrario, pos bajamos pa’bajo…”

Y tras escuchar con paciencia tibetana el costal de quejas del amo, Chertorivski, procedió a seguir la instrucción superior al pie de la letra.

Lana para más hospitales. ¿No le parece tal oferta una especie de tapabocas al gober que andaba dice y dice que los hospitales hechos por Ortiz, eran unos elefantes blancos?

Manchis no alegó que ya hay demasiados hospitales a medias, se limitó a resaltar el interés del Presidente para enviar apoyo a nuestra entidad.

O sea, la visita del enviado de Calderón, marca el fin de la campaña post electoral de Mariano, para andar diciendo: “miren ya soy gobernador y, si quiero me enojo, y todos tienen que decir vientos señor gobernador, vaya hasta si quiero le doy un zape a la cabeza que vea enfrente”.

Conste que son dos años de aguantar vara con Calderón.

“El gobierno de la República”, mostró a manchis los dos escenarios:

1.- “Ya bájale hombre y jalamos parejo en este trecho que todavía tengo manga ancha con el presupuesto”. Claro –y ese es mérito de Mariano- era cosa de gritar y gritar pidiendo ayuda pues como priísta llega tras doce años de estar en la banca, desfasado, envejecido, sin lana y, sobre todo con muchísimos grupos en contra debido a que la época de los manotazos y los azotes, quedó allá por los setentas, en una especie de fosa clandestina en la que nadie quiere ni pensar…

2.- “Cómo no le vas a bajar, si de por medio está que tengas o no dinero”. Véase que el gobierno del aiga sido no considera un escenario de enfrentamiento con este gober, y al contrario, le procura horas de diván, para que saque al toro bravo que trae dentro y le atore a lo suele llamarse oficio político.

La respuesta de Mariano fue un discreto elogio a los mensajes de Calderón: “viene a apoyarnos por instrucciones del Presidente de la República para que los hospitales que se han construido, con esfuerzo, dedicación y los recursos públicos, operen adecuadamente”.

¿Esfuerzo, dedicación, no que elefantes blancos?

Cabe la voz popular: “no hay borracho que coma lumbre (ni loco que se arroje a un pozo)”

El otro pleito

Una vez superado el asunto de los hospitales (aunque usted no lo crea), viene la otra disputa: la Plaza del Bicentenario.

En realidad, se trata de la medición de fuerzas de dos grupos políticos, marianismo y orticismo. Uno en el poder y el otro, tan enquistado en todos los ámbitos que le es fácil mover el tapete al acaudalado ganadero, dueño de La Soledad.

Un detalle. El orticismo estaría más cerca de Calderón que el marianismo. Es más, Héctor Ortiz, recién tomo el tecito con Adri. Como quien dice ya son cuadernos de doble raya (no le aunque que hace poquito aquella le deseaba lo pior porque según ella la hizo perder, y no andaba tan equivocada).

Pero la política es de circunstancias. Y la actual logró unir a dos declarados enemigos.

Aún más, el Presidente sopesa fortalezas. Mariano, si puede le asesta un zape. En cambio, Ortiz-Adri, tienen aceitado el engranaje, con todo y delegaciones federales para detonar una muy probable derrota tricolor en Tlaxcala para la próxima elección federal.

No le extrañe, por tanto que, la actitud retadora de manchis hacia la universidad y la posesión de la Plaza del Bicentenario, cambie (como los elefantes blancos de los hospitales) por frases elogiosas, cuando otro funcionario de medio cuño, como el señor Chertorivski, haga acto de presencia en tierras del amo, para dorarle la píldora con otra tajada de presupuesto, a lo mejor para el ámbito de la educación superior.

Por lo pronto, el anuncio de Mariano para ir a poner una queja a la Auditoría Superior de la Federación, en contra de los recursos de sobra con los que cuenta la UAT, es una estrategia más dentro de la táctica de extorsión de alto nivel con resultados millonarios.

Hay que reconocerlo. Es un acierto de Mariano. Consiguió apoyo para hospitales, precisamente haciendo de ellos una causa de pleito. Ahora hace lo mismo con la universidad.

Veamos cómo reacciona el gobierno federal.