La advertencia que ayer lanzó la gobernadora de Tlaxcala, Lorena Cuéllar Cisneros, a los expresidentes municipales no debe minimizarse ni tomarse a guasa.

 

 

El mensaje fue claro para los voraces ex presidentes municipales, pero también para los nuevos alcaldes en caso de que quieran rebelarse, irse por la libre o desobedecer, pues podrían acabar en la cárcel como le pasó al ex famoso “Cachorro”, el ex edil de Zacatelco, Hildeberto N., presó por supuestamente malversar casi 10 millones de pesos en el ejercicio fiscal del 2022.

 

La mandataria fue clara al expresar que los ex ediles que tengan sus cuentas públicas reprobadas o hayan salido con observaciones graves durante el proceso de entrega recepción, deberán asumir las responsabilidades y consecuencias correspondientes que no es otra cosa más que ser inhabilitados y encarcelados por sus abusos y excesos.

 

Los ex munícipes no deben echar en saco roto las palabras de la jefa política del estado, porque su administración ya dio señales de que no le temblará la mano para proceder contra ellos, sobre todo si desviaron recursos públicos de los ayuntamientos que gobernaron del 31 de agosto del 2021 al 30 de agosto del 2024.

 

Ahora que la gobernadora lanzó la advertencia, lo correcto es preguntar en qué tiempo el vacilante Órgano de Fiscalización Superior en manos del auditor Arturo Lucio Salas Miguela presentará las denuncias acompañadas de los expedientes que documentan los malos manejos financieros y cuántos días llevará a la titular de la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción de la Fiscalía General de Justicia de Tlaxcala, Adriana Delgado Bolaños, integrar las carpetas y solicitar al juez la orden de aprehensión, sobre todo porque en el caso del ex alcalde de Zacatelco dieron muestras de ser eficientes y veloces.

 

Ojalá la celeridad que mostraron las mencionadas instancias para castigar al “Cachorro” no haya casualidad, selectiva o por consigna como se presume que fue, porque hay otros casos similares y que por alguna extraña razón o circunstancia no han avanzado, cuando los quebrantos son mucho más escandalosos del cometido en el ayuntamiento de Zacatelco durante el 2022.

 

Después de la advertencia quizá el cínico ex presidente de municipal de San Pablo del Monte, Raúl Tomás Juárez Contreras, mejor conocido como “El Pollo”, seguirá celebrando que entregó el poder a la popular verde ecologista Ana Lucy Arce Luna que recibió un desastre, tal y como se le vio la tarde del 30 de agosto frente a la alcaldía, donde su evidente estado de ebriedad lo llevó a sacar sus pasos prohibidos de baile con la música de banda que contrató mientras su contadores sudaban para cuadrar las cifras.

 

Sus quebrantos a las arcas municipales superan los 40 millones de pesos y sería ridículo que no se le llamara a rendir cuentas a un pésimo edil como “El Pollo”.

 

Otro caso escandaloso es el de La Magdalena Tlaltelulco que mal gobernó el nefasto miembro del PVEM, Marco Antonio Pluma Meléndez, quien dejó un presunto daño patrimonial cercano a los 30 millones de pesos y que de plano se negó a entregar la información contable a su sucesora Rocío Meléndez Pluma.

 

La lista podría seguir hasta llegar a una veintena de expedientes, sin embargo lo mejor será esperar el actuar de las autoridades estatales para comprobar si la intención de castigar la corrupción es real o sólo una simulación.

 

Por cierto, un ex alcalde que dicen que está en la mira del Órgano de Fiscalización Superior y la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción es el ex morenista y hoy petista Eddy Roldán Xolocotzi, al grado que se rumora que pronto enfrentará una orden de aprehensión.

 

Finalmente le cuento que los nuevos presidentes y presidentas municipales están teniendo muchas broncas para integrar sus cuerpos de seguridad, ya que la rotación de uniformados está a todo lo queda y muchos elementos que están certificados están buscando trabajo en ayuntamientos que pagan mejores salarios.

 

Ese desorden e inestabilidad está debilitando la de por sí frágil seguridad en la entidad, por lo que no sería extraño que los delincuentes aprovechen esa circunstancia para joder más a los maltratados tlaxcaltecas.

 

Así las cosas.

 

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