Conforme pasan los días y se acerca el día de los nombramientos de los futuros funcionarios municipales, empiezan a surgir evidencias de acuerdos impensables y traiciones que se pactaron durante las recientes campañas electorales con tal de ganar el poder.
Dicen que la inminente designación del priista José Vicente Hernández Roldán en una dirección importante en el ayuntamiento de Apizaco confirmará el pacto que estableció entre el grupo del aún diputado federal, Mariano González Aguirre, con el alcalde electo de la ciudad rielera, el hoy morenista Javier Rivera Bonilla.
La intención de esa perversa alianza, según nos dicen, fue favorecer desde Morena a un grupo político de ex priistas y para frenar el avance de ciertas figuras como sería el caso de la diputada local Lorena Ruiz García.
Durante el proceso electoral, los marianistas habrían pactado apoyar a Rivera Bonilla a cambio de que éste operara a favor del candidato del PRI a la diputación local por el distrito 4 con cabecera en Apizaco, Emilio Sánchez Rivera, pues ambos proyectos coincidieron en que era necesario evitar la llegada de la morenista Lorena Ruiz al Congreso del Estado, quien en caso de ganar se perfilaría naturalmente para convertirse en la aspirante a la alcaldía para el 2027.
Para tal propósito, recurrieron a “El Cubas” Jorge Luis Vázquez Rodríguez, ex alcalde panista, ex funcionario priista en la administración de Marco Mena y hoy neo morenista, quien habría, según él, amarrado un convenio con la mandataria tlaxcalteca para que las estructuras del marianismo se sumarán a Morena en los pasados comicios del 2 de junio.
Y el apoyo de los ex priistas, porque hoy ya se presentan como los neo morenistas, es imponer al priista José Vicente Hernández Roldán como director de Desarrollo Económico en el ayuntamiento de Apizaco.
Ese personaje es hijo del empresario dueño del club El Sabinal, José Vicente Hernández Hernández. Por unos días se desempeñó como regidor en el actual ayuntamiento de la ciudad rielera, ya que era el suplente de Emilio Sánchez.
Y nadie puede dudar de la cercanía de José Vicente Hernández con el hijo del ex gobernador, pues en la boda de su hermano logró que Mariano González y su esposa la ex priista y ex candidata del tricolor a la gubernatura del Estado de México, Alejandra del Moral Vela, fungieron como testigos del enlace matrimonial.
Será cuestión de unos días para comprobar si fue real el pacto entre Javier Rivera y los marianistas que están más que interesados en abordar Morena para hacerse del poder, pero con la salvedad que lo buscarán para su grupo y no para dejar que otros políticos como Lorena Ruiz los desplace.
En teoría Javier Rivera y Mariano González estaban distanciados y hasta pelados, pues se dice que el segundo no sólo engañó y utilizó al primero en un pasado proceso electoral, sino que lo dejó abandonado cuando se alzó con el triunfo en los comicios donde obtuvo su primer cargo de elección popular como diputado local por Apizaco.
Los habitantes de Apizaco están preocupados y decepcionados de los nombres que se están manejando como posibles funcionarios del ayuntamiento, ya que predominan ex panistas y ex priistas que son los culpables de la inseguridad y la corrupción que prevalece en la ciudad rielera.
Por cierto, se ha dejado escuchar el rumor que pronto los marianistas que aún quedan en el PRI como Ignacio Ramírez Sánchez, José Martín Rivera Barrios, Juan Antonio González Necoechea, Jorge Luis Vázquez Rodríguez y otros más renunciarán al ex partidazo para mostrar su amor a Morena, instituto político que al parecer los recibirá con los brazos abiertos.
Cómo se podrá dar cuenta, los priistas disfrazados de Morena van por posiciones de poder en los próximos ayuntamientos. De entrada en Apizaco ya tienen como aliado al presidente municipal electo Javier Rivera, mejor conocido como “El Míchigan”.
Quién diría que eso pasaría.
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