El blindaje y operativo para resguardar el orden y la paz durante las fiestas patrias volvió a fallar y el inútil secretario de Seguridad Ciudadana de Tlaxcala, Alberto Perea Marrufo, sigue sin dar resultados mientras el clima de violencia aumenta al igual que la presencia criminal y los delitos relacionados con armas de fuego.
El marino es insostenible en su cargo, pero como ya demostró que no tiene dignidad ni hombría, ahora habrá que esperar que la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros decida despedirlo antes de que la descomposición social en Tlaxcala llegue a condiciones incontrolables, porque por los acontecimientos de los últimos días, semanas y meses parecieran que hacía allá nos estamos encaminando.
El pomposo Plan General de Seguridad y Videovigilancia que anunció Alberto Perea la semana pasada fue un fracaso y una total decepción porque no sirvió para nada, tan es así que los hechos hablan por sí solos.
El pasado viernes se registró en Apizaco una balacera entre integrantes de dos bandas criminales que dejó una persona muerta y ningún detenido. El domingo fue impactada con balas la vivienda de la presidenta municipal de Cuapiaxtla, Lorena Escobar González, hecho que tampoco terminó con la aprehensión de los agresores. Ese mismo día, pero en Tenancingo, varios jóvenes dispararon armas de fuego y a bordo de autos deportivos procedieron a quemar llantas, situación que alarmó a los vecinos que solicitaron la presencia de la policía estatal, sin embargo tardó más de una hora en llegar a la zona, justo cuando ya no había a quien responsabilizar de esos desmanes.
Ayer tres hombres fueron atacados a balazos durante la mañana una vez que concluyó el desfile por la Conmemoración de la Independencia de México. El hecho tuvo lugar en el Barrio de El Carmen del municipio de Papalotla y nuevamente se reportó que el culpable logró darse a la fuga.
También se supo que en Teolocholco fue ubicado un cuerpo humano dentro de una bolsa negra envuelta en cinta adhesiva y más tarde en el municipio de Hueyotlipan, exactamente en la colonia Santa María Ixcotla que se localiza cerca de una barranca, se reportó otro cadáver más qué fue abandonado.
Estos hechos delictivos son para preocuparse, pues en el caso del ataque a la casa de la alcaldesa de Cuapiaxtla, la militante de Movimiento Ciudadano, Lorena Escobar, se habla entre los habitantes de esa población que el responsable de la agresión sería “La Tuza”, supuesto líder de una banda dedicada al robo de camiones de carga y otros delitos en esa zona y en el municipio de El Carmen Tequexquitla.
Se rumora que “La Tuza” habría financiado parte de la campaña electoral de la emecista y que ésta no cumplió con la entrega de espacios en el ayuntamiento, de ahí que recibió el primer mensaje de advertencia.
El asunto no es menor y algo tendrá que hacer el gobierno de Cuéllar para cuidar a la alcaldesa Lorena Escobar y evitar que ésta vaya a sufrir una agresión o un atentado cuando ya hay un antecedente de que un supuesto grupo criminal busca intimidarla.
La violencia y descomposición social de la entidad es preocupante porque está más que comprobado que el secretario de Seguridad Ciudadana de Tlaxcala está rebasado y que los ciudadanos y las ciudadanos estamos a merced de los criminales.
Que deberá pasar en Tlaxcala o cuántos muertos y asaltos violentos más se necesitan para que la gobernadora corra al nefasto Perea Marrufo.
Las cosas por su nombre
Está circulando una información en la que acusan a Jorge Corichi Fragoso en complicidad de la ex presidenta municipal de Tlaxcala, Maribel Pérez Arenas, de un presunto fraude de 9 millones de pesos derivado de que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) detectó omisiones fiscales en el pago de Impuestos Sobre la Renta (ISR) durante el ejercicio fiscal del 2022.
Ante este hecho, es importante ponerle el nombre correcto a las cosas, así como señalar de forma clara las personas responsables, pues si lo que detectó el SAT es un incorrecto cálculo de ISR, esto una cifra de retención incorrecta, mas no un fraude, es decir, en el ejercicio fiscal antes mencionado se calculó un monto de ISR menor a los trabajadores, en consecuencia el municipio le retuvo a éstos una cantidad menor a la que prevé la ley y derivado de lo anterior se enteró al SAT una cantidad menor, por lo que el SAT al revisar las operaciones encontró la falla.
¿Quién tiene la responsabilidad de realizar este procedimiento de forma correcta?, pues de acuerdo con la Ley General de Responsabilidades cada servidor público tiene obligaciones y atribuciones diferentes en la administración, y efectivamente la persona que ocupó el cargo de tesoro municipal es la responsable de realizar todo el procedimiento de cálculo, retención y entero al SAT del ISR que se retiene a trabajadores y extrabajadores del municipio de Tlaxcala, por lo que si queremos conocer al responsable de esta acción, basta con recordar quien fue tesorero del municipio en el año 2022.
Así de simple, o no.
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