Bien dicen que los vacíos de poder se llenan.

 

 

También hay un dicho popular que dice que “No por mucho madrugar amanece más temprano”.

 

La incertidumbre que existe en torno al futuro de la pedante diputada con licencia, Marcela González Castillo, ha generado muchos comentarios.

 

Aunque algunos ya la colocan en una de las secretarías que pronto quedarán acéfalas dentro de la administración estatal, otros más dicen que es cuestión de horas para que los magistrados del Tribunal Electoral de Tlaxcala le ayuden a llegar a la próxima legislatura, para lo cual le quitarán el triunfo legítimo a la legisladora morenista electa Ana Bertha Mastranzo Corona y entregarán esa posición al abanderado de Movimiento Ciudadano, Guillermo Hueyotlipan Barrón, quien es respaldo desde la poderosa Secretaría de Gobierno.

 

Esa sería la única posibilidad de que “la operadora estrella” Marcela González logre la reelección, pues si Morena pierde uno de los 15 distritos locales de mayoría que ganó el pasado 2 de junio, tendrá derecho a una plurinominal, situación que sólo así obligaría al Instituto Tlaxcalteca de Elecciones a redistribuir las diez posiciones plurinominales que asignó.

 

Dicen que a Marcela González la invadió la soberbia al ver que su dócil y gris esposo, Alfonso Sánchez García, presidente municipal electo de Tlaxcala, no logró despuntar en la carrera por la sucesión, razón por la cual dejó de promoverlo para poner por delante su nombre.

 

Vaya, tanto es el desánimo, que incluso el grupo lorenista conformado para mantener la gubernatura de Tlaxcala en el 2027 ya puso también sobre la mesa el nombre como posible candidateable al morelense que se desempeña como secretario de Gobierno, Luis Antonio Ramírez Hernández.

 

Y mientras los principales operadores del lorenismo fomentan y alientan las grillas palaciegas, ha empezado a surgir una versión desmejorada de la pretenciosa Marcela González, pues considera que ella puede ser la coordinadora de los diputados y las diputadas de Morena en la próxima legislatura, sólo porque según ella, es la más cercana a la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros.

 

Se trata de la limitada e inexperta, Madaí Pérez Carrillo, una deportista que no tiene trabajo político, ni capacidad, ni la inteligencia que se requiere para asumir el control del Congreso del Estado.

 

La ex directora del Instituto del Deporte de Tlaxcala está mal aconsejada por su “asesor” y titiritero. De entrada es una mujer que mintió a los electores de su distrito, el de la capital, ya que aunque fue registrada por una acción afirmativa al disque pertenecer a la comunidad LGBTTTIQ+, en los hechos no tiene ninguna relación con ese sector de la sociedad ni ningún acercamiento, lo cual sencillamente le resta credibilidad y seriedad.

 

Pero aún con ese antecedente, la diputada electa de Morena convoca reuniones a los demás legisladores y legisladoras electas donde trata de darles terapias de que ellos son los elegidos y soldados predilectos de la mandataria, por lo que deben ser obedientes y acatar todas las instrucciones que ella les haga llegar a través de su persona.

 

Sin embargo, la realidad es que varios de los diputados y las diputadas electas acuden a los llamados por cortesía política, porque en corto no soporta los desplantes y atribuciones que se ha adjudicado Madaí Pérez, no sólo porque no sabe ni hablar ni expresarse, sino porque carece de oficio político y pretende sobajar la figura que representan los legisladores al pretender convertir a un poder en una oficina de trámite.

 

La mayoría de los diputados coincide en señalar que si con Marcela González estaban jodidos y desprestigiados al ser ubicados como diputados sumisos y obedientes, con Madaí Pérez está peor la cosa porque ahora otra soberbia y engreída mujer los quiere manejar sin consultarlos o pedirles su opinión, lo cual no va a suceder, expresaron varios legisladores electos que sólo esperan el momento adecuado para rebelarse y ubicarla.

 

Perea Marrufo asume el control total de la SSC

 

Un año le costó al capitán de la Mariana, Alberto Perea Marrufo, asumir el control total de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, pues ya fueron notificados de su despedido Erick Sergio Ramírez Manzur, director de Inteligencia para la Prevención y Guadalupe Ballesteros Arellano, secretario técnico de la dependencia.

 

Se habla de que otros elementos más fueron despedidos, pues al parecer se les perdió la confianza. El número de policías que fueron dados de baja se desconoce, pero lo que es un hecho es que su remoción fue avalada por la gobernadora Lorena Cuéllar, quien está decidida a realizar los cambios que sean necesarios para mejorar la seguridad en el estado.

 

Ramírez Manzur y Guadalupe Ballesteros eran dos mandos lorenistas, de ahí que llame la atención su despido de la corporación, así como la salida del director Administrativo de la Secretaria de Seguridad Ciudadana (SSC), Daniel Herrera Carvajal, quien al parecer abusó de la confianza y tampoco pudo solventar las observaciones del Órgano de Fiscalización Superior.

 

Dónde están las autoridades

 

Alguien debe poner orden en la entidad, pero sobre todo debe trabajar y resolver, porque no es posible que habitantes con problemas de escasez de agua potable tomen medidas de presión como cerrar vialidades y romper los candados para ingresar al pozo que abastece al complejo comercial Galerías Tlaxcala para suspender el servicio de manera arbitraria.

 

Hace unos días fueron los habitantes de la comunidad de Acuitlapilco y ayer fueron los vecinos de la comunidad de San Sebastián Atlahapa, ambas pertenecientes a la capital tlaxcalteca.

 

Los inconformes por el desabasto del vital líquido en sus casas provocaron un caos vial y pérdidas millonarias a los negocios instalados en el centro comercial, lo cual resulta un pésimo antecedente porque los empresarios cada vez se convencen que sus inversiones no están seguras en la capital del estado.

 

Las autoridades brillaron por su ausencia y los afectados fueron los automovilistas y los dueños de negocios, quienes nunca entendieron porque la policía estatal y municipal permitió tales excesos cuando el daño a terceros era más que obvio, toda vez que hasta la madrugada de este lunes permanecían bloqueadas varias vialidades.

 

Algo no funciona en el gobierno estatal y en el municipal.

 

Urge poner un freno a ese tipo de protestas antes de que se vuelva una costumbre.

 

O usted qué opina.

 

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