Poco a poco va creciendo el desánimo entre los tlaxcaltecas, quienes cada vez más descartan que en los próximos tres años se vaya a llevar a cabo una o algunas obras importantes o emblemáticas que distinga a la administración lorenista.
La estrategia del gobierno de Lorena Cuéllar Cisneros de pulverizar las obras, es decir, realizar muchas, pero pequeñas o de muy poco impacto social o mediático, no ha sido la mejor, porque los tlaxcaltecas consideran que no hay inversiones importantes que se vean o sean claves para el desarrollo de la entidad.
Aunque si hay inversiones y obras grandes, como las instalaciones del C5i y la construcción de la Ciudad de la Seguridad que albergará a la Secretaría de Seguridad Ciudadana y a la Fiscalía General de Justicia, éstas no están en el radar de los ciudadanos porque quizá no son tan importantes para ellos como sí lo serían otras.
De acuerdo con la información disponible, en los tres primeros años del gobierno estatal se han ejecutado 4 mil obras en las que se han invertido más de 6 mil millones de pesos, sin embargo en una revisión que ha empezado a realizar un grupo de constructores tlaxcaltecas interesados en recabar información para integrar expedientes que permitan solicitar a la Auditoría Superior de la Federación una supervisión del gasto en ese rubro, se ha encontrado que los trabajos realizados no sólo son de mala calidad, sino que no están concluidos o que ya fueron pagados y éstos siguen pendientes.
Por ejemplo, en las oficinas centrales de la Secretaría de Educación Pública aún está pendiente una remodelación que fue liquidada desde hace un año y es la fecha que los trabajos no se han podido concluir conforme al contrato.
Otro caso es la pavimentación de pésima calidad que se hizo hace unos meses en la entrada de la comunidad de San Miguel Contla del municipio de Santa Cruz Tlaxcala, la cual no duró ni un mes, ya que las intensas lluvias reportadas hace unas semanas se llevaron el material asfáltico colocado, por lo que el gobierno a través de la Secretaría de Infraestructura tuvo que ordenar a la empresa constructora que reparara nuevamente esa vialidad.
En el municipio de Contla de Juan Cuamatzi, en donde se invirtieron más de 6 millones de pesos para obras de infraestructura deportiva, se puede observar la mala calidad de los trabajos, pues la alberca presenta varias deficiencias y otras instalaciones demuestran que quedaron inconclusas.
Ejemplos sobran, porque ahí están los casos de las instalaciones médicas recientemente construidas y que han presentado problemas con escurrimientos y otros más que documentan la mala calidad de las obras, de los materiales y de la pésima planeación gubernamental para ejecutar proyectos que desde el principio resultaban inviables.
Y qué mejor ejemplo para documentar lo anterior que el fantasmal parque hídrico de Tlaxcala que se construyó hace más de un año dentro del cauce del Río Zahuapan y en donde la administración lorenista canalizó 150 millones de pesos que fueron prácticamente tirados al drenaje más grande de la entidad.
Las lluvias simplemente acabaron con esa obra y es la fecha que no existe ningún responsable de ese insultante desperdicio de dinero público en un proyecto que sencillamente era inasequible.
Lo grave, es que esas anomalías que supuestamente deberían ser observadas, detectadas y señaladas por el Órgano de Fiscalización Superior, en realidad y en los hechos son solapadas, ignoradas y encubiertas, toda vez que no forman parte de las irregularidades que ese ente debería estar documentando para sancionar a los responsables.
Por lo que respecta a las nuevas administraciones municipales, éstas no encuentran la forma de empezar a destacar o demostrar que serán diferentes, ya que la escasez de recursos públicos que enfrentan les ha impedido comenzar alguna obra y por esa razón se limitan a limpiar calles, podar árboles y arreglar jardines, dejando para después la pavimentación y bacheo de calles, el mejoramiento de la prestación de ciertos servicios públicos y la ejecución obras de impacto.
En la próxima semana los nuevos presidentes y presidentas municipales cumplirán dos meses en funciones y son contados los que han dado muestras de emprender acciones para mejorar y alentar el desarrollo de sus poblaciones.
La percepción que los ciudadanos y las ciudadanas tienen sobre la realización de obras públicas es mala y obviamente esa situación afectará la imagen de los alcaldes que ya empiezan a ser cuestionados por los habitantes que se quejan de la parálisis que viven casi la mayoría de los ayuntamientos tlaxcaltecas.
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