Los actuales senadores y diputados federales reeleccionistas, así como los legisladores locales que lograron mantenerse por un periodo más en el cargo deberían ubicarse y reconocer que su triunfo electoral del pasado 2 de junio se debe al actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

 

 

 

Sí, López Obrador fue el factor que hizo ganar también a los candidatos morenistas y a sus aliados en las presidencias municipales.

 

De acuerdo con un estudio de opinión que mandó a elaborar un partido de oposición en Tlaxcala para conocer las razones que influyeron en la reciente derrota electoral, se reveló que el presidente de México tiene en la entidad un nivel de aprobación del 63 por ciento, mientras que el de la mandataria es del 49 por ciento, de ahí que desde hace meses haya dejado de estar en el top ten de los gobernadores del país con mayor aceptación ciudadana.

 

También demostró que López Obrador tiene una mayor aceptación y preferencia que su partido Morena, el cual logra sumar el 52 por ciento de las simpatías, ubicándose por arriba de cualquier otro instituto político que apenas si alcanza en la entidad el 11 por ciento del respaldo ciudadano.

 

El estudio realizado del 1 al 5 de julio a nivel estatal, evidenció que los tlaxcaltecas emitieron su voto por su simpatía y liderazgo del presidente Andrés Manuel López Obrador.

 

De cada diez tlaxcaltecas que dijo haber sufragado por los candidatos de Morena y sus aliados, cinco dijeron que lo hicieron por respaldar a AMLO, mientras que 1.5 ciudadanos que acudió a las urnas el pasado 2 de julio aceptó que voto porque la abanderada presidencial del partido guinda, Claudia Sheinbaum Pardo, lo convenció.

 

Otros dos de cada diez votantes de la entidad declararon que su sufragio está motivado por la ayuda económica que entrega el gobierno federal a través de los programas sociales. Uno de cada diez confió que su voto estuvo en función de los candidatos de Morena y finalmente el 0.5 expresó que sufragó por Morena en función de la simpatía que tiene por la gobernadora Lorena Cuéllar.

 

Los datos no mienten y confirman que López Obrador fue el factor clave para que Morena ganara en Tlaxcala la presidencia de México, el Senado, las tres diputaciones federales y los 15 legisladores locales.

 

Lo único que no logró, fue concretar el “plan c”, es decir, ganar la primera minoría para la Cámara Alta del Congreso de la Unión con el PT o el PVEM, ya que el PRI en alianza con el PAN y el PRD se hizo de esa posición con la ex alcaldesa capitalina, Anabell Ávalos Zempoalteca.

 

En los últimos años el gobierno federal ha sabido posicionar sus diferentes programas sociales, lo cual no ha sucedido con los de la administración estatal que casi nadie conoce o ubica.

 

Al cuestionar a los tlaxcaltecas sobre los programas sociales, casi siete de cada diez entrevistados dijeron que son un logro y forman parte del gobierno de López Obrador, siendo el más mencionado el que se refiere a la pensión para adultos mayores , seguido de las becas “Benito Juárez y las de bienestar de hijas e hijos de madres trabajadoras.

 

En menor proporción se mencionó el programa de ayuda económica para las personas con discapacidad, así como el programa sembrando vida.

 

Llama la atención que los tlaxcaltecas no recuerdan o no saben de los programas sociales del gobierno estatal, lo que evidencia una falla en la comunicación de la administración lorenista que está por cumplir tres años en funciones.

 

Según el estudio, AMLO fue el factor principal que arrastró a Claudia Sheinbaum y al resto de los candidatos de Morena y a sus aliados al triunfo.

 

Los candidatos no fueron una figura clave y tampoco el gobierno lorenista influyó de manera determinante para los resultados del pasado 2 de junio.

 

La gobernadora Cuéllar mantiene una caída continua en sus niveles de aprobación y aunque trabaja y se le ve inaugurando obras por el territorio tlaxcalteca, la realidad es que los ciudadanos y las ciudadanas no están viendo ni percibiendo los logros de la actual administración estatal.

 

Triste, pero es la verdad.

 

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