Al interior de la Secretaría de Educación Pública se acercan tiempos difíciles, convulsionados y aciagos.

 

 

Si al gobierno de Lorena Cuéllar Cisneros le llevó más de dos años decidir y encontrar los elementos legales para despedir a Gwendolynee Amaro Ramírez, ex dirigente sindical de la Delegación D-III-I de Personal de Apoyo y Asistencia Educativa de la Sección 31 del SNTE, hoy su probable sucesora en el cargo viene recargada y con el ánimo de seguir la lucha y el movimiento de la otrora aliada del lorenismo.

 

La dirigencia de la Sección 31 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación que encabeza Cutberto Chávez de la Rosa publicó hace días la convocatoria respectiva y será este viernes 5 de julio cuando se lleve a cabo la elección del nuevo líder de esa poderosa delegación sindical.

 

Hasta donde se sabe, Gwendolynee Amaro operó para registrar una planilla que responde a sus intereses, la cual es presidida por Vianey Tapia Razo, hija del ex orticista y ex secretario de Movilidad y Transporte en la actual administración, Juan Tapia Pelcastre.

 

Si los secretarios estatales de Educación y Gobierno, Homero Meneses Hernández y Luis Antonio Ramírez Hernández, respectivamente, pensaron con el despido de Gwendoline Amaro, el cual se concretó el pasado 19 de febrero de este año se terminarían las protestas y las inconformidades de los trabajadores sindicalizados con la actual administración, se equivocaron porque Vianey Tapia ya dio claras señales de su intransigencia y su beligerancia durante su campaña para conseguir los votos que la lleven a ganar el cargo.

 

El gobierno lorenista dirá que es respetuoso de la vida interna de los sindicados y que no se inmiscuye en su vida interna, pero quizá pronto se arrepiente de no haber alentado la participación de otra planilla que garantizara competencia y la posibilidad de contar con líderes sindicales aliados que ayudaran a conservar la tranquilidad y la operación de la Secretaría de Educación Pública de Tlaxcala.

 

Lo anterior se lo comento por la línea discursiva que Vianey Tapia utiliza en sus actos proselitistas. Asegura que en caso de ganar exigirán la reinstalación inmediata de su amiga Gwendoline Amaro, que mantendrá la lucha y el movimiento para denunciar las presuntas irregularidades del secretario Homero Meneses y el pago de adeudos pendientes que la administración lorenista tiene con los trabajadores de la Delegación D-III-I del SNTE.

 

También, la belicosa aspirante a la dirigencia sindical de esa delegación ya se abrió y se declaró no sólo simpatizante de la senadora Ana Lilia Rivera Rivera, sino parte de su estructura para lograr que se convierta en la próxima gobernadora de Tlaxcala, pues según ella, tiene el compromiso de meter a la cárcel a actual mandataria Lorena Cuéllar por sus excesos, abusos y actos de corrupción en los que ha incurrido.

 

Por cierto, ya que hablamos de corrupción, le cuento que Gwendoline Amaro está siendo investigada por presuntamente manejar recursos públicos de manera indebida, pues por años rentó la cafetería instalada en las oficinas de la Secretaría de Educación Pública sin que estos recursos ingresarán a la dependencia, pues al parecer la ex dirigente sindical se los quedaba y los utilizaba para solventar gastos personales.

 

El asunto ya está siendo investigado y no se descarta que las autoridades castiguen esa conducta que podría tipificarse como un delito.

 

Hasta ahora el proceso de elección de la dirigencia sindical de la Delegación D-III-I del SNTE sigue avanzando de acuerdo con la convocatoria y no se percibe que Vianey Tapia tenga alguna dificultad para asumir el control de la misma, lo cual pronto podría convertirse en un problema porque seguramente empezarán los paros y las protestas en las oficinas centrales de la SEP en Tlaxcala.

 

Veremos si la beligerancia de Vianey Tapia no la conduce a terminar como Gwendoline Amaro o como Enrique Escobar Cortez, líder del sindicato de burócratas 7 de Mayo, quien en septiembre del 2023 fue cesado de su plaza en la banda de música de la Secretaría de Educación Pública.

 

Ernestina Carro inamovible

 

La renuncia de Ernestina Carro Roldán como titular de la Procuraduría General de Justicia en el Estado es un movimiento calculado.

 

Sencillamente “dejó” la PGJE para cumplir con los requisitos que establece la ley para poder ser designada la primera responsable de la Fiscalía General del Estado de Tlaxcala que entrará en funciones el 1 de agosto.

 

De acuerdo con la ley, para aspirar a la fiscalía se solicita que los candidatos a ese puesto hayan dejado su cargo público por lo menos un mes antes de ser nombrados, de ahí que Ernestina Carro será designada el próximo 31 de julio.

 

La hoy ex procuradora de Justicia es una de las mujeres de mayor confianza y cercanía a la gobernadora Lorena Cuéllar. Evita el protagonismo y se centra en dar resultados, cualidades que son valoradas por su jefa.

 

Ernestina Carro será la primera Fiscal General del Estado de Tlaxcala.

 

Al tiempo.

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