Nadie se equivocó al afirmar que después del 2 de junio arrancaría formalmente la sucesión en Tlaxcala, porque había varios suspirantes a los corría que les prisa para iniciar su promoción y su activismo político.

 

 

Lo lógico sería pensar que la senadora priista electa y ex presidente municipal de Tlaxcala, Anabell Ávalos Zempoalteca, sería una de las que comenzaría su proyecto, sin embargo no es así, pues aunque no lo crea la desesperada es la también senadora morenista en funciones Ana Lilia Rivera Rivera.

 

Desde que resultó reelecta, la oriunda de Calpulalpan no ha dejado de tener presencia mediática, a diferencia de su primer periodo que inició con el gobierno del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que se olvidó de los medios de comunicación y de sus recorridos para disfrutar de su abultado sueldo como legisladora federal, ahora está decidida a ser una protagonista de la actual clase política.

 

Siendo senadora, Ana Lilia Rivera intentó en el 2021 competir por la candidatura de Morena al gobierno de Tlaxcala, pero nunca pudo crecer en las preferencias ni generar expectativas entre el electorado, ya que la actual gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros siempre encabezó las encuestas y la que llegó a competirle fue la diputada federal Dulce Silva Hernández.

 

Al parecer hoy sí quiere ser tomada en cuenta y por ello ha iniciado una rupestre estrategia para ganar terreno. Un grupúsculo de aleccionados seguidores se ha dado a la tarea de buscar a los empleados de las diferentes dependencias del gobierno estatal para pedirles que forme un comité de apoyo a la senadora y que en sus lugares de residencia hagan lo mismo.

 

Para convencerlos les prometen que serán recompensados y tratados de una forma diferente cuando Ana Lilia Rivera sea gobernadora y más a los que ayuden a documentar los excesos y supuestas transas de la actual mandataria, porque según ellos, la intención de la legisladora federal es investigar los excesos y el enriquecimiento de la gobernadora Cuéllar y de sus familiares para poder llevarla ante la justicia.

Algunos miembros del gremio de burócratas del “7 de Mayo” y del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), específicamente de la Sección 31, son testigos de esos ofrecimiento y señalamientos.

 

Lo grave es que muchos están creyendo esa fantasía y se están sumando al proyecto de la senadora Rivera, quien sin respetar los tiempos de su partido, el liderazgo de la gobernadora morenista Lorena Cuéllar y el mando y la superioridad que a partir de octubre tendrá la próxima presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, a quien le tocará ver e influir en el 2027 la sucesión en nueve entidades del país, entre ellas, Tlaxcala.

 

La rivalidad y distanciamiento entre Lorena Cuéllar y Ana Lilia Rivera no es nueva y seguramente el activismo de la senadora provocará una reacción de la mandataria que obviamente no dejará que se adelanten los tiempos y menos por parte de militantes y políticos de Morena, porque tal acción sería interpretada como un signo de debilidad.

 

La gobernadora es una política experimentada y curtida. Evita la confrontación y los desencuentros, pero su calidez como persona y gobernadora no debe confundirse, porque si hay alguien que sabe cómo es el juego de las sucesiones es ella, por lo que a la senadora Ana Lilia Rivera le conviene atemperarse y esperar los tiempos indicados.

 

También valdría la pena que repensara su estrategia política y de posicionamiento, porque si su crecimiento en las simpatías de los tlaxcaltecas lo pretende basar en los errores y desaciertos de la actual administración y en prometer que investigará y meterá a la cárcel a la actual mandataria tlaxcalteca, seguramente seguirá siendo una aspirante más porque los ciudadanos y las ciudadanas quieren como futuros gobernantes a verdaderos líderes que atiendan y resuelvan la problemática de la entidad y no que sólo anden criticando y ofreciendo absurdos planteamientos.

 

O usted qué piensa.

 

Por otro lado, le cuento que el magistrado Marcos Tecuapacho Domínguez sí recurrió a la justicia federal para litigar la decisión del Congreso del Estado de no ratificarlo como miembro del pleno del Tribunal de Justicia Administrativa de Tlaxcala.

 

Su caso quedó registrado en el expediente 826/2024 presentado en el Juzgado Segundo de Distrito en el Estado de Tlaxcala, el cual deberá resolver en las siguientes semanas.

 

La aun magistrada María Isabel Pérez González no presentó ningún recurso legal, por lo que su salida oficial del mencionado tribunal se dará el próximo 31 de agosto.

 

Ahora habrá que ver si no sale a la luz pública el expediente negro de Marcos Tecuapacho, quien enfrentaría señalamientos de corrupción, acoso sexual y otras irregularidades.

 

Veremos en qué termina el asunto.

*********************************************************