Las prisas no son buenas y legislar al vapor tampoco, porque cuando los diputados y las diputadas han aplicado el «fast track” para agilizar su trabajo han incurrido en errores que terminan siendo evidenciados por la Suprema Corte de Justicia de la Nación u otras instancias, como fue el caso de la Ley para la Administración y Destino de Bienes Asegurados, Abandonados, Decomisados y Extinción de Dominio del Estado de Tlaxcala.

 

 

 

Lo anterior viene a colación, porque hasta ayer, nadie en el Poder Legislativo sabía de la iniciativa para crear la Ley Orgánica de la Fiscalía General de Justicia del Estado de Tlaxcala, cuyo plazo para aprobarla vence en nueve días, es decir, el 30 de junio.

 

Tal propuesta que debería estar siendo trabajada por los integrantes de la Comisión de Puntos Constitucionales que hasta hoy está presidida por el legislador priista Fabricio Mena Rodríguez, al parecer no ha hecho nada y según se sabe, los diputados morenistas y aliados están en espera que la iniciativa sea enviada por el equipo de la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros para darle prioridad.

 

Me parece que los diputados locales se están exhibiendo y evidenciando que el Congreso del Estado está convertido en una oficina de trámite de la mandataria Cuéllar, lo que les resta credibilidad y demerita su trabajo ante la opinión pública.

 

Pese a que la legisladora Marcela González Castillo mantiene su licencia porque anda moviendo mar y tierra para tratar de conseguir su reelección en los tribunales, luego que el Instituto Tlaxcalteca de Elecciones no le asignó por segunda ocasión una diputación plurinominal debido a que Morena ganó los 15 distritos locales en los pasados comicios, hasta ahora no ha girado ninguna instrucción para que sus compañeros se aboquen a trabajar sobre la Ley Orgánica de la Fiscalía General de Justicia del Estado.

 

Para nadie es un secreto que el diputado morenista Jorge Caballero Román, presidente de la Junta de Coordinación y Concertación Política, es una figura de ornato en el Poder Legislativo que todos ignoran, ya que sencillamente carece de autoridad para convocar a los legisladores de Tlaxcala que siguen obedeciendo exclusivamente a la soberbia y engreída Marcela González que se ha vuelto “poderosa” gracias a la frase “la gobernadora dice que”.

 

El plazo para aprobar la mencionada ley está por vencerse y por lo que se ve los diputados tlaxcaltecas no le están dando importancia al tema, lo cual resulta preocupante porque la aprobación de esa norma tiene que ver con la operación de lo que será la Fiscalía General de Justicia que en teoría entrará en funciones en agosto y que vendrá a sustituir a la Procuraduría General de Justicia en el Estado.

 

El proceso legislativo para aprobar esa ley está siendo muy desaseado, de ahí la urgente necesidad de que alguien lo corrija y se comprometa a trabajar con seriedad, porque de lo contrario es muy probable que la designación del primer o la primera Fiscal sea cuestionable, sobre todo porque su nombramiento se tendrá que concretar a más tardar el 31 de julio.

 

Ojalá que los diputados que solicitaron licencia y que ya se reincorporaron a sus labores pongan orden, porque es obvio que Marcela González anda más preocupada en la grilla y en su futuro que en atender los asuntos relevantes del Poder Legislativo.

 

Se recrudece la violencia en Tlaxcala

 

Algo está pasando en el estado más seguro del país que la violencia y la inseguridad van en aumento.

 

Ayer se tuvo una jornada sangrienta con un muerto en Tenancingo y otros ataques armados registrados en los municipios de San Lucas Tecopilco y Apizaco.

 

Lo anterior resulta grave porque el discurso oficial de que en Tlaxcala la incidencia delictiva va a la baja no es creíble y menos cuando el torpe secretario de Seguridad Ciudadana, Alberto Perea Marrufo, no hace nada para detener a los maleantes y asesinos que andan armados y ejecutando a tlaxcaltecas sin ningún problema o consecuencia.

 

Es curioso, pero desde que Perea Marufo llegó a la entidad para encargarse de la seguridad las ejecuciones y presencia de bandas criminales se incrementó.

 

Raro pero cierto.

 

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