Si, nadie puede negar que los datos de la incidencia delictiva vienen a la baja desde hace 22 meses en Tlaxcala, pero tampoco se puede ocultar que la percepción de los tlaxcaltecas sobre la inseguridad no ha cambiado y que sigue considerando ese asunto como el principal problema que aqueja a la entidad.

 

 

Las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública podrán decir que hoy se cometieron los mismos delitos que los reportados en el mes de abril, sin embargo habría que revisar si todas las personas que reportan un hecho delictivo al 911 son las mismas que acuden a la Procuraduría General de Justicia del Estado a levantar su denuncia, porque seguramente hay una discrepancia.

 

Oficialmente el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública sólo contabiliza los asuntos que se denuncian e ignora los demás hechos delictivos, de ahí que seguramente eso explica porque los ciudadanos y las ciudadanas siguen quejándose de la inseguridad porque cada día la vive o la percibe.

 

Tan sólo ayer, se conoció del asalto violento que cuatro sujetos armados cometieron en contra de un maestro la noche de este martes, el cual se llevó a cabo en la carretera que conduce a Temetzontla, en el municipio de Panotla. El objetivo fue robar la camioneta marca Kia tipo Sorento.

 

Más tarde, se supo de otro atraco en el municipio de Nativitas que terminó con la vida de una mujer que se opuso al robo de su camioneta, pues los delincuentes no se tentaron el corazón para accionar sus armas de fuego.

 

El asalto a mano armada ocurrió la mañana de ayer cuando una mujer de nombre Carolina N. llevaba a una de sus hijas al colegio a bordo de una camioneta Ford Explorer. De regreso a su domicilio ella y una de sus hijas fueron interceptadas por hombres armados en la avenida Revolución, esquina Pino Suárez, cerca de una tienda Oxxo del mencionado municipio.

 

Los malandros intentaron apoderarse del vehículo, pero al encontrar resistencia dispararon sus armas contra las mujeres para después huir con rumbo desconocido.

 

En el lugar quedaron madre e hija lesionadas. Aunque fueron trasladadas a diferentes hospitales para ser atendidas, la primera falleció debido a la gravedad de sus heridas.

 

En ambos hechos violentos, la ausencia de la policía fue evidente y demuestra que la estrategia para dar y garantizar la seguridad a los tlaxcaltecas está fallando y no es la correcta, pues este tipo de asaltos violentos tienen meses registrándose en la entidad sin que las autoridades hayan podido detener a los criminales responsables de esos delitos.

 

Cuando la policía estatal a cargo del ineficiente Alberto Perea Marrufo quiere o tiene algún interés da resultados, pues es obvio que es muy selectiva para intervenir. Por ejemplo ayer tuvo la capacidad de detener junto con elementos de Tepetitla, a dos integrantes de una banda dedicada al robo de transporte de carga.

 

Pero créame que este tipo de acciones se da ocasionalmente en Tlaxcala y quizá se logró porque fueron los policías municipales de Tepetitla los que intervinieron desde el primer momento en que se reportó el robo de la pesada unidad e intervino el personal del C5i, porque de otra forma los uniformados de Perea Marrufo no hubieran visto nada ni se habrían enterado hasta que los ladrones hubieran desaparecido.

 

Los datos podrán ir a la baja, sin embargo la percepción entre los tlaxcaltecas no cambiará porque la realidad que ellos observan es muy diferente a la que trata de mostrar el gobierno del estado.

 

Por cierto, se acuerda que el pasado 24 de mayo el Consejo Estatal de Seguridad Ciudadana de Tlaxcala en sesión extraordinaria ordenó a 19 presidentes municipales sustituir del cargo de manera inmediata a sus directores de seguridad pública por no cumplir con los exámenes de control y confianza y por otras cuestiones más, resulta que hasta el lunes sólo 10 acataron la instrucción y al parecer nueve ignoraron la instrucción.

 

Los alcaldes que recibieron tal indicación fueron Apetatitlán, Apizaco, Atlangatepec, Chiautempan, Contla, Cuapiaxtla, Lázaro Cárdenas, Papalotla, San José Teacalco, San Pablo del Monte, Santa Cruz Quilehtla, Teolocholco, Tepetitla, Tepeyanco, Terrenate, Tlaxcala, Totolac, Yahuquemehcan y Zacatelco.

 

Hasta ahora los que se sabe con certeza que han cumplido con la orden son Apetatitlán donde Francisco Javier Carreto Gámez dejó de ser encargado de la policía, Tlaxcala donde salió Miriam Zacapantzi Flores y Teolocholco donde despachaba Gerardo Hernández Hernández.

 

Sólo falta ver las consecuencias que enfrentarán los presidentes municipales al negarse a cumplir con la instrucción del Consejo Estatal de Seguridad Ciudadana de Tlaxcala. Veremos si el Órgano de Fiscalización Superior hace algo o si sigue perdiendo el tiempo con asuntos del 2017 que utiliza como pretexto para no atender los actuales casos que refieren un mal manejo de los recursos públicos.

 

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