Vaya sorpresa que dejó la jornada electoral del domingo cuando se empezaron a conocer los resultados, pues una vez más el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y su partido Morena, demostraron que son un fenómeno y que pese a la reelección y a los malos candidatos y candidatos que nominó fueron capaces de arrasar en los comicios federales y locales.

 

 

Si bien se espera el triunfo de partido guinda en las elecciones para presidente del país con Claudia Sheinbaum Pardo, para el Senado con José Antonio Álvarez Lima y Ana Lilia Rivera Rivera, así como en las diputaciones federales con Alejandro Aguilar López, Raymundo Vázquez Conchas e Irma Garay Loredo, lo cierto es que el arrastre de López Obrador también se hizo presente notoriamente en los comicios de diputados locales, alcaldes y presidentes de comunidad.

 

En las elecciones del 2021 cuando la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros resultó electa por Morena y sus aliados, éstos se hicieron del control del Congreso con una mayoría simple, sin embargo hoy será diferente porque la próxima legislatura se encamina a tener la mayoría calificada (17 legisladores) y duplicar el número de ayuntamientos que gobierna el partido guinda al pasar de 14 a casi 30.

 

Quizá sería un error atribuir ese logro exclusivamente a la campaña permanente que López Obrador como presidente sostuvo por meses a favor de Claudia Sheinbaum y Morena, de ahí que se deberán analizar que tanto ayudó la candidata presidencial y los logros de la administración estatal de Lorena Cuéllar.

 

El triunfo de Morena está basado en una cuestión multifactorial y conforme se vayan teniendo los datos oficiales se podrá llevar a cabo un análisis más serio que explique lo que realmente pasó en la jornada del domingo.

 

Por lo pronto, es un hecho que AMLO demostró que sigue siendo un factor clave para que su partido gane las elecciones.

 

Avalar actos de corrupción tendrá consecuencias fatales

 

Una mala señal para el gobierno del estado, será lo suscitado hace unos días por parte del secretario de Salud, Rigoberto Zamudio Meneses, quien antes de la jornada electoral, se aventó la puntada de hacer gala de un tráfico de influencias a escalas descomunales, que ha comenzado a exhibir al gobierno lorenista como uno donde cada vez es más evidente la corrupción, pues pareciera que aquellos principios de no mentir, no robar y no traicionar al pueblo, es solo una utopía.

 

Y es que a los muchos casos donde el gobierno ha buscado beneficiar únicamente a los suyos, incluso haciendo un uso burdo de la justicia para tratar de apoyar a sus candidatos, ahora sale a relucir el caso del secretario de Salud poblano, cuyo único mérito fue ser amigo personal de las hijas de la gobernadora más votada, ya que puso el dedo en la llaga de los tlaxcaltecas con el uso indebido del helicóptero, la Unidad de Hemodinamia y el Hospital de la Mujer.

 

El escándalo fue exhibido por la Revista Portales bajo el mando del periodista Isael Pérez Olivier, donde se exhibió que el flamante funcionario hizo de las suyas para favorecer a su tía, de nombre Blanca, para que recibiera una atención de calidad que al parecer solo se brinda a los recomendados.

 

De acuerdo con la información, el pasado 26 de mayo de 2024, el helicóptero Bell 407 con matrícula XC-LKW propiedad del Gobierno de Tlaxcala, habilitado como ambulancia para pacientes, una vez más fue utilizado para beneficio personal.

 

Y es que, por órdenes superiores, la unidad se trasladó a Cosamaloapan, Veracruz, para realizar el traslado de Blanca Estela N., una mujer de 69 años de edad, quien había sufrido un infarto, por lo que requería de un catéter que le sería colocado, pero no en la Ciudad de México ni en la capital de Poblana, sino en la clínicas y hospitales de la entidad más pequeña del país.

 

Si bien, esto no tendría nada de malo porque se estaría salvando una vida, lo que, sí lo fue, es que la urgencia se atendió y agilizó por tratarse de la tía del secretario de Salud, para lo cual pusieron a su disposición la Clínica de Hemodinamia de San Matías Tepetomatitlán, donde le brindaron todas las facilidades.

 

Se dice que se requirió de un mega operativo que llamó la atención de todos los presentes e hizo suponer que se trataba de la gobernadora o algún alto funcionario, pues la paciente llegó a bordo de una camioneta marca Nissan, tipo X-Trail, color gris oscuro, con placas de circulación XWG-795C, cuyas placas fueron cubiertas por una mica para evadir el registro de las cámaras de vídeo y fotos, además, le instalaron torretas y códigos encendidos, como si se tratara de una patrulla y lo que más sorprendió, fue que el chofer de la unidad era el mismísimo titular de la Sesa.

 

La unidad ingresó por el estacionamiento del Instituto Tlaxcalteca de Asistencia Especializada a la Salud para verificar que el servicio médico que recibiría su tía, fuera de primera y no el ordinario al que se somete cualquier pelado, una atención que no la tenía “ni Obama” y lo que hace suponer que este tipo de atención sí existen en Tlaxcala, pero solo para los parientes de los secretarios de estado de Tlaxcala, coordinadores o sus parientes, aunque todo esto se pague únicamente con los impuestos de todos los tlaxcaltecas, sobre todo de los más jodidos.

 

En resumen, Rigoberto Zamudio Meneses, incurrió en un claro tráfico de influencias al utilizar el helicóptero gubernamental para trasladar a su familiar, sin importarle que cometiera varios delitos relacionados con el manejo inadecuado de recursos públicos y abusó de su posición, razón por la cual quizás debería ir a prisión y ser sancionado.

 

Para desgracia de los terrenales, dudo mucho que la persecución por el mal manejo de los recursos públicos únicamente aplique para los alcaldes de oposición y difícilmente este funcionario morenista pisará la prisión, vaya, ni siquiera le fincarán responsabilidades, pues él sí es amigo de la gobernadora.

 

O al menos se trata del reducido grupo de amigos que tienen licencia para robar, mentir, engañar y traicionar al pueblo, sino lo cree, pregúntele a Humberto Macías Romero que desvió casi ocho millones del Fideicomiso Ciudad Industrial Xicohténcatl (FCIX) o a otros ex funcionarios más, pero es obvio que ninguno pisará la cárcel, gracias a su amistad que gozan con el poder.

 

Así las cosas, en Tlaxcala.

 

******************************************************