Sabía usted que a los actuales presidentes municipales en funciones y que lograron el cargo con el respaldo de Morena se les está presionando para que hagan hasta lo imposible para que los actuales candidatos y candidatas guindas ganen las elecciones del 2 de junio.

 

 

Los 14 o 16 presidentes municipales morenistas fueron citados hace unos días en el Centro de Control, Comando, Comunicación, Cómputo, Coordinación e Inteligencia (C5i), donde para su sorpresa fueron recibidos por personal de la Secretaría de Gobierno que con toda la discreción los llevaron a una sala.

 

Fue entonces que empezaron a recibir varias indicaciones, pero de repente la reunión se volvió incómoda cuando se les señaló que era su responsabilidad hacer ganar a los abanderados y las abanderadas de Morena, porque tenían la obligación de ratificar la permanencia del partido en sus municipios. Debemos dar una señal de que se ha gobernado bien y que el pueblo quiere la continuidad en esos ayuntamientos, se les insistió.

 

Y el asunto se descompuso cuando salió a relucir la amenaza: “Ustedes tienen pendiente de aprobación su última cuenta pública y si no operan y hacen lo posible para ganar los comicios, entonces podrían enfrentar problemas porque su revisión financiera y contable puede salir negativa”.

 

Al escuchar lo anterior, la cara de la mayoría de los presidentes municipales de Morena que asistió a la reunión se descompuso para dejar salir su rostro de molestia y encabronamiento, pues sencillamente no daban crédito a lo que estaban escuchando.

 

A los pocos minutos de la amenaza, el encuentro se dio por concluido. Los alcaldes se despidieron y uno que otro logró intercambiar palabras, donde la coincidencia fue maldecir y censurar el trato y la advertencia que recibieron.

 

“Quieren que carguemos con la responsabilidad del triunfo electoral cuando fueron ellos y los dirigentes del partido los que impusieron candidatos y candidatas que no gozan de popularidad ni de liderazgo entre los electores”, se dejó escuchar.

 

Dicen que uno de los más preocupados fue el presidente municipal de Chiautempan, Gustavo Jiménez Romero, a quien se le vio retirarse apesadumbrado de las modernas instalaciones del C5i.

 

Lamentable que algunos bisoños, exquisitos y torpes funcionarios lorenistas hayan decidido utilizar el C5i para amenazar a los alcaldes y las alcaldesas de Morena, porque si pensaron que nadie se enteraría del caso o que no quedarían evidencias de la reunión, se equivocaron porque es probable que pronto se conozcan más detalles del encuentro y sobre todo uno que otro audio.

 

Lo que sí quedó claro, es que el gobierno estatal está preocupado por los triunfos electorales del próximo 2 de junio. Sí Morena realmente encabeza las preferencias en los 14 o 16 ayuntamientos que gobierna en estos momentos, entonces para qué recurrir a la amenaza de la reprobación de las cuentas públicas y presionar a los ediles a meter la mano en los comicios locales.

 

Me parece que la operación de la Secretaría de Gobierno no es la adecuada ni la recomendada. Aunque dicen que las autoridades estatales no están inmiscuidas en el proceso electoral, la verdad es que cada vez hay más evidencias que confirman que sí tiene injerencia en los comicios locales.

 

O cómo se explica que de esa dependencia también salen las órdenes para que determinados candidatos o candidatas de partidos aliados declinen a favor de ciertos abanderados de Morena, como si eso fuera un factor de peso para hacer ganar a los aspirantes guindas en ciertos municipios donde la contienda electoral se encuentra muy cerrada.

 

Si a Morena le va mal en la elección de diputados locales y presidentes municipales alguien tendrá que cargar con la culpa, es decir, la responsabilidad mayor recaerá en quiénes palomearon e impusieron a los candidatos que, pese a no tener perfiles ganadores, fueron propuestos para garantizar una obediencia ciega al lorenismo y para llegado el momento sumarlos a un proyecto ligado a la sucesión gubernamental del 2027.

 

Alguien en el gobierno lorenistas se está equivocando y sus errores de operación le pueden salir muy caros.

 

Al tiempo.

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