La ausencia de 27 días de la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros ya se siente y los rumores de su alejamiento de Tlaxcala han empezado a correr.

 

 

Unos aseguran que la mandataria tlaxcalteca anda recorriendo los estados del país que son gobernados por Morena llevando a cabo una encomienda de la virtual candidata presidencial de Morena, Claudia Sheinbaum Pardo, referente a desarrollar una estrategia para captar simpatizantes en un padrón que después será utilizado para movilizarlos y garantizar sus votos el próximo 2 de junio, lo cual resulta muy volado y poco creíble, porque la gobernadora no es una experta electoral ni tampoco tiene dotes de ser una gran operadora como están dejando creer sus subordinados.

 

Otro rumor tiene que ver con su estado de salud, pues en diciembre fue evidente su deterioro físico y su semblante no dejaba dudas de que algo tenía la gobernadora Cuéllar, quien el miércoles 13 de diciembre tuvo sus últimas apariciones públicas, según se puede confirmar en el historial de comunicados de prensa difundidos por su administración.

 

Ese día se da cuenta de dos comunicados “Entregó gobernadora 500 apoyos económicos del programa Mujeres Juntas Construyendo una Nueva Historia” y “Atestiguó gobernadora Informe de Actividades del TSJE 2023”.

 

Desde hace meses se especula sobre posibles problemas en su estado de salud, pero la mandataria los ha negado en más de una ocasión, sin embargo su ausencia en Tlaxcala y en eventos públicos hacen pensar que ese rumor tiene algo de verdad.

 

Se sabe que ha presidido algunas mesas de seguridad de manera virtual, pero es un hecho que físicamente no ha estado en esas reuniones que se realizan todas las mañanas en las instalaciones del C5i.

 

En Casa de Gobierno no se la ha visto, de acuerdo con la versión del personal que labora en ese inmueble y de los elementos de seguridad que resguardan esas instalaciones.

 

Su última aparición física se registró el pasado 30 de diciembre en el estado de Sinaloa, donde acudió junto con todos los gobernadores de Morena, quienes ante la presencia de Claudia Sheinbaum Pardo se comprometieron a no manipular la voluntad ciudadana ni a usar recursos públicos en los próximos comicios.

 

La mandataria tlaxcalteca ha tenido otras ausencias y éstas pasaban desapercibidas porque no se prolongaron por tantos días y porque al menos había cierto orden y control por el entonces secretario de Gobierno, el ex panista Sergio González Hernández.

 

Sin embargo, hoy las circunstancias son diferentes. El alejamiento de Lorena Cuéllar, el abandono, la desaparición, la retirada o como le quiera usted llamar es evidente, no sólo porque la administración estatal se mueve por inercia pero sin ganas, sin rumbo y objetivos claros, sino porque los pleitos entre funcionarios de primer nivel están a la orden del día, como el que sostiene la titular de la Secretaría de la Función Pública, Eréndira Cova Brindis contra el responsable de la Secretaría de Educación Pública, Homero Meneses Hernández, a quien culpa de ser el responsable del conflicto en esa dependencia por el clima de descontento laboral que existe por su culpa.

 

Ahora resulta que Homero Meneses es el responsable de que las trabajadoras de la Contraloría Interna de la SEP junto con el personal de la delegación D-III-1 de la sección 31 del SNTE demanden la destitución del titular de esa área, Edmundo Vázquez José, a quien acusan de acosador y hostigador laboral.

 

Vaya, dicen que Eréndira Cova anda tan empoderada que ni el secretario de Gobierno, el morelense Luis Antonio Ramírez Hernández, puede controlar ni mandar a esa funcionaria que se siente la jefa ante la ausencia de la gobernadora.

 

Las reuniones convocadas por la Secretaría de Gobierno para tratar de encontrar la solución al problema de la SEP no sirven de nada. La información y acuerdos se filtran de manera inmediata y Eréndira Cova siempre condiciona la presencia de su personal bajo el argumento de que el problema es de Homero Meneses.

 

Es una realidad que la pachanga en las dependencias continúa, por lo que es obvio que urge la presencia de la gobernadora Lorena Cuéllar para meter orden.

 

Puede ser casualidad o mucha coincidencia, pero desde que la mandataria estatal se ausentó, la seguridad pública se relajó al grado que se registró un incremento en la incidencia delictiva que se puede comprobar con los datos y las denuncias de robos violentos, entre otros delitos más.

 

Los policías del estado están encabronados porque el incremento a su sueldo que el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, prometió el pasado 30 de mayo cuando inauguró el C5i nunca se concretó.

 

En esa fecha el funcionario federal aseguró que se aumentaría el sueldo de 11 mil 641 a 13 mil 600 pesos mensuales a partir del 15 de junio del 2023.

 

Lo cual no sucedió y eso tiene a los policías molestos que cuando pueden hacen que trabajan, de ahí que los criminales actúan con total impunidad en Tlaxcala, situación que cualquiera puede constatar porque los delitos van a la alza y no hay delincuentes detenidos.

 

Así de fácil.

 

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