El opaco y desaseado proceso interno de Morena para elegir a sus candidatos a diputados locales, alcaldes y presidentes de comunidad no sólo está demostrando que en Tlaxcala se carece de un auténtico líder, sino de un experimentado operador que lleve a buen término esa tarea que en poco tiempo se complicará para el actual grupo en el poder.

 

 

La consigna e instrucción de que los consejeros estatales de Morena no podrían renunciar a su cargo para buscar una nominación en los comicios de 2024, resultó una vil broma porque al parecer nadie acató esa orden y hoy se estima que más del 50 por ciento de los integrantes de ese órgano andan tras una candidatura, razón por la cual tendrán que separarse de su responsabilidad y dar paso a los suplentes.

 

Lo anterior no tendría nada de malo si los suplentes también en su mayoría fueran identificados como lorenistas, como sucede actualmente con los propietarios que son afines a la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros, pues de esa forma estaría garantizado el control de ese importante órgano partidista.

 

Hace unas semanas dos consejeros lorenistas pusieron el desorden y echaron a la basura la instrucción de que no se podía ser aspirante a un cargo si se era consejero estatal del partido Morena. El junior Alfonso Sánchez García y el poblano Ramiro Vivanco Chedraui, renunciaron a ese órgano colegiado para inscribirse al proceso interno en busca de ser candidatos al Senado, lo que alentó al desorden y al valemadrismo de los demás integrantes.

 

Con ese antecedente, tan luego salió la convocatoria de Morena para elegir a los aspirantes a diputados locales, alcaldes y presidentes de comunidad, la mayoría de los consejeros estatales se inscribió bajo el falaz argumento de que ese partido arrasará en los elecciones locales, lo cual no es cierto porque el candidato o la candidata tiene un peso específico entre los tlaxcaltecas que se fijan en la persona y no sólo en el instituto político que los nominó.

 

De acuerdo con varias versiones, una vez que la dirigencia nacional de Morena y “Los Claudios” comprobaron que la mandataria tlaxcalteca, Lorena Cuéllar, tiene metida las manos hasta la cocina en el proceso interno, se habría tomado la decisión de empezar a retirar algunas piezas para dejar que la absoluta responsabilidad de los triunfos o derrotas del próximo 2 de junio recaigan sobre la gobernadora y su grupo político.

 

Se dicen que en su reciente visita a Tlaxcala, la virtual candidata presidencial de Morena, Claudia Sheinbaum Pardo, habría pedido a José Luis Ángeles Roldán, mejor conocido como “El Patrón”, renunciar como presidente del Consejo Estatal del partido y concentrarse en su aspiración de convertirse en candidato plurinominal a diputado local, posición que, por cierto, también busca Gelacio Montiel Fuentes, secretario particular de la gobernadora Cuéllar.

 

No se sabe si también dejará la representación de Morena ante el Instituto Tlaxcalteca de Elecciones (ITE), sin embargo se espera que en los próximos días “El Patrón” abandone el consejo, al igual que varios aspirantes a un cargo de elección popular, lo que obligará a llamar a los suplentes que en su mayoría simpatizan con el proyecto de la senadora Ana Lilia Rivera Rivera, quien podría asumir el control de ese partido que fundó el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

 

Ana Lilia Rivera, quien es identificada con “Los Claudios” y enemiga declarada de Lorena Cuéllar, estaría en condiciones de manejar a Morena en Tlaxcala, ya que se da como un hecho que el actual líder de ese partido, el ex priista y hoy lorenista, Carlos Augusto Pérez Hernández, dejará su cargo para irse como candidato a diputado local.

 

El proceso interno de Morena podría complicarse más de lo que se imaginan. La gobernadora no oculta sus preferencias y lejos de asumir un papel imparcial le gusta dejar ver dónde están sus intereses, como pasó el domingo cuando trató de acercar, sin éxito, a la aspirante lorenista al Senado Madaí Pérez Carrillo con Claudia Sheinbaum o cuando perdió la compostura para exigir casi con gritos la presencia de su ex secretario de Infraestructura, Alfonso Sánchez, a fin de que ambos pudieran tomarse la foto con la ex jefa de Gobierno de la Ciudad de México y dejar en claro que el junior era su gallo para competir por la nominación a la Cámara Alta del Congreso de la Unión.

 

En su desesperación por llegar al lado de la mandataria, el hijo del ex gobernador Alfonso Sánchez Anaya se cortó uno de los dedos al intentar quitar los alambres que impedían mover las vallas colocados en la plaza de toros La Taurina de Huamantla, por lo que no dudo en brincar los obstáculos para ubicarse al lado de su madrina, impulsora y protectora.

 

En Tlaxcala Morena carece de un líder y de un experimentado operador político, porque es obvio que se están cometiendo graves errores que sin duda provocarán la división y el fracaso del partido a la hora de obtener triunfos electorales en el 2024.

 

No se visualiza una figura de peso ni tampoco un liderazgo que esté operando adecuadamente para evitar fracturas y garantizar la correcta designación de candidatos y candidatas ganadoras, de ahí que es probable que se termine por beneficiar a las comadres, a los compadres, a los amigos y a los compromisos de la mandataria, dejando fuera a los morenistas que han trabajado y que son más garantía de triunfo.

 

Complicado lo que vivirá Morena en Tlaxcala.

 

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