Una delgada línea es la que ha empezado a caminar la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros que la podría meter en problemas legales por su falta de pericia en la designación de candidatos a senadores y diputados federales.

 

 

Si bien participó en procesos en donde logró ser senadora, diputada federal, legisladora local y alcaldesa, la realidad es que siempre fue títere y nunca se detuvo a aprender cómo convertirse en titiritera, es decir, políticos de mayor peso y experiencia que ella la dejaban formar parte de una partida de ajedrez como un peón o una torre o un alfil o una reina, pero es un hecho que nunca le permitieron sentarse en la silla de uno de los dos jugadores que son encargados de mover las piezas con inteligencia, estrategia y sabiduría para lograr el jaque mate.

 

La operación política electoral que lleva a cabo la mandataria tlaxcalteca es deficiente y con inconsistencias. Su caballada para los comicios del 2024 está flaca y no existe ninguna figura de peso o con un marcado y reconocido liderazgo, tal y como ella lo comprobó el pasado lunes por la tarde noche cuando se reunió con los aspirantes morenistas al Senado y a las diputaciones federales en las instalaciones de la Casa de Gobierno, lo que de entrada representa un grave falta porque utilizó su cargo y recursos públicos para encabezar un encuentro con fines electorales.

 

Los principios de imparcialidad y equidad fueron vulnerados por la mujer más votada de Tlaxcala, quien por lo que se ve no sólo tiene metidas las manos, sino todo el cuerpo en la operación a favor de Morena y sus aliados, situación que seguramente el INE deberá investigar una vez que los partidos integrantes del Frente Amplio por México se quejen y exijan detener la intervención de la gobernadora morenista.

 

A esa reunión asistieron diputados locales, funcionarios estatales y políticos lorenistas que aspiran a una candidatura de Morena para los próximos comicios federales. Estuvieron los ex secretarios de Gobierno y de Infraestructura, Sergio González Hernández y Alfonso Sánchez García, respectivamente, a quienes no les gustó que la gobernadora haya presumido que Madaí Pérez Carrillo, titular del Instituto del Deporte de Tlaxcala, es su candidata al Senado, porque fue la única mujer de su grupo que se registró para enfrentar a sus eternas adversarias la senadora Ana Lilia Rivera Rivera y a la diputada federal Dulce Silva Hernández.

 

El encuentro también sirvió para confirmar que la hija consentida de la gobernadora, María Fernanda Espinosa de los Monteros Cuéllar, no se inscribió para ser aspirante a una diputación federal y que en los distritos dos y tres son los más tiradores tienen, siendo el distrito uno el que reportó una menor competencia.

 

Lorena Cuéllar que en las elecciones del 2021 exigía respeto a la ley electoral y pedía al entonces gobernador priista Marco Antonio Mena Rodríguez y sus funcionarios que se mantuvieran al margen del proceso, hoy decidió tirar al cagadero las normas electorales y sus demandas, pues en un tono de gran “matriarca” les dijo a sus funcionarios que estaban en libertad de renunciar a sus cargos o llevar a cabo una “operación inteligente” para promoverse sin que los acusen de infringir la norma.

 

Palabras que pusieron loca de contenta a Madaí Pérez Carrillo, titular del Instituto del Deporte de Tlaxcala, a la soberbia secretaría de la Función Pública y ex priista, Eréndira Cova Brindis, a la ex panista y ex alcaldesa de Hueyotlipan, Sonia Lilian Rodríguez Becerra, entre otros más.

 

Otras palabras que conmovieron a las presentes a quienes les adelantaron el espíritu navideño, fue cuando la gobernadora les pidió evitar los pleitos, las descalificaciones y los confrontaciones, porque somos de un mismo equipo y lo que necesitamos es que entre nosotros impere la unidad, la amistad, la cordialidad y los buenos deseos para que a todos nos vaya bien.

 

Usted ve correcto que haya funcionarios estatales con acceso a recursos públicos, vehículos oficiales y gasolina haciendo campaña en el proceso interno de Morena para conseguir una candidatura al Senado o a una diputación federal. A mí me parece que no y creo que la mandataria estaría violentando la ley al solapar esas irregularidades.

 

No me explico cómo la gobernadora permite que la encargada de vigilar el desempeño legal y profesional de los funcionarios estatales como es Eréndira Cova tenga tanta libertad y manga ancha, sobre todo cuando si tiene tiempo para hacer grilla política pero no para resolver el conflicto que desde hace más de 15 días prevalece en la Contraloría Interna de la Secretaría de Educación Pública, donde las trabajadoras mantienen cerradas las oficinas en demanda de la destitución de su jefe Edmundo Vázquez José, a quien acusan de acoso, maltrato y de llegar borracho a trabajar.

 

Y ya que hablamos de conflictos, creo que al nuevo director de Gobernación de la Secretaría de Gobierno, el priista Emilio Minor Molina, le falló su experiencia y su amplio conocimiento del estado que presumió porque no pudo prevenir el conflicto registrado en el municipio de Tepetitla donde los habitantes cerraron la carretera y el de la Normal de Panotla donde el personal académicos, administrativo y de intendencia decidió irse a paro por las constantes agresiones que sufren por parte de alumnas que hacen lo que quieren en esa institución educativa.

 

La decena de cambios de funcionarios en el gabinete legal y ampliado de la gobernadora Cuéllar nunca se han traducido en alguna mutación o mejoría de la administración estatal, de ahí que los recientes movimientos son más de lo mismo porque las cosas siguen igual, es decir, no se previene nada ni se soluciona nada.

 

A poco no.

 

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