Sergio González Hernández se resiste a entregar el Senado sin siquiera dar pelea.

 

 

El secretario de Gobierno que controla a través de sus secuaces una parte importante de la estructura de Morena y la mayoría del Consejo Estatal está dispuesto a luchar por obtener la candidatura al Senado en Tlaxcala e impedir que el grupo de Sánchez Anaya obtenga tal posición para el junior Alfonso Sánchez García, quien desde el viernes cuando renunció a la Secretaría de Infraestructura demostró que si quiere llegar a la Cámara Alta del Congreso de la Unión.

 

En el terreno mediático los Sánchez Anaya pegaron primero, de ahí que el debilitado pero soberbio Sergio González declaró que aún no había llegado el momento para dejar su cargo y su eficiente e inigualable operación política que, según él, se ha traducido en gobernabilidad, paz social y que Tlaxcala sea de los estados más seguros del país.

 

Según el ex panista no necesita ponerse a trabajar de tiempo completo en su promoción, una tarea que ha realizado desde hace meses, sobre todo cuando el plazo para registrarse en las precampañas vence en los primeros días de noviembre y será el 20 de eses mes cuando se conozcan quienes serán los aspirantes que podrán participar en el proceso interno para el Senado.

 

Lo que tiene de viejo lo tiene de engreído y bobo, pues si en más de años de campaña permanente y al amparo del poder y de su cargo no pudo crecer ni despuntar en las encuestas que se han levantado para medir a los aspirantes al Senado, su absurda idea y teoría de que como controla al partido en Tlaxcala y a la mayoría de los consejeros estatales su nominación está garantizada, se equivoca enormemente porque Morena anda en busca de candidatos ganadores y con arrastre, no de mamarrachos que no aportan nada.

 

Cuando uno escucha las declaraciones de Sergio González y observa su errático comportamiento político, entiende uno porque es un fracaso como secretario de Gobierno y porque nadie le ve futuro a su proyecto, salvo los lambiscones que lo rodean y que le dicen que él puede ser el sucesor de la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros.

 

Si hay alguien que está alentando la polarización en Morena y la división interna es Sergio González, debido a que sus principales seguidores muestran dos caras, como el desprestigiado director del Icatlax, Juan Manuel Lemus Pérez, quien en el grupo de WhatsApp de los funcionarios del gabinete lorenista otorga su respaldo al junior Alfonso Sánchez, pero en las reuniones convocadas para impulsar al aún secretario de Gobierno no pierde oportunidad para descalificar a la expresión que encabeza el ex mandatario Alfo Sánchez Anaya.

 

Y tan desesperados andan los seguidores del inútil secretario de Gobierno que han empezado a soltar el rumor de que Alfonso Sánchez dejó con múltiples problemas a la Secretaría de Infraestructura, el cual uno de ellos tiene que ver con el atraso en los pagos a varios proveedores que están a punto de protestar por ese supuesto inconveniente.

 

Los matraqueros del ex panista dan por un hecho que será a finales de este mes cuando renuncie a su cargo, el cual será asumido por Luis Antonio Ramírez Hernández, quien actualmente se desempeña como titular de la Secretaría del Medio Ambiente, pues es lo que asegura el voraz Miguel Sánchez Ramírez, director jurídico de la Secretaría de Gobierno.

 

La disputa por el Senado aún no está clara ni definida, pues se habla que el ex coordinador de la campaña del aspirante presidencial Adán Augusto López Hernández, el regidor capitalino Raymundo Vázquez Conchas, podría participar porque en algunos estudios de opinión aparece con más intención de voto que otros miembros de Morena, de ahí que está valorando si entra o no a ese proceso.

 

El fin de semana se dejó ver en tierras tlaxcaltecas Oscar Flores Jiménez, actual titular de la Unidad de Administración y Finanzas de la SEP a nivel federal, quien también pareciera que está buscando la candidatura al Senado.

 

En Morena los ánimos ya se calentaron y hay adelantados que están aprovechando sus cargos para ganar simpatías, como Baldemar Cortes Meneses director de la región 3 de la delegación de la Secretaría de Bienestar en Tlaxcala, quien desde la semana pasada ordenó pintar bardas para promocionar su nombre en municipios como Apizaco, Huamantla y otros.

 

Lo interesante será conocer cómo se acomodan los grupos y ver si los lorenistas logran posiciones de poder o si éstos son desplazados por otras corrientes de Morena que se muestran más activos y con figuras más competitivas.

 

Veremos si Sergio González demuestra ser un portentoso político que logra su sueño de convertirse en senador o si se enfrenta a su realidad y acepta de una vez por todas que es un ruco cansado, sin liderazgo y sin atributos y cualidades para estar al lado de la gobernadora Lorena Cuéllar.

 

Al final, habrá que observar si la mandataria tlaxcalteca se inclina por algún precandidato al Senado o se mantiene al margen de ese proceso, lo cual podría ser fatal para las aspiraciones de Sergio González, ya que sencillamente él no representan nada sin la estructura del lorenismo.

 

Así de simple.

 

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