La operación cicatriz que ha emprendido Claudia Sheinbaum Pardo y Morena en el proceso interno no ha dado los resultados esperados, porque Marcelo Ebrard Causabón prácticamente tiene un pie fuera del partido y porque Adán Augusto López Hernández no ha terminado por aceptar entrar a la órbita de poder e influencia de la ex jefa de Gobierno de la Ciudad de México.

 

 

El grupo de Sheinbaum ha cerrado filas y hasta el momento “Los Claudios” se niegan a compartir el poder y las posiciones relevantes con las demás expresiones al interior de Morena, situación que está complicando la unidad y el fortalecimiento de su corriente política.

 

Si “Los Claudios” mantienen y replican esa actitud cerrada y soberbia en las entidades del país, seguramente se agandallarán los principales cargos de elección popular, dejando en el camino a los aspirantes de otras corrientes que apoyaron un proyecto distinto al de Claudia Sheinbaum.

 

Los recientes estudios de opinión pública aplicados en Tlaxcala para determinar cómo se vienen moviendo las simpatías hacia Morena rumbo a los comicios del 2024 revelan que ese partido sigue encabezando las preferencias y que el Frente Amplio por México integrado por el PAN, el PRI y el PRD registró un mínimo crecimiento en la intención del voto, sin embargo lo que llama la atención es el porcentaje de indecisos o que aún no sabe por cuál instituto político votar, pues éste rebasó la cifra de los 25 puntos porcentuales.

 

Respecto a las preferencias de los probables aspirantes morenistas a las candidaturas al Senado, la que acumula mayor intención de voto y posicionamiento es la actual diputada federal Dulce Silva Hernández que logra una ventaja importante sobre el resto de sus compañeros de partido, incluidos “Los Claudios” como los senadores Ana Lilia Rivera Rivera y José Antonio Álvarez Lima.

 

Álvarez Lima no descarta su reelección y Ana Lilia Rivera seguramente se mantendrá como la presidenta del Senado y esperará que concluya la actual legislatura para incorporarse como funcionaria federal en el gabinete de Claudia Sheinbaum en caso de ganar los comicios del próximo año.

 

Los aspirantes al Senado del grupo lorenista como los secretarios de Gobierno e Infraestructura, Sergio González Hernández y Alfonso Sánchez García, respectivamente, logran bajos porcentajes de intención de voto, situación que obviamente no los ponen en zona de competencia, lo cual sucede también con los morenistas ligados al proyecto de Marcelo Ebrard.

 

En el caso de los aspirantes del Frente Amplio por México, la dirigente estatal del PRI, Anabell Ávalos Zempoalteca sigue siendo la mejor posicionado y con la mayor captación de simpatías por parte de los tlaxcaltecas, superando por mucho al diputado federal Mariano González Aguirre, quien jura que su amigo el líder nacional del ex partidazo, Alejandro Morena Cárdenas, le cumplirá su capricho de entregarle la primera posición al Senado.

 

Hasta ahora no se sabe qué tanto afectará a Morena las divisiones y las fracturas internas que podrían concretarse en los próximos días.

 

Las negociaciones para tratar de mantener la unidad en el partido que fundó el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, no han prosperado y la ruptura se da como un hecho.

 

En Tlaxcala será muy complicado que “Los Claudios” acepten trabajar coordinadamente con el grupo de la actual mandataria Lorena Cuéllar Cisneros, pues sus diferencias no son nuevas y éstas vienen desde años atrás cuando se disputaron la candidatura al gobierno del estado.

 

Por el comportamiento de “Los Claudios” y la rivalidad que sostienen contra la mandataria tlaxcalteca, se ve complicado que los lorenistas obtengan posiciones relevantes en los cargos de elección popular del orden federal.

 

Lo anterior abrirá una gran disputa por las candidaturas a las diputaciones locales y a las presidencias municipales, lo que obviamente puede contribuir a dividir aún más a ese partido que luce muy vapuleado.

 

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