Ayer pasó lo que tenía que pasar.

Se confirmó que la candidata presidencial del Frente Amplio por México integrado por el PAN, el PRI y el PRD será la panista Xóchitl Gálvez Ruiz, quien dejó en el camino a la ex gobernadora de Tlaxcala, Beatriz Paredes Rangel.

 

De acuerdo con los resultados de las encuestas que se llevaron a cabo para medir el respaldo de los ciudadanos a las propuestas de ese bloque opositor, Xóchitl Gálvez superó (57.58%) por mucho a la priista Paredes Rangel (42.42%) que, por la noche de ayer, decidió retirarse de la contienda para no llegar a la elección primaria que se tenía programada para el próximo domingo.

 

Los panistas resultaron los más felices por obtener la candidatura presidencial del Frente Amplio por México. Ahora sólo les queda esperar que la próxima semana Morena defina su abanderado que saldrá entre Claudia Sheinbaum Pardo, Adán Augusto López Hernández y Marcelo Ebrard Casaubón, porque las otras tres corcholatas Gerardo Fernández Noroña, Ricardo Monreal Ávila y Manuel Velasco Coello, prácticamente no tienen ninguna posibilidad.

 

Según las declaraciones de Beatriz Paredes, no aceptará ninguna candidatura en los próximo comicios del 2024, por lo que dejó entrever que se retirará de la vida política, sin embargo habrá que ver qué acuerdos pactó y estableció en la reunión privada que anoche sostuvo con el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, quien ha resultado un experto para desactivar y expulsar a los militantes que no se ajustan a sus decisiones.

 

La ex gobernadora seguramente hará que la ex alcaldesa capitalina Anabell Ávalos Zempoalteca se convierta en la priista que encabece la fórmula al Senado en Tlaxcala.

 

Se da como un hecho que habrá negociado alguna posición para su sobrino Enrique Padilla Sánchez, ex rector de la Universidad Politécnica de Tlaxcala, quien pudiera aparecer en la lista de candidatos plurinominales a diputados federales o locales del PRI.

 

Si Beatriz Paredes ya no aceptó ninguna candidatura para las próximas elecciones, seguramente ahora dedicará tiempo para empezar a construir un bloque opositor en Tlaxcala con miras a disputar la gubernatura de la entidad en el 2027.

 

La actual senadora del PRI tiene el pulso de la entidad y sabe que puede generar consensos y sumar a diferentes grupos y distintos actores políticos para recuperar el poder, sobre todo cuando ya detectó que la gobernadora morenista Lorena Cuéllar Cisneros se está desgastando aceleradamente y que su equipo luce débil, fragmentado, dividido y sin liderazgos.

 

De entrada, Beatriz Paredes pronto demostrará que salió ganando del proceso del bloque opositor, porque si Anabell Ávalos es confirmada como la primera candidata al Senado por el Frente Amplio de México, tendrá asegurada su llegada al Congreso de la Unión, lo que le dará el reflector y el fuero que necesita para enfrentar a su archirrival Lorena Cuéllar.

 

Otro priista que también aprovechará las actuales circunstancias para reaparecer políticamente en Tlaxcala es Marianito González Aguirre, quien no sólo buscará quedarse con el control de la dirigencia estatal del partido con la ayuda de Alejandro Moreno, sino competir por un cargo de elección popular que pudiera ser una diputación local, aunque hay quienes aseguran que intentará contender por una diputación federal y otros más que su intención es convertirse en presidente municipal de Apizaco.

 

Los movimientos políticos de los adversarios de Lorena Cuéllar han comenzado y éstos sin lugar a dudas están pensado en la sucesión que, como ayer se lo comentaba, se va a adelantar en Tlaxcala.

 

La disputa por el poder será intensa.

 

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