En un inquietante escenario que nos evoca los peores episodios de saqueo y traición, las anteriores administraciones de Pensiones Civiles y Farmacias urdieron una repugnante red de corrupción que involucró a gobernadores en turno, líderes sindicales y agremiados sin escrúpulos. Esta siniestra trama dejó al descubierto un profundo desprecio por el bienestar y la salud de los usuarios, aquellos a quienes debían haber protegido y cuidado.

 

 

Ayer, en conferencia de prensa, se anunció la contratación de la Operadora de Servicios Médicos ML S.A de C.V. como una medida para enmendar el daño causado por años de desenfreno corrupto que aquejó al sistema. La decisión de optar por esta solución se basó en la alarmante revelación de las irregularidades y excesos que se cometían dentro de la institución.

 

A lo largo de una década, se han sucedido graves casos de abuso y negligencia que involucran a varios trabajadores del estado respaldados por el Sindicato 7 de Mayo. Sorprendentemente, durante este período, un individuo pudo facturar una cifra asombrosa de más de 8 millones de pesos en medicamentos, y lo que resulta aún más alarmante es que el sistema no fue capaz de detectar esta deshonrosa situación que sencillamente evidenciaba la complicidad que existía.

 

Y este caso no es un incidente aislado. Dentro del mismo Sindicato 7 de Mayo, se descubrieron a individuos que, mediante recetas apócrifas, desviaron sumas de dinero exorbitantes en medicamentos, alcanzando cifras de tres, dos e incluso un millón de pesos.

 

Lo más alarmante de esta situación es la confirmación de que estos despreciables seres fingían padecer enfermedades para llevar a cabo sus acciones corruptas. Como resultado de estas prácticas deshonestas, y otras que se encuentran documentadas, se estima que se han causado un perjuicio económico de al menos 51 millones de pesos durante el período que abarca desde 2011 hasta 2023.

 

Nos preguntamos, ¿qué tipo de controles y vigilancia permitieron que estos atropellos ocurrieran sin consecuencias? Es inaceptable que tales prácticas hayan pasado desapercibidas por tanto tiempo.

 

Más de 23 mil usuarios vulnerables se convirtieron en víctimas de este saqueo despiadado y como resultado de esta devastadora situación el colapso total del sistema de Pensiones Civiles fue inevitable. Las deudas se acumularon sin tregua, mientras aquellos a quienes se les debía cuidar enfrentaban una angustiante lucha por recibir atención médica oportuna y medicamentos de calidad.

 

Es imprescindible que aquellos que llevaron al sistema de salud de Pensiones Civiles al borde del abismo no queden impunes. Los responsables de esta debacle deben asumir las consecuencias de sus actos, y se deben implementar medidas efectivas para erradicar la corrupción y el abuso de poder de nuestras instituciones.

 

Es crucial que los líderes sindicales rindan cuentas y dejen de solapar estas corruptelas. Ya es tiempo que actúen con verdadero compromiso hacia el bienestar de sus agremiados los cuales merecen una atención médica digna y confiable, no el fruto de su rapaz codicia e insaciable voracidad.

 

Con la implementación de este innovador esquema a través de la Operadora de Servicios Médicos ML, S.A. de C.V., conocida como «Medical Life», se busca mejorar significativamente las prestaciones médicas sin poner en riesgo las finanzas del estado. La elección de esta empresa se llevó a cabo mediante un riguroso proceso de licitación pública a nivel nacional, garantizando transparencia y competitividad en la selección.

 

Es momento de progresar y dejar atrás a aquellos obstinados que se resisten a la modernización del Módulo Médico de Pensiones Civiles, y que siguen socavando la institución con prácticas corruptas y deshonestas.

 

Los trabajadores tlaxcaltecas que hoy convocaron a una protesta y una marcha por el nuevo modelo de atención médica que contrató el gobierno lorenista, deberían dar la oportunidad de comprobar la calidad del servicio y de las medicinas, porque sencillamente no pueden hablar mal de algo que no conocen y que ni siquiera han experimentado.

 

La decisión de poner fin a la corrupción y a los malos manejos que se hacía con el servicio médico y las medicinas y que afectaba seriamente las finanzas de Pensiones Civiles y Farmacias debe reconocerse, porque los últimos gobernadores de Tlaxcala no sólo solaparon esos vicios, sino que los solaparon para llevar a la crisis que hoy se intenta solucionar.

 

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