Será cuestión de días para que se conozca si el aún gobernador de Tlaxcala, Marco Antonio Mena Rodríguez, decide terminar su administración con una tonta y pésima decisión que seguramente lo hundirá en el desprestigio, la cual tendría que ver con la entrega de notarías a cercanos colaboradores suyos.

 

 

El mandatario que se había esforzada para dejar el cargo en buenos términos y sin escándalos, parece que cayó a la tentación y terminará, según corre el rumor, por regalar una notaría al inútil ex secretario de Gobierno, José Aarón Pérez Carro, el recomendado de la ex gobernadora Beatriz Paredes Rangel que llegó a Tlaxcala para ocupar efímeramente la Procuraduría General de Justicia en el Estado y después brincar como responsable de la política interna, donde por cierto tuvo un deslucido papel.

 

Se dice que no sólo Pérez Carro estaría en el ánimo de Marco Mena para ser premiado, sino que también podría salir beneficiado con esa absurda decisión el líder estatal del PRI, Noé Rodríguez Roldán, quien en los pasados comicios destacó por estar traicionando a su candidata a la gubernatura, Anabell Ávalos Zempoalteca, a su partido y a la coalición “Unidos por Tlaxcala”.

 

Hasta ahora no se sabe que le debe Marco Mena a José Aarón Pérez o que le sabe ese ex funcionario al gobernador tlaxcalteca para que éste considerara la posibilidad de designarlo como notario, sobre todo porque muy probablemente deberá torcer la ley para que en caso de que se concrete ese nombramiento se justifique.

 

Para empezar José Aarón tendrá que demostrar que cumple con el requisito de tener cinco años de residencia en el estado anterior a la solicitud de querer ser notario. Él vivía antes en la Ciudad de México. Además, requiere una constancia de aspirante de notario y para ello necesita un posgrado en temas notariales, demostrar prácticas con algún fedatario o acreditar el curso de aspirante en el Registro Público. Estas 2 últimas no se han hecho y tampoco creo que tenga el posgrado.

 

Para que lo nombre directamente el gobernador necesitó haberse separado de su cargo 30 días antes de ser designado, sin embargo se tiene conocimiento que la renuncia de Pérez Carro se hizo en estos días porque no sólo estuvo presente y encabezando las reuniones de la transición entre la actual administración y el equipo de la futura mandataria, Lorena Cuéllar Cisneros, sino que fue ayer cuando se supo que la Secretaría de Gobierno estaba acéfala y que por esa razón nunca se atendió el conflicto en el municipio de Panotla.

 

Finalmente, el gobernador Mena tiene que tomar en cuenta a todos los que tengan constancia de aspirantes a notarios y según se tienen conocimiento ninguno de ellos ha sido notificado, pues de acuerdo con la información disponible hay 3 con constancia de aspirante, uno de ellos es el abogado José Juan Temoltzin Durante.

 

Si Marco Mena designa a José Aarón Pérez como notario seguramente su última decisión será impugnada y combatida en el terreno legal, de ahí que el gobernador podría hacer el ridículo y evidenciarse como un mandatario que en el último momento de su administración fracasó en su absurdo intento de dejar a un notario carnal.

 

Pero no crea que esa decisión absurda es la única que estaría por concretarse, porque los actuales diputados locales también quieren cometer una, tal y como lo hizo la pasada legislatura comandada por el ambicioso priista Mariano González Aguirre que antes de irse dejó aprobada su cuenta pública.

 

Los legisladores que no pudieron conseguir que el Órgano de Fiscalización Superior emitiera el informe correspondiente a la cuenta pública de enero a agosto de este año para ser dictaminado y aprobado por el pleno, optaron por elaborar su “propio informe” sin tener facultades legales.

 

De esa forma buscan blindar el manejo financiero del Congreso del Estado que estuvo a cargo del diputado morenista con corazón priista Rafael Ortega Blancas y el secretario Administrativo Nils Gunnar Jaime Robles Andersson.

 

La interrogante ahora es qué decisión asumirá la próxima legislatura local sobre tal hecho, porque si impugna y desconoce la ilegal aprobación de la cuenta pública del Congreso del Estado correspondiente a enero a agosto de este año, seguramente dará buen mensaje y una clara señal de que se harán diferentes las cosas, pero sobre todo que si cumplirá su ofrecimiento de rendir cuentas, ser transparente y de castigar la corrupción.

 

Y para seguir con los absurdos, le cuento que Jorge Corichi Fragoso, el alcalde electo de Tlaxcala que siempre soñó con ocupar ese cargo, tiene pensado gobernar la ciudad capital con “colaboradores foráneos” que vendrán a desplazar a los tlaxcaltecas que trabajaron y lo empujaron para conseguir el triunfo alcanzado el pasado 6 de junio.

 

De acuerdo con los datos proporcionados por un conocer de los movimientos del morenista, se sabe que la mano derecha de Corichi es el engreído gerente de Quadratin Tlaxcala, Miguel Ángel Chávez Zavala y que a la Tesorería llegará un oriundo de la Ciudad de México. El responsable de Capam vendrá del estado de Colima y la Secretaría Particular la ocupará otro residente de la capital del país.

 

Los funcionarios que acompañarán a Jorge Corichi en el ayuntamiento de Tlaxcala son sus amigos y colegas de trabajo que conoció cuando él vivió en la Ciudad de México.

 

Se rumora que como encargado de Turismo en el ayuntamiento de Tlaxcala llegará un poblano de nombre Alfredo Minor y que el asistente personal del alcalde electo es de San Martín Texmelucan.

 

Los tlaxcaltecas, según dicen, están decepcionados de la doble cara de Jorge Corichi que ahora lo buscan y sencillamente no los recibe, cuando a sus amigos de la Ciudad de México y a los conocidos de su esposa que es del estado de Michoacán los trata como fifís al invitarlos a lujosos restaurantes en la Ciudad de México donde suele pedir privados para que no lo molesten o interrumpan.

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