Pronto se conocerá si al final el gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez decide designar al prianista Luis Manuel Muñoz Cuahutle como nuevo magistrado del Tribunal Superior de Justicia en el Estado para ocupar el lugar que ayer dejó Elsa Cordero Martínez y cumplir con el acuerdo para que su partido y Acción Nacional formalizaran la coalición “Unidos por Tlaxcala».

 

 

 

 

Si Muñoz Cuahutle no llegó ayer como nuevo integrante del Poder Judicial, es porque un número importante de diputados de Morena se opuso a su nombramiento, debido a que el ex magistrado del Tribunal Electoral de Tlaxcala (TET) no les generó confianza.

 

Para nadie pasa desapercibido que los diputados locales están más interesados en su futuro político, razón por la cual no prestan atención ni dedican el tiempo y trabajo a los pendientes que acumulan, de ahí los errores que llevan a cabo a la hora de desahogar los asuntos.

 

La designación del nuevo magistrado debió darse a más tardar el 1 de marzo, pero la convenenciera diputada del PES, Luz Vera Díaz, presidenta de la Comisión de Puntos Constitucionales, dejó que el tiempo se pasara a fin de acatar la instrucción que recibió del torpe y voraz secretario de Gobierno, José Aarón Pérez Carro, para que Luis Manuel Muñoz fuera avalado en una sesión por la actual Legislatura.

 

El funcionario y la legisladora calcularon que si el ex magistrado del TET no lograba los votos necesarios, entonces su nombramiento se daría a través del gobernador con base al artículo 83 de la Constitución, para lo cual era indispensable no respetar los plazos legales que, como se vio, no se cumplieron.

 

Luz Vera presentó el 2 de marzo un dictamen donde proponía designar a Luis Manuel Muñoz, ignorando los señalamientos de un buen número de diputados morenistas que siempre se mostró renuente a respaldar al mencionado abogado que nunca ha ocultado sus marcados nexos con el PRI y con el PAN y su principal impulsora, la diputada federal Adriana Dávila Fernández.

 

Además, el ex magistrado del TET calificó y avaló el cuestionado triunfo electoral del actual gobernador Mena en los comicios locales del 2016, situación que para algunos legisladores representaba un impedimento ético, pues sencillamente no era correcto que ahora el mandatario lo propusiera para integrar el Poder Judicial de Tlaxcala porque era evidente el conflicto de intereses.

 

Ayer también se supo que Muñoz Cuahutle enfrenta desde el pasado 30 de octubre una acusación penal en la Fiscalía General de la República por rendir como presidente del TET un informe doloso y falso en el juicio de amparo 851/2019.

 

Lo anterior obviamente pone en duda la legalidad e imparcialidad de ese abogado.

 

Apizaco y su relación con el crimen organizado

 

El secuestro del alcalde de Zacatlán registrado la semana pasada en Tlaxco y la detención del encargado de la Dirección de Seguridad Ciudadana de ese municipio poblano, Carlos Cárdenas Ramírez, está provocando que los responsables de la seguridad del vecino estado de Puebla y del gobierno federal pongan sus ojos en Apizaco.

 

Carlos Cárdenas se desempeñó como jefe policiaco en Apizaco al inicio de la administración del actual presidente municipal, Julio César Hernández Mejía.

 

El mando de la policía que fue detenido ayer por elementos de la Fiscalía General del Estado de Puebla se le vincula con “El Patrón Alba”, jefe huachicolero con presencia en Apizaco y en los municipios poblanos de Zacatlán y Ahuazotepec, y cuya banda sería la responsable de la creciente delincuencia en la región, así como de los robos en carretera y a transportistas de carga, e incluso de extorsiones y secuestros cometidos a empresarios y políticos de la Sierra Norte de Puebla.

 

“El Patrón Alba” dicen que tendría lazos familiares con el también líder de una banda de huachicoleros que comandaba Óscar N, alias “El Loco Téllez”, misma que operaba en los estados de Puebla y Tlaxcala.

 

La Fiscalía de Puebla detuvo a “El Loco Téllez” el pasado 28 de junio en Apizaco. Era un criminal buscado por estar implicado en robo de combustible de los ductos de Pemex, secuestro, asaltos, extorsiones, homicidios y narcomenudeo, entre otros delitos.

 

La presencia y operación de esos presuntos criminales nunca ha sido desconocida para las autoridades tlaxcaltecas, quienes podrían quedar mal paradas si es que se comprueba que están coludidas con esas bandas.

****************************************************************************************************************