La prisa con la que el gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez respondió al llamado del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, para adherirse al Acuerdo Nacional por la Democracia, representó una buena señal para ciertos sectores de la clase política tlaxcalteca, pero para otros fue un desconcertante mensaje, especialmente para la coalición “Unidos por Tlaxcala” integrada por el PRI, PAN, PRD, PAC y PS.

 

Dicho acuerdo básicamente establece y garantiza la no intervención del gobierno federal y del gobierno de Tlaxcala en las elecciones de este año en que se renovará la gubernatura, las diputaciones federales y locales, así como las alcaldías y las presidencias de comunidad.

 

La idea es que ninguna autoridad electa y en funciones intervenga para apoyar a algún candidato de determinado partido político; a no permitir que se utilice el presupuesto público con fines electorales; a denunciar la entrega de dinero del crimen organizado o de la delincuencia de cuello blanco para financiar las próximas campañas; a impedir la compra de lealtades o conciencias; a no traficar con la pobreza de la gente, a no solapar a tramposos o ‘mapaches’ electorales; a evitar el ‘acarreo’ y el relleno de urnas, la falsificación de actas y todas esas abominables prácticas ilegales y antidemocráticas que deben quedar en el pasado de manera definitiva.

 

López Obrador realizó el llamado para sumarse a tal exhorto el pasado 23 de febrero y el primer gobernador en respaldarlo fue el de Tlaxcala Marco Mena, quien reveló que ayer sostuvo una reunión con el presidente de México para expresarle personalmente su adhesión al Acuerdo Nacional por la Democracia, situación que ambos celebraron.

 

Hay que tener presente que al iniciar este mes que está por concluir la virtual candidata de la coalición integrada por Morena, PT, PVEM, Nueva Alianza y el PEST denominada “Juntos Haremos Historia por Tlaxcala”, Lorena Cuéllar Cisneros, denunció la intervención del gobernador Mena Rodríguez en el proceso electoral.

 

“Queremos pedir de manera respetuosa al gobernador que no pretenda interferir en las decisiones de los tlaxcaltecas; es crucial que respete y haga valer la legalidad”, declaró Lorena Cuéllar ante los medios de comunicación.

 

La ex funcionaria federal aseguró que el gobierno del estado ya realizaba la entrega de despensas para “comprar conciencias” y presionaba a trabajadores del estado para que apoyaran el proyecto impulsado por el PRI, PAN, PRD, PAC y el PS.

 

Y precisó: “Merece cárcel quien utilice recursos públicos con fines electorales. Ya estamos preparando las denuncias en contra de quien así lo haga, porque tenemos información que el gobierno del estado entrega despensas con fines electorales. También hay personas que trabajan en la actual administración estatal y que se han negado a apoyar al proyecto de la derecha, razón por la cual han sido despedidas. A todas esas personas les pedimos que nos ayuden, que vengan con nosotros porque vamos a preparar las carpetas necesarias para hacer lo que sea necesario”.

 

La postura que Lorena Cuéllar fijó en una conferencia de prensa celebrada en los primeros días de febrero fue respaldada por el diputado federal Armando Contreras Castillo, quien pidió al gobernador Mena dejar de realizar esas prácticas y en lugar de ello, aliste ya sus “papeles” para entregar la administración a Morena.

 

“Si tiene las manos metidas en las elecciones, mejor que las vaya sacando, porque tenemos nueva legislación y una ciudadanía vigilante. En lugar de meter manos a los recursos estatales para tratar de comparar la conciencia de los ciudadanos, mejor que vayan ordenando sus papeles y cuentas, porque a partir de la transición en Tlaxcala va a ver transparencia, justicia, desarrollo y progreso para todos”, enfatizó el también Comisionado Nacional en la Cuarta Circunscripción de Morena.

 

Marco Mena ha sido una pieza clave en la construcción del bloque opositor amplio que conformaron en Tlaxcala el PRI, PAN, PRD, PAC y el PS, pero por lo que se ve ya no intervendrá más en asuntos políticos partidistas electorales.

 

Una vez que esa coalición ha definido a su candidata a la gubernatura, así como a los aspirantes a las diputaciones locales y a las presidencias municipales, el mandatario priista dejó ayer más que claro que se mantendrá al margen del desarrollo de las campañas y de los comicios.

 

Si el gobernador de Tlaxcala fue el primero en adherirse al Acuerdo Nacional por la Democracia, difícilmente abrirá la cartera o caerá en la tentación de poner en marcha la maquinaria priista que existe en varias dependencias estatales para intervenir en las elecciones del próximo 6 de junio.

 

En Morena y sus aliados se celebró la decisión asumida ayer por el gobernador Mena, porque según ellos, si la administración estatal no interviene en los comicios, se podrá concretar sin ningún problema la alternancia en la entidad.

 

Entre los priistas, panistas, perredistas y los otros militantes de los otros dos partidos que integran la coalición “Unidos por Tlaxcala” la postura del mandatario no cayó nada bien, pues saben que sin el respaldo económico y operativo del gobierno del estado tendrán complicaciones y dificultades para disputar la gubernatura, el Congreso del Estado y las presidencias municipales.

 

Si en el 2016 el PRI logró retener la gubernatura de Tlaxcala fue gracias a la intervención del entonces gobernador Mariano González Zarur y al millonario financiamiento que hubo en la operación y en la campaña de Marco Mena, lo cual al parecer en estos comicios no habrá.

 

Nadie puede dudar que Marco Mena si está jugando su sucesión, porque es obvio que quiere tener un futuro tranquilo.

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