Las acusaciones y señalamientos que hiciera ayer el periodista Nino Canún contra el ex gobernador Mariano González Zarur y la actual senadora y aspirante a la candidatura del PAN al gobierno de Tlaxcala, la ex perredista y hoy panista Minerva Hernández Ramos calaron hondo en ambos personajes que fueron involucrados en una presunta red de corrupción que encabezó el poderoso abogado Juan Collado Mocelo, quien se encuentra detenido desde el año pasado por delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita.
La justicia que investiga a Juan Collado y sus dudosas operaciones financieras que habría realizado en México y uno que otro país como España, determinará si el hacendado y la legisladora, Mariano González y Minerva Hernández, respectivamente, tienen alguna responsabilidad penal o no.
Ayer, Nino Canún en su programa ¿Y usted qué opina?, detalló cómo se llevaba a cabo la Operación Safiro y el mecanismo del desvío de fondos públicos de Chihuahua para las campañas del PRI, con el presunto contubernio del entonces dirigente del Revolucionario Institucional Manlio Fabio Beltrones Rivera y la Secretaría de Hacienda federal, que en ese momento encabezaba el poderoso Luis Videgaray Caso, funcionario muy cercano al presidente de México, Enrique Peña Nieto.
Según el periodista que ya en otras ocasiones ha generado polémica, Hernández Ramos y el ex gobernador del Revolucionario Institucional, Mariano González, estarían involucrados en lavado de dinero, delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita al participar en el desvío de 650 millones para el presunto financiamiento de campañas electorales priístas.
Nino Canún destacó que en esta trama se utilizaron empresas fantasmas que según testigos estaban blindadas por el Servicio de Administración Tributaria (SAT) y que algunas de ellas operaban en Tlaxcala.
“Mariano González Zarur el ex gobernador de Tlaxcala, es donde se llevaban a cabo todos los negocios, ahí se lavaba el dinero y ahí se convertía en empresas fantasmas, para eso utilizaban a Enrique Olivares en Apizaco y la que manejaba esto era Minerva Hernández, una mujer que quiere ser gobernadora de Tlaxcala; es un grupo compacto, nefasto”, aseguró el comunicador en su programa.
Pese a que los señalamientos de Nino Canún se hicieron al medio día de ayer, la senadora panista Minerva Hernández que fue buscada por los medios de comunicación para conocer su postura sobre esas acusaciones guardó silencio y ya por la noche utilizó su cuenta oficial de Twitter para defenderse.
Según ella, el ataque a su persona se debe a que había declarado que Tlaxcala no merece a Morena en el Gobierno del Estado. La panista aseguró que tal postura provocó que los seguidores de ese partido inventaran noticias falsas para intentar manchar su imagen.
Y agregó: “Niego absolutamente el vínculo que se hace de mi persona; quien acusa, está obligado a probar”.
Para finalmente sostener que esas acciones que calificó como desesperadas de sus adversarios, no impedirán que siga hablando de lo mal que gobierna Morena, y que en Tlaxcala merecemos tener un buen gobierno que traiga progreso para el estado.
Si la senadora Minerva Hernández no tiene que ver en ese asunto de lavado de dinero y esas operaciones ilícitas, entonces debe estar tranquila y, si es congruente, exigir desde su posición que el caso sea investigado hasta sus últimas consecuencias para que se aclare y realmente se castigue a los responsables de esos presuntos delitos.
En lo personal dudo que la tlaxcalteca que fue señalada y acusada por el periodista Nino Canún esté involucrada en este delicado caso, porque si bien es una experta financiera que domina los números del sector público, dudo que realmente tuviera esos vínculos de amistad y relación con personajes como Juan Collado, Mariano González, Luis Videgaray o Manlio Fabio Beltrones.
Es una política de media tabla y aunque siempre ha mostrado ambición y un enorme deseo de progresar, en los hechos nunca ha sido considerada como legisladora de peso que tenga presencia o influencia en los verdaderos círculos del poder.
El que su nombre haya aparecido en esa trama realmente es una novedad y un asunto de interés público, porque hasta ahora lo que sí se sabía y conocía era que Juan Collado y el ex gobernador de Tlaxcala Mariano González eran socios y que ambos viajaban y se les veía paseando en España.
Minerva Hernández se da una importancia de más al hacerse víctima y quejarse de una supuesta guerra de descalificaciones por parte de los seguidores de Morena. Sus aspiraciones de convertirse en candidata del PAN al gobierno del estado no preocupan ni asustan a nadie, pues su posicionamiento es tan malo que no supera los dos dígitos y su desprestigio como política es tal que, si aparece en las urnas en la elección del 2021, comprobará que nadie la quiere ni respalda.
Habrá que esperar el avance de las investigaciones que llevan a cabo la Fiscalía General de la República y la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda que comanda Santiago Nieto Castillo en torno al caso de Juan Collado, con el propósito de comprobar si aparecen o no los nombres de Minerva Hernández y Mariano González.
Por lo pronto la quemada que Nino Canún le puso a ese par de tlaxcaltecas ya nadie se las quita.
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