Once diputados locales hicieron el ridículo y quedaron como unos ignorantes cuando en cuestión de días el Instituto Tlaxcalteca de Elecciones (ITE) desechó el proceso especial sancionador que ese grupo promovido contra trece legisladores y cinco líderes estatales de partido por presuntamente incurrir en violencia política de género.

La autoridad electoral llegó a la conclusión que casi todo mundo sabía, es decir, que no había motivo para iniciar ningún proceso en contra de los diputados locales ni de los dirigentes partidistas, debido a que los hechos denunciados derivan del derecho parlamentario y se subsumen en el mismo para su conocimiento, por lo que no es posible para el ITE conocer de un procedimiento tendiente a sancionar a la parte denunciada como responsables por actos de violencia política en razón de género, suscitados en el seno del Congreso del estado, como parte de las actividades realizadas en su calidad de integrantes de la LXIII Legislatura y al principio de inmunidad legislativa.

Los legisladores y legisladoras que hicieron el ridículo son la panista Leticia Hernández Pérez, la petista Irma Yordana Garay Loredo, la morenista María del Rayo Netzáhuatl Ilhuicatzi y la perredista Laura Yamili Flores Lozano. También se encuentra en ese grupúsculo las intrascendentes Patricia Jaramillo García y María Félix Pluma Flores, así como Jesús Rolando Pérez Saavedra, el neo petista Miguel Ángel Covarrubias Cervantes, el ex líder de los diputados de la 4T Víctor Manuel Báez López, el aún presidente del Comité de Administración del Congreso del Estado Rafael Ortega Blancas y el que aún ostenta la coordinación de Morena en la actual legislatura, José María Méndez Salgado.

Los dueños y manipuladores de esos diputados locales como el nefasto ex gobernador de Tlaxcala, José Antonio Álvarez Lima, el senador Joel Molina Ramírez, la ex dueña del PAN Adriana Dávila Fernández y el propietario de la franquicia del PT en Tlaxcala, Silvano Garay Ulloa, también hicieron el oso porque sus “sesudas” recomendaciones legales y consejos políticos no sirvieron de nada y se quedaron con las ganas de recuperar el control del Congreso del Estado.

Las diputadas que soñaban con regresar a las presidencias y vocalías de algunas comisiones, así como a la titularidad de la Junta de Coordinación y Concertación Política se quedarán con las ganas, porque los cambios aprobadas y realizados por trece legisladores locales en la sesión del pasado 28 de mayo fueron legales.

Lo anterior evidencia el comportamiento grotesco que por varios días sostuvo la diputada y ex presidenta de la Comisión de Finanzas y Fiscalización, María del Rayo Netzáhuatl, quien se negaba a entregar dicha instancia, pero que ayer finalmente lo hizo pero a través de sus subordinados porque optó por no dar la cara a los integrantes del mencionado cuerpo colegiado y así aceptar que su proceder siempre fue peripatético.

Dicen que en una primera revisión del proceso entrega recepción saltaron algunas anomalías que podrían ser investigadas, como los familiares y amigos que consiguieron trabajo en algunos ayuntamientos por recomendación de la legisladora de Morena y la contratación de ciertas empresas constructoras por parte de algunos alcaldes, las cuales estarían ligadas a los intereses de la ex poderosa diputada.

Ahora que la Comisión de Finanzas y Fiscalización ya se encuentra debidamente instalada y en manos del blandengue morenista Miguel Piedras Díaz, los integrantes empezarán a definir la ruta que seguirá el proceso de revisión y aprobación de las cuentas públicos del ejercicio fiscal del 2019 que se ha visto alterado por la actual emergencia sanitaria provocada por la presencia del Covid-19.

Es probable que sea en julio la fecha límite para que los ayuntamientos y los diferentes entes fiscalizables presenten sus justificaciones contables para que en agosto el Órgano de Fiscalización Superior entregue sus informes finales y éstos puedan ser sometidos a revisión y aprobación a finales de agosto y durante el mes de septiembre en caso de que la nueva normalidad lo permita.

Finalmente, le cuento que los cambios al interior del Congreso del Estado no han terminado, por lo que en los próximos días podrían registrarse nuevos movimientos. Uno que está muy cerca de concretarse es el de José María Méndez Salgado que estaría siendo relevado de la coordinación del grupo parlamentario de Morena, cargo que le quedó muy grande y que nunca pudo ejercer correctamente.