La advertencia para los funcionarios federales de todos los niveles que llegó del nivel más alto del gobierno y fue contundente. Aquel servidor público que se involucre en la renovación de la dirigencia nacional y estatal de Morena será dado de baja de manera fulminante, situación que ha tensado aún más ese proceso en Tlaxcala, porque los principales operadores de ese partido ya cobran como siervos de la nación o en otro puesto dentro de alguna delegación.
A doce días de que se celebren los congresos distritales para elegir a 30 consejeros que a su vez designarán a la dirigencia estatal y formarán parte de la estructura que nombrará al próximo líder nacional del partido de Morena, los militantes tradicionales andan apurados para conservar el control de esa fuerza política y por esa razón estarían pensando en la reelección de Joel Molina Ramírez, quien hace unos días se retiró del cargo como encargado de la dirigencia para estar en condiciones de participar en ese proceso.
El actual senador goza del respaldo de la también senadora Ana Lilia Rivera Rivera y del sector duro de Morena en el estado. Ese longevo ex priista tendría el respaldo del director del Canal Once y ex gobernador de Tlaxcala, José Antonio Álvarez Lima, quien por cierto no para de presumir que otro ex mandatario ya aceptó respaldar las aspiraciones de Joel Molina a la gubernatura y se trata ni más ni menos que del priista Mariano González Zarur.
Ese grupo de morenistas respalda la llegada a la dirigencia de Morena de Bertha Elena Luján Uranga, pues según ellos los fundadores del partido son los que ahora merecen los espacios de poder en ese instituto político y por lo consiguiente concentrar los cargos de elección popular que estarán en juego en los comicios del 2021.
Otro grupo de Morena en busca de la dirigencia estatal estaría impulsando las aspiraciones de José Luis Ángeles Roldán, conocido como “El Patrón”, a quien se le identifica más hacia los intereses del actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que a los militantes duros del partido.
Lorena Cuéllar Cisneros, la “super delegada” del gobierno federal tiene conocimiento de cómo se llevan a cabo los procesos para renovar la dirigencia estatal y nacional de Morena, pero lo sigue como una espectadora más porque sabe que la advertencia para no intervenir en esos trabajos es real y que no le conviene meter la mano porque le podría salir contraproducente para su proyecto rumbo al 2021.
La funcionaria federal pronto será sometida a una evaluación por parte del coordinador general de delegados Gabriel García Hernández y del mismo presidente López Obrador, por lo que en breve sabremos si cumplió con las expectativas y compromisos de la administración federal y si sigue en el ánimo del tabasqueño para seguir con la representación en Tlaxcala, donde el gobierno del estado y algunos funcionarios federales como Alejandra Frausto Guerrero que no se han cansado de menospreciar y agredirla.
En pocos días Morena tendrá una nueva dirigencia, pero al final Andrés Manuel López Obrador seguirá siendo el que tiene la última palabra en ese partido.
Los incomprensibles despidos en la Sefoa
Muy caro le podría resultar al gobierno de Marco Antonio Mena Rodríguez el despido de cerca de 40 trabajadores de la Secretaría de Fomento Agropecuario (Sefoa), sin que hasta ahora se les haya dado un válida justificación que amerite su baja de la nómina oficial.
El nuevo personal que llegó de la mano del reciente designado titular de la Sefoa, Arnulfo Arévalo Lara, sólo argumentó que fueron despedidos por ser personal del anterior responsable de la dependencia, José Luis Ramírez Conde, lo cual si bien es cierto porque llegaron junto con él a esa área del gobierno del estado, la realidad es que se trataba de priistas y técnicos que apoyaron y trabajaron en la campaña a la gubernatura de Mena Rodríguez, de ahí que no se explican porque razón fueron echados a la calle sin ninguna explicación.
La molestia de ese personal radica porque ellos si trabajaban y porque Arnulfo Arévalo decidió quedarse con los aviadores que existen en esa dependencia, mismos que cobran sin siquiera mover un dedo o llevar a cabo la mínima tarea para embolsarse el salario que perciben cada mes.
Los nombres de esos vivales pronto se podrían dar a conocer, situación que dejará muy mal parado al ex diputado local que si bien había empezado bien su trabajo como nuevo titular de la Sefoa, ahora podría enfrentar conflictos por sus equivocadas decisiones. Al tiempo.
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