Después del primer informe de gobierno de Marco Antonio Mena Rodríguez, el mandatario tendrá unos días para concretar la evaluación interna de los miembros de su gabinete, porque hay funcionarios que no han cumplido con las expectativas pese a sus abultados curriculums con que llegaron y que con el paso de los meses se comprobó que sólo se trataba de hojas de papel.

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Si habrá ajustes o no de los integrantes del gabinete estatal en los primeros días del 2018 es algo que sólo sabe el gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez, quien puede estar satisfecho con el trabajo de su equipo, pero no así los ciudadanos y los diferentes sectores de la sociedad que están desilusionados por lo que se dejó de hacer.

Los tlaxcaltecas no han percibido un cambio real de esta administración con relación a la que encabezó el hacendado Mariano González Zarur. Hoy hay opiniones que refieren que estamos peor en materia de seguridad y en obra pública.

El robo de automóviles se disparó, así como los homicidios y otros delitos como el robo de casas habitación, comercios, de autopartes y de camiones de carga en las carreteras del estado.

La obra pública ha sido escasa y el negocio simplemente cambio de manos. En 2017 no se llevó a cabo ninguna obra de alto impacto y la única que se considera es la ampliación del estadio Tlahuicole, donde se esperan invertir 180 millones de pesos para que el equipo de Coyotes de Tlaxcala pueda jugar sus partidos de futbol.

Hay obras de imagen urbana, de construcción de puentes y la pavimentación de una que otra calle. Ojalá ninguna de esas vialidades que recibió atención por parte de la Secoduvi sea porque un funcionario influyente viva ahí o porque sea la que utilizan figuras del momento para ir a dejar a sus hijos al colegio.

El sector educativo está convulsionado y hay un malestar latente contra las autoridades educativas que puede salirse de control. En el área de la salud las cosas siguen igual y no hay ningún avance en su transformación. La falta de especialista y personal en hospitales y clínicas es la constante. Quizá lo único que ha mejorado es el abasto de medicamentos.

En materia de empleo se pudo capitalizar las inversiones y la inercia que dejó el gobierno de Mariano González. Por esa razón se rebasará la meta de generar 5 mil empleos formales durante el presente año.

En políticas públicas estamos jodidos pese a que el gobierno de Tlaxcala es uno de los pocos a nivel nacional que cuenta con una secretaría creada específicamente para generar esas acciones. El error puede radicar en que esa posición se entregó a un maestro en educación física que lo suyo es la grilla barata entre maestros que forman parte del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.

La próxima semana conoceremos el documento oficial del primer informe de gobierno de Marco Mena y veremos que funcionarios si hicieron su tarea y que otros quedaron a deber y podrían dejar su cargo, sobre todo porque los tlaxcaltecas empezarán a exigir cada vez más resultados a las autoridades estatales.

Los cambios para muchos pueden ser necesarios y urgentes, sin embargo también es probable que las cosas se mantengan igual porque bien o mal este gobierno ahí la lleva.