Los operadores del PRI y sus aliados fueron incrustados en la estructura gubenamental que será la base para enfrentar a Andrés Manuel López Obrador que buscará por tercera ocasión ganar las elecciones presidenciales en Tlaxcala, un estado que siempre lo ha respaldado con su voto.

marcomena

A diferencia de Mariano González Zarur, el actual gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez si busca entregar buenas cuentas en la elección presidencial del 2018, de ahí que en su gabinete haya incorporado a personas que tienen más perfil de operadores políticos que de servidores públicos.

El mandatario tlaxcalteca desea trascender más allá del 2021 cuando dejará el cargo con 53 años de edad. Su carrera va de la mano del PRI, partido que sin duda enfrentará serios problemas para retener la presidencia de México en un año y medio.

En el 2012 el ex mandatario González Zarur no puedo lograr que el PRI ganara las elecciones en el estado, ya que en ese proceso el candidato de las izquierdas Andrés Manuel López Obrador obtuvo el triunfo en Tlaxcala aunque no la presidencia del país. El hacendado perdió el Senado y sólo pudo lograr uno de los tres diputados federales que fueron electos.

Por esa razón, cuando uno revisa con más detalles los perfiles de los miembros del gabinete llega a la conclusión que Marco Mena apostó más por operadores que por funcionarios capaces de impulsar cambios sustanciales dentro de la administración pública estatal.

Encabeza ese grupo el secretario de Gobierno Florentino Domínguez Ordoñez, le sigue Noé Rodríguez Roldán en la Secte, José Luis Ramírez Conde en la Sefoa, Jorge Luis Vázquez Rodríguez en la Sedeco y Efraín Flores Hernández en la Coordinación de Ecología.

A ellos hay que sumar a Eladia Torres Muñoz en la secretaría particular del Gobernador, a Carlos Bailón Valencia en la secretaría Técnica del mandatario, a Roberto Nuñez Baleón en la secretaría de Turismo, a Luis Álvarez Landa en la Oficialía Mayor y a Lenin Calva Pérez en la secretaría de Políticas Públicas y Participación Ciudadana.

Nadie puede negar que los mencionados tienen experiencia en asuntos electorales y que sin duda tratarán de ubicarse como candidatos a un cargo de elección popular.

Muy pronto veremos a esos funcionarios metidos en tareas político-electorales con miras al 2018, año en que será electo presidente de México, senadores, diputados federales y legisladores locales.

Marco Mena se decantó por la estructura gubernamental que lo ayudó a ganar los pasados comicios y no por la dirigencia del PRI en Tlaxcala para la operación de las próximas elecciones, de ahí que es probable que se opte por dejar como líder del partido a Blanca Águila Lima, quien el fin de semana asumió el control del tricolor tras confirmarse la renuncia de José Luis Ramírez.

En ese evento, sólo fueron necesarios unos minutos para comprobar que la nueva dirigente del PRI es limitada, pues lejos de comprometerse a encabezar una dirigencia que defienda y camine al lado del nuevo gobierno del estado, apostó por defender las «inteligentes y atinadas decisiones» del presidente Enrique Peña que autorizó una alza al precio de las gasolinas.

Esa medida es la que tiene al PRI y al presidente Peña Nieto en la lona, ya que el malestar social por el gasolinazo se mantiene vivo y sin duda se hará presente en los próximos procesos electorales.

Dicen que la tendencia de incorporar operadores seguirá y se hará más evidente cuando se designe a los funcionarios que formarán parte del gabinte ampliado del gobernador Marco Mena.

El ejército del PRI se está armando y por lo que se ve es el único partido que desde ahora ya trabaja en Tlaxcala para intentar ganar las elecciones del 2018.