Los ciudadanos aún perciben cierta parálisis del nuevo gobierno, pues hay depedencias que se muestran inactivas, situación que debe de cambiar porque el actual gobierno empezará a tomar decisiones que sin duda generarán una fuerte molestia entre los ciudadanos que son usuarios del transporte público.

gasolinazo

El bono democrático que otorgan los ciudadanos a las nuevas autoridades para entregar resultados parece que en Tlaxcala tendrá una vigencia muy corta, pues la nueva administración de Marco Antonio Mena Rodríguez será una víctima más del gasolinazo.

Muy pronto, el mandatario se verá obligado a tomar decisiones que golpearán su imagen entre un sector de la población -clase media y baja- que mostró su respaldo electoral a la ex candidata del PRD al gobierno de Tlaxcala Lorena Cuéllar Cisneros.

El descontento que priva entre los transportistas locales por el aumento al precio de las gasolinas será contenido en los próximos días cuando Marco Antonio Mena autorice un incremento a la tarifa del pasaje público en la entidad.

El alza es inevitable según el análisis financiero elaborado por las autoridades de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes que determinó que la tarifa debería sufrir por lo menos un aumento del 20 por ciento.

El ex gobernador Mariano González Zarur sabía de los resultados de ese estudio y aún así se negó a autorizar en los últimos días de su administración el incremento al pasaje. Su argumento fue simple: «que Marco Mena asuma el costo político de esa decisión, porque yo no voy a elevar las tarifas y hacer que los tlaxcaltecas me odien más».

Aunque los transportistas buscan que el aumento sea del 30 por ciento, es difícil que logren esa cifra porque se habla que el costo de la parada mínima en Tlaxcala quedará en 8 pesos, lo que implicará un aumento de casi el 23 por ciento, medida que sin duda provocará el rechazo de los usuarios y golpeará la imagen del nuevo mandatario que aunque se muestra accesible, sigue siendo una autoridad que no termina por hacer empatía con los ciudadanos.

Las negoaciones del aumento al pasaje las lleva Noé Rodríguez Roldán, titular de la Secte, quien al parecer ya convenció a los transportistas de aceptar el incremento antes mencionado a cambio de que la depedencia flexibilice algunas determinaciones que ayuden a los concesionarios a superar el actual escenario económico.

Se habla que la medida se podría da a conocer a finales de este mes, aunque no se descarta que sea en los primeros días de febrero, cuando la Secretaría de Hacienda autorice una nueva alza al precio de los combustibles que se tiene prevista para el día 4.

Marco Mena dejó entreve hace unos días que su gobierno empezará a tomar decisiones que tendrá un efecto negativo en su imagen.

En una entrevista publicada en el periódico Reforma, el mandatario admitió «la existencia de un sentimiento de inconformidad social y de incertidumbre por el alza al precio de la gasolina», de ahí que pidió a los ciudadanos comprenderlo.

«Los Gobernadores debemos de tomar responsabilidad de nuestros propios cargos sino también de lo que ocurra en nuestros estados y no esperar a que el Gobierno federal nos resuelva nuestros problemas», expuso el mandatario tlaxcalteca.

«Las circunstancias económicas en general obligan a que los Gobernadores tomemos las medidas correspondientes de acuerdo a nuestros perfiles de estado».

El aumento al pasaje es inminente y sin duda la noticia caerá muy pero muy mal a los tlaxcaltecas.

Los efectos del gasolinazo aún no se pueden calcular con exactitud, pero sin embargo tendrán consecuencias negativas en los indicadores de pobreza en la entidad, pues según el Coneval existe un alto riesgo de que las personas en esa condición aumenten en los próximos meses.