Son contados los funcionarios del nuevo gobierno que se ven trabajando en sus áreas de responsabilidad. Unos han optado por dibujar sus planes y estrategias, mientras que otros prefieren el bajo perfil para simular que laboran cuando en realidad sólo están en espera de las indicaciones a seguir.
Con muy pocos días en su nueva encomienda, desde ahora ya se empieza a dibujar que funcionarios designados por el gobernador de Tlaxcala, Marco Antonio Mena Rodríguez, pintan para dar resultados, pues hay otros que al parecer sólo llegaron para llenar una posición más sin aportar nada.
El sentir de un sector de la sociedad tlaxcalteca es que el nuevo gobierno estatal no termina de arrancar y que se encuentra pasmado por los acontecimientos derivados del gasolinazo que generó un enorme malestar ciudadano.
De los funcionarios que operan y que se percibe buscan entregar resultados a su jefe apunte al secretario de Gobierno, Florentino Domínguez Ordoñez, quien logró sentar a empresarios y representantes de la Iglesia que ayer ofrecieron una conferencia de prensa para satanizar los actos vandálicos que se realizan en las protestas por el alza del precio de los combustibles.
Los ilusos empresarios y líderes católicos terminaron por avalar el gasolinazo y por defender tibiamente la medida impuesta por el gobierno de Enrique Peña Nieto, pues al tiempo que criticaban los cierres carreteros anunciaban el aumento a las tarifas del transporte que ofrece el consorcio ATHA.
Otro funcionario que se muestra capaz es Hervé Hurtado Ruiz, titular de la Comisión Estatal de Seguridad, quien habla de realizar una reestructura interna de la dependencia y crear unidades de investigación especializadas en delitos, así como una división de tecnología en la policía estatal.
En una entrevista publicada por el periódico La Jornada de Oriente, el responsable de la seguridad reconoce que en este año no se cumplirán las metas establecidas por su dependencia porque los recursos para el combate a la inseguridad ya fueron etiquetados.
Hurtado Ruiz ya tiene un diagnóstico y acepta que para dar resultados será indispensable otorgar las herramientas y armas necesarias para que los elementos de seguridad pública de la entidad hagan su trabajo con eficiencia.
En varias ocasiones advertimos en este espacio que la Policía Estatal carecía de áreas de inteligencia para enfrentar al crimen en Tlaxcala, situación que pronto podría quedar subsanada por Hervé Hurtado.
Y si no me cree cheque la declaración que hizo al mencionado periódico:
“Hoy por hoy traigo muy buenos deseos, estoy haciendo el proyecto de ver si encajo en la infraestructura, pero deseo establecer unidades específicas, que las unidades de investigación estén clasificadas por delitos, que haya una unidad especializada en robos, sin meternos, por supuesto, a un tema de investigación de tipo procesal, como lo hace la Procuraduría General de Justicia del Estado”.
Un funcionario que de plano se muestra débil y sin autoridad es el nuevo responsable de la Secretaría de Educación Pública, Manuel Camacho Higareda.
El académico está muy lejos de demostrar que la educación será una de las prioridades del gobierno de Marco Mena, sobre todo cuando en su primera aparición oficial nos receta un discurso tan pobre y común como el señalar que “una sociedad con mejor educación entiende que la violencia no es la primera opción para la solución de conflictos”.
No cabe duda que el funcionario se rompió la cabeza para pronunciar tan profunda frase que provocó risas entre los asistentes al evento del inicio formal de actividades de la USET.
Lejos de plantear los lineamientos que llevaría a cabo para mejorar la educación en Tlaxcala, Manuel Camacho se limitó a decir que “la comunicación será la constante para mantener informada a la comunidad, pues la educación es uno de los sectores más importantes de la sociedad, por lo que hizo un llamado a los docentes a trabajar juntos para hacer más amable y humana la realidad que se vive actualmente”.
Lo bueno que la educación forma parte del triángulo de prioridades del nuevo gobierno, porque si no imagínese de qué estaríamos hablando en este momento.
Un discurso lleno de mentiras e hipocresías fue el que pronunció ayer la presidenta de Tribunal Superior de Justicia en el Estado, Elsa Cordero Martínez, quien dice que ahora si tienen la capacidad y el compromiso para fortalecer a la institución de manera objetiva, imparcial y transparente, sólo por el simple hecho de que ya empezaron a utilizar las instalaciones de la Ciudad Judicial.
Su ego es tan grande como el enojo que sufren las mujeres que son engañadas por sus maridos y desde ahora la magistrada se siente como “un factor indispensable para contribuir a la paz, estabilidad y desarrollo de la entidad”.
Sin duda el discurso estrambótico de la diminuta abogada más que generarle simpatías le provoca rechazo porque su postura ante la problemática actual del país es tan absurda y demagógica que sólo le creen sus aduladores.
Y si no vea este párrafo
“En momentos como este cuando es tan notorio el descontento social en nuestra nación, en el que a través de los medios de comunicación y las redes sociales encontramos exponencialmente reclamos públicos y malestar generalizado, cuando la prudencia parece desvanecerse y el descontrol hacerse presente, es justo cuando las instituciones debemos mostrar nuestras fortalezas y transformarnos”.
El cinismo de Elsa Cordero es un insulto, pero en fin hay que entenderla, pues una mujer que vive en el engaño.
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