Así nadie podrá decir que la policía no trabaja… nada más que los robos no paran, ni las violaciones, ni el atraco en carretera; Oreste de Jesús, el gran fracaso en seguridad
¿No se cansan los policías a bordo del helicóptero del gobierno, de hacer el mismo vuelo decenas, cientos de veces, con la sirena encendida y la firme intención de ser vistos?
De tanto hacer la misma rutina van a acabar siendo parte del paisaje, una parte muy desagradable por cierto, no porque dejen de impactar con sus vuelos intimidantes, sino porque la delincuencia los pasa por su arco del triunfo.
Por supuesto que no es seguro vivir en el estado de Tlaxcala.
Hoy, ofende volver a mencionar aquello que nos ubicamos dentro de las entidades más seguras.
Miren ustedes las respuestas del responsable estatal de la seguridad, Oreste de Jesús Estrada Miranda… los maleantes son de fuera (¿le consta, los ha procesado, por qué está tan seguro?), vienen, cometen sus fechorías y se retiran.
Esa es la justificación a su ineficiencia.
El tipo no sirve para desempeñar su cargo, o ha sido permeado de tal forma por los delincuentes, que se ha vuelto un cínico.
Faltan varios meses para que esta administración concluya. Se trata de muchos días en los que nos queda claro que los funcionarios cayeron en el desánimo. Antes los habría movido el deseo de incorporarse al gobierno. Tras lograrlo, se hicieron obesos, torpes, cachetones.
Sencillamente se replegaron y liberaron la plaza a las bandas que nos asuelan.
¿Cómo que en Cuapiaxtla roban los tráileres, incluso a las afueras de las fincas de sus propietarios?
¿Se han dado cuenta que somos campeones en el robo de tráileres cargados con fertilizante?
Además de la mágica desaparición de 11 mil toneladas de ese producto en la Secretaría de Fomento Agropecuario, ayer mismo en el Arco Norte, unos hampones se las ingeniaron para detener al camión con placas 587-EF-8 del Servicio Público Federal, cargado con agroquímicos y se lo llevaron. Al conductor lo tiraron en terrenos de labor.
¿A qué se dedicaba en esos momentos el policía federal de caminos Estrada Miranda?
A culpar a los criminales de otros estados.
Este ex militar es una vergüenza. Debería ser procesado en su fuero por ensuciar las insignias que le dan la jerarquía que presume.
Su antecesor, Orlando May Zaragoza, nos dejó temblando de miedo y coraje porque estaba involucrado con la industria del secuestro.
A este sujeto, lo tiene sin cuidado que la red de ductos de PEMEX que atraviesa Tlaxcala parezca un queso gruyere. Parece que los robos en carretera lo le dan risa, y cuando le piden respuesta le sale lo ladino y dirige la vista hacia Oaxaca, o Puebla, o tal vez el Estado de México.
No me cabe duda que esta temporada, agosto para los criminales –y sus colaboradores con isignias- en realidad son los mensajes enviados a la próxima administración.
¿Sabes, nosotros tenemos la plaza… cooperas o, cuello?
Seguramente Marco Mena ha tomado nota, de la procuraduría que suelta pistoleros, y pierde pleitos ante presuntos secuestradores.
Está consciente que Oreste de Jesús Estrada, se encuentra calentando un lugar en el que no da el ancho.
Que los rasantes vuelos del helicóptero con la sirena encendida son la farsa extrema para tapar la inseguridad: “miren, estamos trabajando… damos de vueltas como zopilotes buscando presa”
Les creerán quienes ignoren todo este contexto.
Ayer, en la alcaldía, al alegre secretario del ayuntamiento Benjamín Ávila Márquez, le cambió la actitud cuando decenas de vecinos de la Loma, manifestaron su hartazgo por la tierra sin ley en que se ha convertido dicha colonia.
¿La respuesta?
Raymundo Fragoso, el responsable de la seguridad en la Capital, ni ve ni oye actos delictivos. Al contrario, asegura que van en franco descenso.
¿Y el alcalde?
Pues quién sabe dónde ande. Pero con esos vecinos molestos ni la cara dio.
Qué casualidad. Durante el proceso electoral los delitos bajaron. Pasó esa etapa y no nada más reaparecieron, están desbordados.
A, qué caray, apoco los delincuentes andaban haciendo campaña.
No lo descarte.
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