El añoso ex secretario de gobierno no tiene el apoyo ni de su hija, la delegada del Trabajo con licencia; recibirlo sin la estructura y candidatos del PES resultó una vil pifia
Parece que esta vez falló el cálculo a la abanderada del PRD a la gubernatura, Lorena Cuéllar Cisneros. Salió al tiradero, vio a Federico Barbosa Gutiérrez, y se le prendió el foco… a este me lo llevo, lo reciclo y voy haciendo más robusta mi causa…
Mas la operación quedó trunca. El elemento Barbosa no jaló a la estructura del Partido Encuentro Social (PES), a sus candidatos y a sus líderes. Y la verdad es que recibir a uno más en el cuartel general donde abundan los altos mandos y escasea la tropa no ha sido el gran acierto.
Y luego uno se entera de los calificativos que dan al ex diputado federal, captado alguna vez hasta con la boca abierta del tremendo sueño en su curul y a la hora de una sesión. El PES no lo bajó de cínico. Jamás dejó de externar su desencanto por la súbita decisión del ex priísta.
Barbosa tuvo su momento, con José Antonio Álvarez Lima. Para ellos eran buenos tiempos. Ponían y quitaban candidatos, y hasta traicionaban al partido que los había llevado al poder. Crearon al primer senador panista de Tlaxcala: don Luis González Pintor, y hasta hicieron ver su suerte a Joaquín Cisneros Fernández, entonces cándido abanderado tricolor que supuso contar con el apoyo de esos dos.
Tal vez en eso se fijó Lorena. Reciclar a Barbosa equivalía a abrir viejas heridas, las heridas de 1998. Y como hoy los agravios entre consanguíneos están de moda, tal iniciativa le provocó irse de bruces. Ofreció una conferencia de prensa para presentar con bombo y platillo a su nueva adquisición.
Pero, ¿no vino con todo y partido?, ¿Entonces para qué le sirve?
El antes y el después
Me parece que tras el debate que tan malos recuerdos dejó en la frágil Lorena –dicen que sus titubeos y equivocaciones le costaron cuatro puntos– ha venido una etapa de desequilibrio.
La Cuéllar tiene el sí en la boca aun antes que le hagan proposiciones.
Eso la devalúa. La basura ya no cabe en su carrito de compras. Lo malo para ella es que por todos esos desechos ha de pagar.
Se dibuja el distanciamiento entre la candidata y sus asesores. Viven un diálogo de sordos. Si ellos le sugieren tal acción o declaración, ella se encarga de hacer lo contrario.
No es más que la desconfianza a niveles mayúsculos.
Se nota en su estado físico. Se achicó, se enjutó.
No desaprovecha reunión alguna. Pero ese ritmo de trabajo no lo tiene el enorme y pesado aparato tras ella. Como media la desconfianza, entonces les gana, los ignora, los pone a prueba. Ellos no pueden seguirle así el paso. Hay demasiada improvisación. La campaña decanta en ocurrencias. Esto de Barbosa es evidencia de ello.
Y lo que falta
Sí, porque el domingo que viene se efectuará el segundo debate entre candidatos. Con uno menos, Federico Barbosa Gutiérrez. Con treinta minutos más –pues los organizadores vieron que al abanderado del PRI nunca le da por salirse del guion-, y eso es una garantía de que por lo menos no corre el riesgo de tropezar como ya ocurrió con la abanderada amarilla.
Demasiadas de arena por tan pocas de cal
En el Instituto Tlaxcalteca de Elecciones (ITE) tuvieron quince días para promover el próximo debate, el próximo domingo y esta vez moderado por la locutora con propensión tricolor Mayté Noriega. Otra vez prefirieron importar talento que recurrir a comunicadoras locales.
Sí, tuvieron ese tiempo pero lo dejaron correr. Hoy, a siete días de dicha confrontación de ideas y argumentos, les da por enviar oficios a medios como e-consulta, para solicitar la retrasmisión, tal como ocurrió en el primero.
Y son tan gentiles que dichos oficios hasta los acompañan con videos e imágenes promocionales del debate.
No los llamaremos cínicos… nada más cargaditos. Cuando aquella etapa del reparto del presupuesto, atestaron de billetes los bolsillos de sus medios predilectos. Y con el tiempo se dieron cuenta que otros medios también tienen su rating. A esos medios les mandan oficios y los promocionales que les comentábamos.
Aunque no fuera así, la retrasmisión del debate la podrán ustedes ver en este portal. La confrontación de ideas de los candidatos obliga a una cobertura puntual. Ya la conducta de los señores consejeros cada cual la podrá juzgar.
Estrategas de medios
No podemos omitir el tema de la mediatización en la elección de lo que, todo indica va a definirse en tercios.
En el team del priísta Marco Antonio Mena, descubrieron la manera de desactivar el factor sorpresa en la cobertura de Lorena Cuéllar Cisneros.
La despojan de la pimienta reaccionando casi de manera simultánea cuando el lorenismo algo tiene que cacarear.
No es labor sencilla. Requiere de un monitoreo detallado y constante. Y no descartamos que en la propia estructura de Cuéllar operen infiltrados, proveyendo de manera oportuna de información fresca o adelantada a la esquina tricolor.
Y de aquel direccionamiento mediático que definía agendas, este rubro se hizo denso y tuvo una sensible baja.
¿Quién podría hacer milagros con una candidata que atraviesa una etapa de desequilibrio?
Esperamos que sea temporal.