Lo cacharon con las manos en la masa. Se propasó con el cobro de candidaturas, al grado que es con él donde inicia la grave crisis de los registros. Esa es la razón de su despido
Ahora más que nunca resulta interesante profundizar en las causas que ocasionaron la remoción de Javier Michel como delegado del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI. La voracidad lo habría llevado a traspasar los límites del cíclico negocio de la venta de candidaturas.
Si antes esto funcionó de esa manera, y los aspirantes estaban conscientes de ello, el delgado hilo reventó cuando el culto de Michel al dinero, lo llevó a pensar que el solo tenía el derecho a quedarse con la parte mayúscula del pastel, regateando al propio gobernador esa prerrogativa.
En el peor de los casos esos cobros los hizo antes –como siempre, elaborando paquetes que incluían alcaldes y sus planillas- pero una vez logrado el registro, pretendería volver a pasar la charola.
Esto llegaría a oídos de Mariano. Y este sistema se descompuso. Afectó tanto que es ahí donde inician los retrasos en los registros. El gobernador impulsaría la vergonzosa devolución de los montos, indignado descubriría a quien fue su compañero de mil batallas, quien debe haber pensado que por estar en la parte complementaria de su sexenio, había que aprovechar el año de hidalgo.
Así podemos explicarnos la inacción en el ITE. El prolongado ocultamiento de información en el que los consejeros tuvieron que reventar pues quedó fuera de su jurisdicción contener tantas inconformidades. Hoy, decenas de candidaturas a alcaldes –algunos hablan de 40- se encuentran en ese contexto que hasta pudo dejarlas fuera.
Los errores los están subsanando, pero fuera del tiempo marcado por la Ley.
Complicidad y sumisión del instituto quedó a la vista de todos, y la creencia que es un organismo garante de imparcialidad y certeza es hoy una vacilada.
También en el PRD
Quedó vandalizado la sede estatal de un PRD con dirigentes como Manuel Cambrón Soria, a quien también los candidatos reprobaron en sus acciones de venta de candidaturas y simulación respecto a un verdadero apoyo a la causa de Lorena Cuéllar Cisneros, la candidata amarilla al gobierno de Tlaxcala.
Pidieron su cabeza. Y con ello se muestran tan vulnerables como son por esa volatilidad en su desempeño estando ya tan avanzado el proceso electoral.
Y no es para menos cuando se dan cuenta que dirigentes de este nivel no apuestan su trabajo a ganar una elección. Ellos ya se embolsaron millones, sangrando a mujeres y hombres con la cándida idea que su participación en la política podría darse en términos de la honestidad.
Campañas planas
Este espacio tan breve de campañas es consecuencia de la reforma electoral, aprobada por diputados que hoy se dan golpes de pecho. Esto entre cientos de errores de administración y operación, todos ellos con el fin de reafirmar la hegemonía de un solo partido, el PRI.
Entonces podemos explicarnos porqué el tricolor sí pudo conformar la mega alianza con la que hoy compite, pero a los demás les estuvo cerrada esta posibilidad.
Bueno, pero superado ese obstáculo, ¿qué pasa con los candidatos, emplean con talento el tiempo de campaña, pese a ser tan breve?
No hemos visto a alguien con proyectos definidos y pulidos, de tal suerte que el tiempo de preparación de la campaña haya valido la pena.
Escuchamos frases y lugares comunes. Cosas como: “yo no vengo a prometer, vengo a escuchar”. Bueno, pero entonces dónde está el encanto que acabará por comprometer la voluntad de los electores. ¿Dónde el entusiasmo ante la posibilidad de contar con obras de alto impacto?
Son contados los casos de candidatos con una labor visible. Tal vez uno de ellos sea el panista Julio Cesar Hernández, en Apizaco, quien de manera definida tendría un discurso en el que asoma una labor de análisis para dar continuidad a lo que se requiere y cambiar aquello en donde esto sea posible.
Se trata de alcaldías de casi cinco años.
Una oportunidad como esta no va a repetirse. Por eso las frases huecas, faltas de contenido no valen en semejantes circunstancias.
Hay que dirigir la mirada al estado de Puebla, donde hay una lucha sin tregua, atestada de proyectos y críticas entre la priísta Blanca Alacalá Ruiz y el morenovallista Tony Galy. Y eso que están disputando la minigubernatura.
Creemos que a estas alturas debe acabar la especulación de candidatas y candidatos a alcaldías. Que nos muestren todo lo que traen dentro. Hasta dónde son capaces de llegar para ganar la elección. Asi como van, la verdad dan flojera.
Los candidatos a diputados, peores aún
Y ahí tienen ustedes a quienes hacen campaña buscando una curul en la próxima Legislatura. Llegan al extremo de hablar de gestión de recursos para obras. Esa no debería ser su prioridad. A nadie hemos escuchado abordar, con toda propiedad y dominio, el problema que significa una ley electoral como el bodrio vigente, gracias a los diputados que ya huelen a cadáveres.
No hay proyecto legislativo. Esa es su chamba. Proponer leyes, analizarlas, perfeccionarlas o derogarlas. Hoy tenemos ante el electorado a abanderados moleros y estresados porque en un es no les va a dar tiempo de recorrer, como debería ser, todos los municipios que conforman a sus distritos.
El fenómeno AMLO
Hoy y mañana estará de nueva cuenta el presidente de Morena en Tlaxcala. Se nota el interés de Andrés Manuel López Obrador, por apuntalar la campaña de Martha Palafox a la gubernatura y de los candidatos a alcaldes y diputados.
Si la presencia del Peje, significa un alza de cuatro puntos, las encuestas señalarían que ese proyecto podría llegar a las 12 o 13 unidades. Sin duda se convertiría en la tercera fuerza política y tendría un vigoroso porvenir con miras a la elección presidencial.
López Obrador tiene planeado hacer varios mítines concurridos. Los organizadores de su gira están echando la casa por la ventana. Saben que es una oportunidad de oro para reposicionarse.
De darse esta alza, en lo sucesivo hemos de ver el comportamiento de los tres que según las encuestas se ubican en los tres primeros lugares. Recordemos que esto es un proceso electoral en el que los errores no caben.
Ya lo veremos.