Las hermanas de la candidata, Karina y Mónica, organizaron a Lore una divertida e interesante fiesta, a la cual parece no haber incomodado al hermano del candidato del PRI

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Ni siquiera las viandas y los jaiboles fueron tan llamativos en la pachanga de petit comité organizada el sábado anterior para celebrar el cumple de la senadora con licencia, Lorena Cuéllar Cisneros, como el circunstancial anfitrión, el gentil y ¿plural anfitrión?, ni más ni menos que Fabricio Mena Rodríguez, cuñado de la susodicha, carnal y operador del abanderado tricolor al gobierno, Marco Antonio Mena Rodríguez, y obediente esposo de la señora Karina, una de las organizadoras de la pachanga (la otra fue Mónica).

¿Pluralidad o traición?, he ahí el dilema. Yo diría que es la obediencia propia del cortesano para el cual conceptos como dignidad y voluntad, son ese deseo que algún día podrá realizar… cuando su superiora le dé permiso. Y como ella le ordenó ser anfitrión y poner buena cara, a este no le queda alternativa.

Puro invitado del primer círculo, nada de cambrones o sesines… esos ya quedaron fuera del grupo cercano, vamos hasta removidos de la estructura con la que Lorena Cuéllar se prepara para ir a las urnas el próximo cinco de junio.

Es decir, habrá dos frentes paralelos: el de la senadora con licencia y por obvias razones, de su confianza absoluta, y el diseñado por los del partido amarillo (esos que no hallan momento para arrebatarse recursos, candidaturas y hasta citas con la candidata).

Bueno, y suponiendo que a la pachanguita de Lorena hubieran llegado Víctor Cánovas y Daniel Herrera Murga, qué incómodo para el cuñado Fabricio que la reunión haya sido en su residencia. A lo mejor otro –menos disciplinado- convence a la esposa de buscar otra sede, a lo mejor más amplia, más cómoda y sobre todo menos comprometida.

Pero los ricos que siempre han sido ricos cumplen sus caprichos. Y a los ricos que antes eran pobres, solo les queda obedecer, pisotear su dignidad… y bajar la mirada.

Hay de pobres a… ¡pobres!

Como el caso de Santiago Sesín Maldonado, un pobre diputado que ya no lo es; que de gran operador de la candidata de PRD a gobernadora, hoy se la vive operando la campaña del pseudo perredista que se volvió candidato panista a la alcaldía de Tlaxcala, Víctor Briones Loranca.

Otro pobre –Briones– que dio chico brincote cuando, de burócrata de la antigua SESA, irrumpió en el escenario de la política, haciendo lo que los pobres hacen… dejar que los ricos pasen (como en su momento le pasó con Alfonso Sánchez Anaya).

Ahora ya no es tan pobre, y hasta presenta su declaración patrimonial. Cuyos detalles por cierto, no hemos de conocer porque el señor Briones dice que entregó esa información al titular del OFS, Crispín Corona Gutiérrez. ¿Y?, ¿Qué no se trataba de que hiciera públicos esos datos? No, pues en manos del barón Crispín, ya estuvo que nos quedamos con las ganas conocer de los bienes de uno de los dos funcionarios de la comuna tlaxcalteca, encargados de la compra irregular del famosísimo terreno donde ya mero acaban la alberca, para dejar todo listo a los legítimos dueños del predio, los medios carnales Temoltzin (Martínez y Dorante).

Y de ¡pobres! a… ¡pobrecitos!  

Como el doctor Marco Antonio Mena Rodríguez, quien conmovió a los del Partido Socialista con su discurso evocativo de su abuelita, quien vendía carbón.

1.       Si a la abuelita de Marco Mena la detectan los del Partido Verde vendiendo carbón, ya parece que se la van a perdonar, ni los de la Profepa.

2.       ¿No será que al candidato le falta arraigo y trata de llenar ese vacío con nostálgicas historias, nada más para decirnos: neta que soy de aquí, lo que pasa es que me fui harto tiempo y pos por eso nadie me conoce, nadie me valora?

3.       ¿No habría sido mejor un discurso elogiando los grandes valores que su abuelita –a la que todos hubiéramos conocido- le inculcó, gracias a los cuales observó una conducta intachable, constructiva y admirable, al grado que al PRI no le quedó más que suplicarle ser su abanderado al gobierno?

Aplican la estrategia inventada por Manlio Fabio

Por lo menos en Apizaco, Zacatelco y Chiautempan, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) recurrió a ciudadanos con una imagen positiva, aunque carezcan de militancia. Ello lo puso en práctica el partido en otros estados y la jugada le está resultando. Jorge Rivera, Héctor Domínguez y Gonzalo Díaz, son los nombres de esos, “independientes” con los que en el partido tricolor comienzan a abrir brecha.

La pésima comunicación social de SESA

La nula política de comunicación de la Sesa, gracias a la complacencia, indiferencia o falta de confianza de su titular hacia la sobrina del Secretario de Gobierno, Lorena Flores Ordóñez, ha dejado paso directo al siempre anhelado deseo de Héctor Parker por hacerse de los recursos de dicha dependencia.

Resulta que, ante la ineficacia en la ejecución de campañas de prevención de la Salud y a que el año pasado no supieran ni cómo ejercer ese recurso, ahora es el Seguro Popular quien ordenará cómo deben emplearse 10 millones de pesos para dicha difusión. Trabajo que, a sabiendas de la titular, esta dependencia no tiene ni una sola idea de aplicarlo, la respuesta más fácil y sencilla es: dénselo todo a Coracyt, para que ellos hagan diseños de vallas, dípticos, diseños de publicaciones en medios, fotografía de gobierno, manejo de redes sociales, planes de medios, spot de radio y televisión (siendo estos dos últimos lo único que podrían realizar).

El titular de la Coracyt, amiguísimo de Raymundo Vega y Crespo, comparsa de Guarneros Chumacero y Ernesto Ordoñez Carrera, parece ser el portal para que en el año de Hidalgo, la rebanada del pastel se reparta entre estos miembros del FBI (Fuerzas Básicas del Inapam).

Si esto no es, podría ser algo más grave, el desvío de recursos para financiar la campaña a gobernador de Marco Mena Rodríguez, triangulando recursos federales que están etiquetados para promover hábitos saludables y prevenir enfermedades, política que la federación ha ponderado, y aquí en Tlaxcala, simplemente no les interesan.