Ya dijo lo que tenía a la produraduría. Hoy puede caminar sin miedo por las calles, y no hay quien le formule un solo reclamo.
Lo llamaremos: La pasión de los comisionados. Es el montaje de un thriller, con un montón de cabos sueltos, escrito por las autoridades para que cada quien saque sus conclusiones.
Acto uno
Asume el rol protagónico el nuevo jefe, Oreste Chucho Miranda. Hace poco la hizo de subinspector de la policía en Texmelucan, luego regresó a la Federal de Caminos, y como que ya esperaba llenar el hueco que dejaría el comandante May, luego de ser ligado con una bola de mafiosos, quienes juran por esta, haber soltado la sopa luego de la conocida técnica del tehuacanazo y otras gracias propias de la procu.
El ambiente consiste en uno como aire denso y espeso, de palpable miedo de los tlaxcaltecas hacia los policías, con todo y que presuman de ser acreditables, pues he ahí una de las pistas: entre más preparación y equipo, mayor el riesgo de pasarse al bando de los malos, así sean estatales o municipales… la mafia parece ser muy democrática.
Por segunda vez en el sexenio, el gobernador Mariano, toma la protesta a un servidor público. Esta vez lo hace al jefe Oreste de Jesús Miranda (la otra lo hizo con el secre de oro), lo que significa que ahora sí le preocupa el asunto de la inseguridad.
Verán ustedes, dentro de esta parodia de administración, los cuatro años se la han pasado, unos haciéndose los espantados con las rabietas del jefe, y el jefe sintiendo que todo lo tiene bajo control… he ahí otro cabo suelto, las cosas no son como parecen. Una buena actuación no necesariamente va de la mano con un buen gobierno.
Acto dos
Reaparece May (impresión musical, con chelos y metales). Anda como si portara el pecho sano. Casi desafiante con los muchos tlaxcaltecas que le perdieron la confianza por su involucramiento con el Lobo, su muy amigo ligado a la industria de los secuestros y a quien, según lo confirma la procuradora (otra protagónica, pero como si fuera de reparto) ya le habían tendido una trampa: “es el autor intelectual, y con eso ya le dije todo”, lo declaró ayer a los medios, sabedora que hoy presentaríamos este thriller.
Y aquí es donde la trama demanda una mayor concentración del espectador, porque seguramente a partir de este momento saldrán las conclusiones, así desperdigadas en todo el argumento, pero señalando al pretendido y logrado entorno de impunidad en el escenario.
Casi fantasmal, la aparición de May Zaragoza, describe lo que puede ser un pacto en el ejercicio de la venta de la Plaza. ¿Ustedes creen que a May le fincarán responsabilidades?, ¿Suponen que nunca tuvo vela en el entierro de la extorsión, los robos y otras desgracias?, ¿Fue el vil atraco a feligreses de Fátima en Apizaco un vulgar montaje para alentar el odio en contra de este grupo de malosos, unos presos y otro casi con una estrella en la frente?
Acto tres
En el mundo de la mafia lo llaman enfriar la zona caliente. Tal vez nos aguarda una estrecha temporada de paz y seguridad, mientras los nuevos roles son asumidos por aquellos a quienes corresponde ahora tener la sartén por el mango.
Todo ocurre con la misma ambientación. No hay cambios, salvo del coordinador, pero la limpia necesaria de tantos como 72 policías acreditables con diverso grado de culpabilidad en sus haberes, parece que ni en sueños va a ocurrir.
Lo bueno es que la gente ya se dio cuenta que su integridad está en riesgo y ha comenzado a tomar precauciones… no salir en la noche, hacerlo acompañados, no confiar en nadie, menos en algún policía. Y lo que viene seguramente será la petición formal a las autoridades para poder portar armas o de plano contratar guaruras (que muchas veces ganan más en un día que las víctimas en una semana)
Conclusión
Tiene el nuevo coordinador de Seguridad un reto mayúsculo. Nada más, refrenar sin mucho apoyo de sus superiores- la descomposición en la que había caído una entidad tradicionalmente pacífica y trabajadora.
Esperamos que Oreste de Jesús sí tenga los arrestos para lipiar las escaleras de la CES de arriba hacia abajo, caiga quien caiga, porque oigan ustedes, no es justo para los tlaxcaltecas vivir en una constante zozobra.
Las imposiciones tricolores
Mariano salió con la suya. Se encargó de diluir todo intento de recomposición del tejido tricolor y al contario, en todo momento conservó el control absoluto de un partido roto, lastimado y con escasas esperanzas de alcanzar sonoros triunfos en las urnas.
Aún en esas condiciones, han sido los únicos capaces de formalizar las imposiciones. Si son impopulares o antipáticos, pero los candidatos ya lo son y están listos para iniciar campañas.
Pero la oposición se hace trizas. Perredistas y panistas se han encargado de hacerse la vida de cuadritos, mostrando odios estremecedores.
Allá ellos y su mala cabeza.
Si les gana el PRI se darán de topes en la pared, porque hoy tienen la oportunidad de ser competitivos pero su política del bote lleno de cangrejos los condena a seguir siendo oposición.
Post Views: 32